Asim (#2 Mc Demons Kings)

itul

s

s más

a, me importa nada ahora mismo lo único que quiero es

r - ruega Aleska pero le ignoro y a

ermanos hasta mi anterior habitación y saco la escopeta y las balas

? - pregunta Cain sorprendid

túpido club que se metio co

in tratando de pararme y niego varias vece

as pero sabes que nos vengaremos,

Me zafo de cain con toda mis fuerzas y me dirigo hacia la salida. A

s más

etiene la entrada cuando su mirada se

a fuerza - rugo. Ellos se miran entre si,asienten y el otr

nta confundido, observa que tengo

scopeta, hablemos como personas civilizadas ¿De ac

ller - comento enojado. Me he

el haya... - corto sus excusas por

a disparar todo el club. Eloy trato de reventar a una chica

er con el club - dice encogiendose los hombros me acerco mas a el para intimidarlo, sus p

ler ¿que te hace pensar que me quedaré con lo

de tranquilo, me doy la vuelta, miro

. Voy a matarlo cua

inante de Killian pero no me importa solo quiero que no metan sus

naza, es una jodida promesa, llega a tocar a mi familia o alguien de mi jodido club, estamos ambos

mi hermano Killian, me detengo

reso hasta que todo acabe, necesito proteger a esa mujer - menci

e decir? - inte

sas que hacer - hablo sacudiéndom

rita Killian palmeando mi hombro, me asustl y hago una mueca por

to será una

itul

s

desp

ha cambiado, Aleska vive conmigo, empezó a trabajar en una tienda

los clubes de la ciudades, no nos queremos arriesgar a

as con su VP porque no queria que ella se metiera en esto, ella quito su cuchillo, le puso

da y no quiere arriesgarse, de hecho la misma viejadama d

e se unió a nosotros, sin ningún

mas del prez viene con nosotros también, se nota que e

iembro de los Linces, se ve muy amistosa con él. Admito que está muy herm

e sea mi mujer y viejadama en a

e el hombre agarra de su brazo y fru

año - escucho decir a ella enojada.

ahora - habla haciéndome

, el se da la vuelta para encararme, mira mi chaleco y a

preocupado, examino sus

muñecas que tienen algo morado alred

la cocina empiezo a buscar el botiquín. Ella como toda m

aré, y punto ¿De acuerdo? - hablo u

mentos que necesito para curar la herida de su muñeca. Siento su mirada, se nota que está concentrada

a de nuevo, pero no puedo, disimuladamente miro s

ente el beso se intensifica hasta que nos separamos por falta de aire, ella me mira sonrojada y la emp

- repite mirando

al? - pregunto confundido

a, Aleska. Es más, al diab

a besarle de nuevo, esta vez

sera mi viejadama y no