Una joven doctora tenía la vida perfecta hasta que descubrió que su esposo le era infiel, por lo cual eso la llevó a una repentina muerte. Pero eso era solo inicio de una nueva oportunidad tanto de vivir como en el amor, sin embargo, fue como una duquesa del siglo XIX. Países, lugares, personajes e historia, es completamente ficticia.
En la ciudad de Santa Fe, en el país de Garmaly, un país del continente europeo, los meteorólogos advirtieron fuertes nevadas a mediados de diciembre de 2022.
También afirmaron que hace 200 años, ocurrió una nevada con el mismo patrón, las similitudes eran tan exactas que se podía decir que se repitió la misma nevada.
Los científicos han advertido repetidamente que no salgan a la calle durante los próximos cinco días, ya que la temperatura bajará a menos 20 grados centígrados.
Si por cualquier motivo, las personas salen de casa sin tomar las precauciones necesarias, morirán de frío en cuestión de minutos.
Por causa de la baja movilidad de transeúntes en la ciudad, en vista de que la mayoría de las carreteras estaban congeladas.
El hospital de la ciudad continuó atendiendo a sus pacientes únicamente a través de los médicos que estaban anteriormente en guardia.
Aitana Carson, reconocida médica cirujana, con fama mundial por ser la mejor haciendo las cirugías más difíciles que otros doctores se negaban hacer, sin embargo, ella ya operaba desde los 25 años de edad.
También era la hija del dueño del hospital, el hombre más rico del país.
En ese momento era una de las doctoras, que atendía a los pacientes que se encontraban en la sala de emergencias.
-Tsk, en mi día libre... y el clima me obligó a trabajar horas extras... se dijo la joven mientras tomaba la lista, que una de las enfermeras le dio al salir de la sala de emergencias.
Miró la lista mientras continuaba caminando y volviendo a hablar con la enfermera, le ordenó que le dejara a ella los pacientes de la sala VIP, luego le ordenó que pasara los demás pacientes a su colega de turno.
-¡Doctora Carson!... ¿Acaso no es consciente que ahora no es el momento de creerse una persona insuperable?... únicamente eres otro doctor de este hospital.
Oh, ¿usted considera que las personas que no están a su mismo nivel social, no merecen su atención?... le dijo la doctora Catalina, dado que ella es la rival de la doctora Carson.
Aitana miró a su alrededor y vio a Catalina con los brazos cruzados, inmediatamente respondió de mala gana... -¡No, no es que no me importen los demás pacientes!
Únicamente tengo miedo... que si te dejo en la sala VIP, termines durmiendo con todos los pacientes... aun si están inconscientes... y luego nos demanden por tu culpa... le decía Aitana, de forma burlona.
De pronto, otro médico que estaba cerca comenzó a caminar, hasta que unos segundos después se acercó a Catalina y Aitana. -¿Cómo te atreves a hablarle así a Cata?
¡Si decido divorciarme de ti, no tiene nada que ver con ella!... dijo Carlos. Sin embargo, en ese momento fue interrumpido por Aitana.
-¡¿Cómo?!... ¿Entonces por qué no firmas de una buena vez el divorcio? Dijo ella, con una sonrisa irónica y frunciendo el ceño.
Pero mirando un poco a su alrededor, se dio cuenta de que estaban rodeados de varios médicos y enfermeras.
De modo que quiso aprovechar la oportunidad, para vengarse por la traición de su esposo.
-Si no recuerdo mal... ¡Quién quiso terminar con este matrimonio fallido!... ¡Fui yo!... Oh, no recuerdas hace tres meses... en la ocasión que te encontré con esa mujer, cuando estaba desnuda encima de ti.
¡Pero lo peor es que estaban en mi propia cama! ... ¿Sabes lo difícil que fue después de que los eché a ti y a ella de mi casa, tener que tirar esa cama yo misma? ... Dijo la Dra. Carson, luego dio media vuelta y siguió caminando.
Todos los presentes empezaron a cuchichear, sobre lo que había dicho Aitana.
Algunos le creyeron, pero todos los que conocían a la Dra. Carson, los cuales habían sido de alguna forma ofendidos o humillados por ella, dijeron que eso era simplemente una exageración y salieron en defensa de Carlos y Catalina.
Catalina y Carlos se apresuran a salir del lugar, para evitar la vergüenza de seguir siendo fichados como unos infieles.
Unos minutos después, Carlos y su amante, estaban hablando en uno de los baños en los pasillos del área de operaciones, Catalina tomó a Carlos por los brazos atrayéndolo hacia ella.
-¡Cariño!... ¿Por qué dejas que me insulte de esa forma?... sobre todo delante de todos nuestros compañeros... prometiste que acabarías con ella de una vez por todas... pero pareces tenerle miedo, le dijo Catalina con lágrimas en los ojos, las cuales comenzaban a rodar por las mejillas.
Carlos se rascó la cabeza y frunció el ceño, luego quiso explicarle a Catalina.
-¡Cariño! Lo que pasa... es que mi familia no se encuentra bien con las finanzas en este momento.
Papá hizo una mala inversión que nos llevó a la bancarrota... Mi padre me dijo que me prohibía firmar el divorcio, porque necesitábamos la ayuda de la familia Carson.
Si me divorcio no tendré nada de su fortuna... porque firmé el contrato prenupcial, le dijo, con cara de tristeza... Luego puso su mano en el rostro de Catalina.
Únicamente si ella muere siendo mi esposa puedo heredar toda su fortuna... de lo contrario yo no recibiré ni un centavo de su herencia... le explicó Carlos a la chica.
- Entonces... ¿Qué debemos hacer? ¡No considero que esa perra vaya a morir pronto! Le dijo, tomando la mano de Carlos que estaba apoyada en su rostro.
-¡Deja que yo me haga cargo de esto!... ya tengo un plan, solo necesito tu ayuda... sin embargo, si decides hacer esto, no hay vuelta atrás... es decir que seremos cómplices... le dijo Carlos, abrazando a Catalina.
-Si me prometes que seré tu esposa, después de deshacerte de ella... si lo haces... estoy lista para cualquier cosa, respondió Catalina.
-¡Claro que te haré mi esposa... sabes que te amo!... Si no fuera porque necesito el dinero, ni siquiera me importaría divorciarme de ella.
Pero quiero una mejor vida para ti y para mí, le respondió Carlos.
Catalina oculta su rostro sobre el pecho de Carlos, no obstante, se le dibuja una sonrisa triunfal. -Aitana, me desharé de ti eventualmente, te demostraré que no eres mejor que nadie... también todo lo que te pertenece terminará por ser mío, dijo.
Después de la charla entre los dos doctores en el baño, se despidieron y cada uno se fue por su lado.