Código Swinger
CIÓN SE
s cobrado una herencia... o estás de estreno de
iempre. Cierto: aún no ha ocurrido nada, pero paseas sin embargo cada noche por la frontera soñando en pegar el
mes. Cada vez te acercas más. Diseñas y descubres (a través de esas ventanas virtuales que son internet y tus fantasías eróticas, locales, encuentros fortuitos, tríos, sexo en grupo, voyeurs, exhibición,
.
no consumarán jamás ese sueño? Eso sí, pasarán años alimentando la fantasía de esa posibilidad. El temor a lo desconocido, el miedo al rechazo y al juicio de l
.
imagi
ble que cada vez está más aquí que allí, al alcance de un tropiezo deseado, puro anhelo de experimentación de lo que hast
cina bromean sobre ese mundo liberal que quizá desconocen... o quizá no. De la noche al día es como si todo el mundo quedara bajo sospecha, o al menos sometido a análisis. "¿Quieres decir que esa pareja no...?". "¿Habrán probado...?" "¿T
. Otra liga. Lo confirmas como por carambola el día que el equipo de tu chaval
oooooo
pena! Si hubiésemos ju
o envío a un clinic con jugadores de pri
is de va
n María diez días. Nos va
! ¿Dónde vai
Eurodisney... ¡pero e
Có
hablar de
p...
'Agde,
s...
. Bueno, ya te lo
. Cap d
de... Cap d'Agde... Cap
ALES, FÍSICAS, META
an, pero se come el tiempo a bocados. Si además uno no siente que ese saber es aplicable a su realidad, todo se agota en simple erudición para vacilar en alguna sobremesa open mind, pero poco más. P
áis informados. ¿Y qu
tros aún no... Nos in
silencio en el coche, y una
pasa
ás que hartita de tus swingers, tus liberales, mazmorras, códigos y locales. ¡Cuand
ten
lve al bocata, a la tensión de no saber de
a a dormitar. Es el final de un largo sueño bello... o no. Y es que al final parece cierto que Dios aprieta, pero no ahoga del todo. Das (¿otra "causalidad"?) con un documental
oge un complejo naturista con playas plagadas de gente desnuda que practica sexo en la orilla rodeada por una nutrida comitiva de voyeurs que no dudan en apuntarse al festival. Por la noche, las calles se llenan de gente vestida con cuero, lencería
¿tú has v
ipando. ¿Dónde
n par de horas de coche de
dicho que
s quiénes van este mes de ag
.
ía, los del f
rás de
o dijo él el día d
puedo cre
sí, ¡
ro ellos, ¿son t
ben serlo
el rostro. Pero la mayoría hablan a cara descubierta. ¡Ole tú! ¡Con un par! Practican sexo con otras parejas ante las cámaras y explican abiertamente sus
do liberal quince años (joder, ¿y el tercer hijo?). Dicen haber mantenido relaciones, calculan, con cerca de un millar parejas distintas, entre los veintidós y los c
compartimentados (o al menos así lo traduce el documental), de vida de penurias, restricciones y sometimiento a la voluntad masculina. Pura "Teoría de la Conspiración" en versión X, se te antoja. Una frase gloriosa aparece a pie de pantalla: "Follar acerca a los pueblos. Si folláramos más c
tro, secándose con una toalla aún en pleno éxtasis, le acercan el micro y ella habla en voz baja, pausadamente. Acaba de recibir La Vida, El Flujo del Universo (sic), y se siente "en total plenitud y comunicación con el cosmos" (sic). "El sexo – prosiguees el nexo de unión de
familiar con la que la gente se refiere a Cap d'Agde) al menos tres veces al año. Luego prosiguen hacia el norte, cerca de Rotterdam, hasta otro de los clubes swinger emblemáticos de Europa (el Fun4Two). Más tarde será Berlín. Dos jubilados dedicando sus últimos años a disfrutar de los placeres de la vida, a un culto al hedonismo sin tapujos ni coartadas culturales... "Nos sube la autoestima, nos cuidamos como nunca y hace años que no estamos enfermos. No nos lo podemos permitir" (apunta el hombre sonriente). La mujer, más parca en palabras, le coge la mano. Alza luego la mirada hacia la cámara. Le acercan el micro, y habla levemente para afirma
.
romiscuidad consentida y con sentido" como un placer y beneficio simultáneo. El liberal en cambio pone el acento en la experiencia individual, con relativa indiferencia hacia lo que en ese momento está vivie
.