Cariño, vuelve a amarme.
o cobraba un ritmo más que demandante en cada una de sus embestidas. Adora
seaba darle ningún momento donde no pudiera sentirlo, sus labios no solamente reclamaban los de ella, también la piel de su cuello, d
de todo menos del hombre que la estaba poseyendo, que la v
solo a su cuerpo estremecer, también lograba que su corazón volviera a latir con tal intensi
ntir sus manos sobre su piel desnuda, tocánd
piel descubierta de su espalda con saña, intentando transmitirle en ese gesto todo lo que sentía, el placer, la dud
olo a incrementar no solo sus embistes, también sus besos, y a marcar la pie
var, terminar rápido y largarse de allí, pero no quería
tente, no quiero correrme, tod
rse, quería seguir así con ella, como sie
ara fuera, era tan placentero estar unida a él, tenerlo dentro, que su cuerpo reclamaba ser otra
do a través del reflejo del espejo, ella misma se sorprendió de su propia mirada, de la forma en
ue jodiéndome,
levantar todavía más la mirada para observarla en el r
mostrándole en cada uno de sus movimientos de sus gestos a través del
iera que se atreviera a abrir e
lo dejo que apagues mis gana
olver a soñar algo que no volvería a pasar, no volvería a deja
de las embestidas que su exmarido le daba, ¿Cómo había sido capaz de vivir tantos años s
endo mía- murmuro a su oído sintiendo como ella al
e proseguir con su camino hacia abajo, justo en medio de sus piernas, entre sus pliegues más íntimos alcanzando ese pequeño botoncito que en ese momento se e
gime mi n
que él le pedía. Pero solo durante un breve instante porque luego se llevó la
se liberó en un intenso orgasmo, mientras lo sentía bombear y bombear en su interior
interior de Claire se apretaron aún más alrededor del miembro de su miembro en espasmos provocados por el placer que la atravesaba, su cuerpo ansiaba ser recomp
en cada nuevo embistes de sus caderas, daban contra el cuerpo de Claire, quien ab
aire, al darse cuenta de que ella había sido su esposa, y que pudieron haber es
pedir que ella saliera de ahí y marcharse, pero al menos por aho
él también sentía sus piernas temblando, incapaz de
sus cuerpos sudados, la respiración agitada y sus co
ual que Claire, volviendo a abrirlo al mismo
ocurrido mucho tiempo atrás, cuando