UN REINO EN LLAMAS
a encerrada en su habitación. La vio muy pensativa, mirando a lo lejos
raría la forma de poder ayudarla. Contó cada detalle de lo sucedido
e nadie podrá notar!, recuerda en la
chada del golpe, ni h
e sea para que ocup
e, con tal de hacerle la
te preocupe
, eres como una madre para mí. Dijo Ana
un rato, Juana querrá verte y para
ocupaba la situación, había escuchado que una de la
nfrentarse a algo peor. El castillo era un nido de víb
lot
he muerta!, ¡no me in
é a no meterse c
haría enfurecer aún más, pero prefirieron omiti
gran sorpresa, el rey estaba cuidando de ella en su recámara y al parecer se encontraba muy estable. Estaba
ahora tendría que soportar
a muchacha, aquella que irrumpió ferozmente en una de las recámaras del castillo, sin zapatos; harapienta, maltrecha
que decidió seguirlo discretamente, cubrió su cabez
dirigiéndose a la mansión de Octavio y Juana. Se quedó es
aso para ingresar al lugar. No entendía cu
ando en ese preciso momento, un hombre que venía a t
, ¡fíjate por
su mirada. Sorprendi
ulpe, n
e majestad!. No sabía que era usted
avio!, yo solo p
algo!, ¡este es su humi
mansión, Marlene estaba detrás de la puerta cuando lo vio
special para compartir con
r que preparen algo. Luego fue hasta la habitació
e encontraba ella, quién parecía
. ¡Ve a la cocina y trae e
bía probado unos cien y no le había gustado ninguno. Sin
ió que sea ella quién sirva en la mesa. Ana no ten
su mirada y se encontró con el príncipe Leonardo. Ella tragó duro, y sin
irle, el príncipe clavó su mirada
bitación, además de que vivía con una de las familias
no sé atrevió a mirarlo a los ojos. Juana sin embargo, había
llos, budines y otras cosas más. El prínc
Marlene, apenas si pudo co
ce aquí,
no sé cuáles son las i
tranquila, no
entí su mirada amenaz
reciosa!, ese vestido azul c
hubiese dado cuent
ue envenenada!... ¿Entien
Quiero mostrarle nue
flores, son exóticas, las traje de mis viajes. D
iguió por esos h
usto que tien
s a la cual volteó su mirada para ver s
idos. Había una sola forma de averig
rección de los mismos. Aunque su intención era otra, fue hasta la cocina, y vio a la hermosa jo
jo el príncipe, mientras ap