Casado con mi secretaria
ndo el doble de trabajo, pero un trabajo muy bien hecho. Me pongo mis característicos trajes empresariales, sin ellos me siento que no soy yo,
on las letras «ANDERSON» a ambos costados desde leguas, es perfect
busco oportunidades para invertir mi dinero, hay cosas muy inte
a, nuevos socios, nuevas invers
u cabello y barba grisáceos ya por la edad. Mientras tomo un sorbo de champagne, una jovencita de cabel
no parecer interesado en
n extendiendo mi mano y ella la toma, sus suaves y de
ial que casi me dice que me acerque a ella con sus gruesas pestañas arqueadas, el señor Romanov me invita a compartir limusina con él y su
uren y a mí en la gran mesa redonda de cristal, comienza a coquetearme c
activo -Lauren rompe el silencio luego de unos minutos de m
ja mientras pongo mi copa de vino sobre la mesa. Ella sonríe, dejando al descubierto sus perfectos
iene un poco desorientada -se pone de pie inclinándose haci
ienza a besarme con pasión, no voy a desperdiciarlo, la tomo de la cintura y la ubico sobre un lavamanos, esta gime de placer mientras beso su cuello y acaricio u
su oreja, haciéndole recorrer
ra estando ahí se puede contener, si es que esta mujer es fu
anos sobre mi torso y literalmente me arranca la ropa, tiene un lindo cuerpo, no es muy alta, pero su piel está muy bien ajustada a sus curvas, tiene un cuerp
l vez hubiese sido bueno si sus gritos no fueran tan elocuentes, creo que he quedado sordo, ni siquiera puedo dejarme ir con tranquilidad. ¡Hasta que por fin! Demonios, ya me quiero ir de aquí. Lauren queda dormida en segundos. ¡Gracias a Dios! Reviso el preservativo y me cercioro de que no hayan fallas, me pongo mi ropa, y mi
lamo a David para hacérselo saber, no quier
ero encontrarte y que hayas cumplido tu pro
arreglado, allá te veo -bosteza
o; me ducho y me arreglo, mi bóxer y mi pantalón negro impecable, no soportaría usar algo que no esté bien planchado, abotono mi camisa blanca hasta arriba y coloco mi corbata rojo vino mientras pre
alé en su último cumpleaños, me saluda de largo mientras hace una mueca de que me acerque, está parado al lado de una joven rubia que mantiene su mirada sobre unos
a David y
rlin, su nueva secretaria -David vuel
, parece una muñeca de porcelana, viste con pudor, lleva unos simples pantalones negros y una blusa blanca con cuello alto que a cualquier mujer haría ver como una señora amargada, pero ella pa
debe ser