Al límite de ti
a
marz
Nox, h
icia que ya todos sospechábamos al escuchar, hace varios minutos
l gélido frío del rezago invernal recorrer
del gran reloj de madera de cedro a punto de salir a dar el famoso cu-cu por las seis de la tarde. Por un breve lapso de tiempo, estoy casi
uarenta años, mientras inclina la cabeza hacia todos en la sala común de la m
l inclinar sus cabezas hacia nosotros y
uelo y ahora este ya no existe más. De un momento a otro me sorprende el jaloneo en mi pantalón por parte de Nathaniel; el menor de todos mis sobrinos con tan
ío y me pongo en cuclillas a su
peq
cejo y suelto una sonrisa q
l abuelo
rata de mantener la postura erguida hasta que se bal
oleto de regreso. -Estoy a punto de
eves palmaditas con su pequeña mano en el hombro y s
do al aire y me in
estoy seguro que de existir el cielo, el viejo está ahí, tal
repito int
lor de darlo todo por quien amo y mucho menos he luchado más allá de un rin o a cuatro manos con uno que otro idiota y mi hermano. El viejo se había casado una sola vez y por más de 50 años, sufriendo la pérdida de dos hijos y teniendo que criar a seis revol
cama por alguna enfermedad,
raciado lo cum
grupo de bandidos ingresaron al fuerte Nox a las afueras de Montive cuando tan solo tenía dieciséis años y él mismo tuvo que blandirse en armas para poder defender a sus padres y hermanas de los grupos saqueadores que se habían formado tras la guerra interna que se originó cuando mi bisabuelo llegó a invadir las tierras y obtener las gemas valiosas del pueblo. Aquella invasión, según él, había durado varios días, siendo herido en la p
o que ahora me queda tan chico. Todos mis más preciados recuerdos se
se lee el test
trecerrando los ojos, y al percatarme que sí es él, me levanto precipitadamente para encararlo. Pero, viendo mi intención, Ariatna; una de mis hermanas menores, se interpone en mi camino colocando su mano en mi pecho para calmarme. Del otro lado de la sala, mi hermano mel
resta, sólo por que
que en una de ellas se podía ver algo más que arrogancia esta vez: el dolor e
de respeto -digo
stá muerto y nosotros no. Alguien vivo debe
ramente,
ado en la familia. Tú no puede
a mujer que está a su lado-; es el pan de cada día. Te pareces a tu padre, haciéndole lo mismo a
yo quien dictará las cosas. -Se toma un momento estudiando cuidadosamen
consigo un tazón de plata con comida. La abuela mira a Nico con decepción y le orden
ecuerdo de su amor muerto. Me sorprendo por el aguante que tiene. Perder primero a sus dos únicos hi
Sé con certeza que no soy su favorito. ¿Cómo pueden ser las personas tan contrarias? Mientras para mi abuelo fui su adoración desde el primer segundo de mi nacimiento, mi abuela dura
-habla nuev
r entre sus seis nietos. Yo (Maxwell Nox), Nicolás, Ariatna, Lisa, Michael y Ronda. Ronda está fuera de alcance por sus dieciocho años, Michael y Lisa viven lejos de casa la mayor parte del tiempo como para ser candidatos y Ariatna, bueno, siendo ma
y todos enmendaran sus errores como corresponde. Si uno de ustedes dos quiere la totalidad de la agencia Nox, debe dar un giro
siona y tiembla con fuerza, por un momento temo que se desbarate en ese instante, pero, para sorpres
tes, estoy harta de ver a Molly sufrir de esa forma, ella es fabulosa. Tú lo sabes, debes respetarla de una vez por todas o dejar
cuentran hoy en día para un tipo como Nicolás. Ninguno de nosotros es capaz de entender porque le aguantó tanto de novios y ahora de casados. Ha estad
Max. Me gusta mucho para ti y estoy seguro
ue Molly y Nico ya estaban juntos, aun a pesar de la diferenci
o ver el daño que mi hermano
ometido no solo con el trabajo, sino con la vida. Por ende, debes encontrar una esposa con tus visiones y cualidades, que este consciente de la familia a la que entrará y casarte el próximo mes. Me encantaría que pri
, soy demasiado joven e inteligente para eso. A parte, n
lo. -La abuela sonríe sonsacadoramente mientras me guiña un ojo y busca a
a citas con nietas d
tend
suelto de fo
paso lento e intimidante-. Y no son nietas de amigas, son mujeres más trabaja
azos como cuando era pequeño y peleab
ecido quién de esta lista será la afortunad
o niego rápidamente con la cabeza d
y yo hablamos a
arnos más tiempo de replicar camina ha
angre hirviendo y mis ganas de romperle la c
ado. ¿Por qué no puedes encontrar a alguien pasa casarte o al menos fingir una relación?, ¿cuá
parezco a ti más que levemente en lo físico y eso ya es una bendición. En cambio, tú deberías escuchar a la abuela, Molly es una gran
idad de la familia arrojarse por la
propio tras unos segundos con el puño cerrado en mi mejilla y luego en ambos costados de mis costillas, pero no con tanta fuerza o la adrenalina no me deja sentirlos, lo cual resulta mejor para mí porque puedo continuar sin problema alguno. Hacía mucho que no me peleaba con nadie y la acumulación de energía que ahora explota por todo mi cuerpo me demuestra cuánto lo necesitaba. Tras varios minutos de golpes a intervalos de tiempo pierdo el se
ho a Ariatna gri
lditos idiot
eños coreand
, ¡pelea
a continuar arrojando puñetazos al aire hasta que uno o dos logran conectar con
rmana una vez más, temerosa de meterse e
suelo y decido arrojarle uno de los ceniceros viejos que usaba el abuelo, no para golpearlo directamente, si no solo para asustarle. Nico se levanta sobresaltado por lo cerca que estuve de atinarle, busca agarrar cualqui
urrió a continuación hasta que la voz ah
eeee
donde el cuadro del abuelo había caído, tenía un atizador incrustado justo en el área de
llevo hasta mi cara re
mbécil. Mal
iste tú -re
chimenea y me inclino para sacar el cuadro sin importarme el ardor de
niños de la casa -dig
os bárbaros -grita la
leva ahí?, ¿lo ha
ún más y me hace sentir como cuando era n
tna decirles a sus hijos que avancen a prisa para salir de aquel sitio y veo a Nico sacar a la abuela aun con los pataleos y golpes que
todos de la casa y llam
pero al ver mi rostro impasible
n, con la pantalla rota y batería baja, pa
e responda del o
dia hora, pide las llaves de mi departa
rir la batería, envió un mensaje a mi
n mi departamen