Por siempre mía
e gustaba mucho escucharlo, hablar, y también observ
i madre no puede saber que no he ido
ría, no ahora que había más moti
cerlo y menos ahora que he co
iba tomada de la mano de alguien como Ricardo, quien no paraba de decir cosas que la hacían,
lo que había dicho, al darse cuenta de que alguien como él
cipar eso y decidió
rte, el simple contacto de sus dedos entrelazados hacía que no pudiera evitar la tentación de acercarse más, ni de eliminar esas ganas que ha
puedes pegarm
ar ahí, pero la respuesta de él, fue tomarla entre sus brazos,
de ella. Josefina quedó indefensa ante ese ataque, por lo que se d
echo sentir en un solo día y que ninguna otra mujer le había hecho experimentar, un beso en el que parecía querer desgastarle los lab
ero sin soltar ningún poco su agarre porque no podía, porq
espirar tras el beso, es más, lo único
no podría
¿Realmente existían los flechazos de los que tanto se había burlado y estaba experimentando uno?
su calor, su olor, todo él tenía a Josefina sin saber que hacer o cómo actuar, lo único que d
, se transparenta todo y cualquiera podría verte - le explicó- Luego elige lo que te gustaría llevar hoy, cualquier cosa que siempre hu
Yo
erencia de otras veces no le molestó en absoluto, no era como cuando la regañaban en la escuela por golp
ás, deseaba complacerlo, aunque eso supondr
realzaba el color de sus ojos, un par de sandalias que hicieran juego con él, un par de trajes de baño uno de cuerpo completo y otro de dos p
praré ropa, para que podamos salir, porque me gustas y eres muy bonita. - se alejó tras darle un beso en la frente, y decirle esas palabras, dejando que ella eligiera a su g
la dependienta no dijo nada, cada que había dinero de por medio, sabía que no había opción, a menos que deseara tener u
nte ella salió con el traje de baño, por lo que él
se tímida al salir del probador con
sobre su aspecto, no solo su corazón parecía estar fuera de control, el calor de su cuerpo se había incrementado, est
da para acorralarla entre su cuerpo y la pared mientras acariciaba su cuerpo semi desnudo,
...
l la empujó hacia dentro y empezó no s
sefina porque
os senos, tiernos, juveniles, perfectos y no se detuvo, allí s
abía nada, además su toque no era algo que le desagrade, todo lo contrario le provocaba sensacione
aria como para que él lo notará, es más
no sé cóm
o antes con
previamente con alguien más, pero, por otro lado, s
me a ti, no puedes
o con nadie d
la voz afect
ariciar esas largas y torneadas piernas, como podía ponerlo tan du
voy a hacer algo que te
la silla, jodida visión que casi hace que se corra, al tenerla así, completamente abierta para é
estaba pasando, disfrutando de su toque hasta que lleg
.- ahí quedó su queja, muerta al salir
do de ella, por la que
do ese pequeño botón rosado y virginal que ella poseía entre sus piernas mientras acariciándol
lla no contestaba, alzando su mirada y maravillars