Mi Teniente, ?No Quiero Golpear A Mi Pueblo!
lla, mientras se
lamas? – Pr
ó ella, mientras
.. - Balbuceó
tan nervioso? ?T
, no..
comodo entre ambos
uega con su cabello – que estaba esperando a verte hoy, pero
ontestó él, lleno de un
ontestarlo. La joven no contesta con una; "Hola", ella le dice muy seria a su interlocutor; "Si, si, si tengo
acerca y le da un beso en la mejilla – Pero, oye, nos vemos m
e si – Asie
rriendo, mientras Er
imagina a la bella corredora, que salió en su novela favorita, gimiendo cuando él introdujese su "llave" en la "ranura" de ella.
xual se acerca a su mujer y la car
, algo contrariada – Las ni
ación, la desnuda con prontitud, y le hace el amor con rudeza, mientras tie
I
s nuestra familia? No es cierto, preciosa. Le dice el orgulloso padre a su peque?a hija. Ella contesta sonriendo y agitando su cabeza con felicidad. La otra gemela le ense?a el mismo dibujo, pero esta vez en un bosque. La imagen de la corredora irrumpe en
gusta?- Cuest
anta todo lo que ustedes dos
de ba?o, en donde su bella esposa toma su ba?o matutino. La mujer al escuchar la puer
esayuno. Su esposa entra en la cocina con la toalla e
nión? – Le preg
abrió la nevera y saco una botella con un líquido verde.
l gran número de botellas de gas
as vacías en la nevera? – Pre
su hombre. Sus hijas toman mucha gaseosa. Le dijo. Yo las guardo y luego las llevo a l
as toma el bus para ir a su lugar de trabajo. Esa ma?ana la parada lucia inusualmente vacía. Todos los días dicha parada parece un centro de encu
do ligeramente sus quijadas, mientras fruncían sus ce?os, como viejo enemigos. Automáticamente, Ernesto fija su mirada en el maletín que lleva el joven, pues parece que lleva muchas botellas en él. El mu
? –Preguntó con
espondió abúl
untó Ernesto cruz
ó el joven aumentando
llega, el joven veci