Mika, La Dinastia del fin del mundo
turas que solo había visto en mis pesadillas. Es curioso todo lo que un ser humano puede vivir antes de perder la fe en todo aquello en lo que creyó desde infante, y una vez despojado de su fe... lo fácil que es convertirnos en un animal despiadado y salvaje. Lo inverosímil de
de muchas formas, mercenaria, espía, asesina. Tal vez no necesiten ser salvados, tal vez no hay salvación para mí. Sin tan solo pudiera regresar a aquel oscuro dia en que e
i
todos los gritos que chocan contra mis tímpanos. El frio suelo debajo de mis pies me distrae del momento; parpadeo a mil por hora tratando de recup
brazos me devuel
ítu
rastrada hasta la luz al final del túnel - todo estará bien, -le
o!- dice una muj
tras revisa sus signos vitales. -Así es, tu nombre es Mika, e
ramos?-, pregunta entusiasta, Mika permanece en silencio, Brenda la mira fijamente y suspira, -bueno, todos llegan desorientados aquí y no recuerdan ni su nombre, tienes suerte de saber el tuyo, iremos lento te daremos algo de ropa y te unieras a los otros en el complejo-, una de las enfermeras toma ropa de un instante y se acerca lentamente a Mika, Brenda señala la cortina a unos pasos de la cama y Mika trata de levantarse, sus pier
en, esto es tuyo, es lo único que tenías cuando te hallamos, tal vez te ayude a recordar, - una pequeña placa de