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Capítulo

Hola mis Amores Aquí les presento una Hermosa Historia de Amor Apasionado y Prohibido. Los chicos se conocen en una competición escolar, ella al ser una omega no competía, más bien atendía a los competidores, trayendoles agua, comida, toallas, etc. Como a muchas omegas a ella la trataban casi como una esclava y la humillaban demasiado. Pero todo cambio cuando lo conoció, fue para ambos amor a primera vista. Ella en ese momento tenía 14 años y él sus 19. Su diferencia social era enorme. Los padres de ella recibieron un trabajo en la manada de él y se mudaron días después de haberse conocido. Ellos crecieron prácticamente juntos y se llevaban muy bien en secreto. El ocultaba al mundo sus sentimientos por ella. Pasaron los años y la posesividad del chico era grande, al punto de que ella confundió las cosas y le tenía mucho miedo. Aunque el nunca la dañaba, si la intimido en muchas ocasiones. Muchas cosas dolorosas pasaron, pero cuando ella cumplió sus 18 años, él le propone matrimonio, sin saber que son compañeros predestinados. Ella lo odiaba y lo amaba, era una disyuntiva grande, la chica planeó su huida la noche de su primer turno. Pasa el tiempo y se reencuentran en una fiesta, al verse sus aromas se mezclaron y ella no pudo negar la atracción. El trabajo arduo para ganar su corazón, para que ella lo aceptara de nuevo. Aunque al encontrarla ella no está sola, descubre grandes secretos de ella. Pero sin importar que, él la amaba y se rindió sin más ante su amada. "Tu" está inspirada en una historia real llevada a la ficción. Tiene sus tonos picantes, que dejarán tu cuerpo listo para una larga ducha fría. Pero está escrita para leer con los chicos y chicas jóvenes, para que aprendan las maravillosas formas del amor. Mis Amores espero que disfruten del libro, comenten sus fabulosas ideas. Los quiero Mis Amores. Leany M.S.

Capítulo 1 Encuentro

Era temprano en la mañana, el rocío como seda bañaba todo a mi alrededor. Quería empezar una rutina distinta en mi vida. Luego de sufrir tantos agravios, por fin mañana ya es mi cumpleaños, podré conocer a mi Loba. Quiero que ella se sienta orgullosa de mí, empezaré a practicar y correr en el bosque, así podré fortalecer todo mi cuerpo. Ya no dejaré que me maltraten y humillen. Esta vez yo tomaré el control de mi vida. Adentrándome en el bosque, me percate que apenas los tenues rayos del sol encontraban una rendija para penetrar los grandes árboles a mi alrededor.

Sin tomar más tiempo me adentro para examinar la ruta a seguir. No quería tropezar con nadie, ni tampoco quería alejarme demasiado para no correr el riesgo de ser atacada por pícaros o animales salvajes. Tomando una decisión rápida, decido dirigirme a la frontera este, donde está el río y el manantial, subiendo la montaña, ya que llegar ahí era un ejercicio agotador, así que me serviría de calentamiento. Llevo conmigo una pequeña cesta con una toalla, para el sudor, varios sándwiches, panqueques, una ensalada de fruta, y una gran botella de agua y otra de jugo de mango, mi preferido. Al llegar ya estaba exhausta, pero de los cobardes no se ha escrito nada, me dispuse a hacer estiramiento y luego corrí por todo el borde del río, de ida y regreso. Como 1 hora y 20 minutos después estaba jadeando, al punto del desmayo, así que decidí que por hoy bastaba. Sin mucho pensar quité mi ropa y me di un chapuzón. El agua estaba un poco fría, pero ya el sol estaba en la cima, ya estaba haciendo un poco de calor, así que refrescarme era bueno. Me disponía a salir del río para secarme, vestirme y sentarme a comer mientras disfrutaba de la vista, cuando siento un ruido en los arbustos que estaban a mi izquierda. Pensé que sería un ciervo o algo así, pero al girarme me congelo en mi sitio, al ver unos ojos color Azul hielo brillantes, mirarme fijamente. La arboleda en esa parte era tan vasta que era prácticamente imposible distinguir la forma del cuerpo a los que esos ojos penetrantes pertenecían. El animal se podía ver que era enorme, ya que la altura en la que estaban los ojos era alta. Doy 2 pasos hacia atrás sin voltearme en un intento por coger mi ropa y salir corriendo, pero eso fue peor ya que al moverme los 2 pasos se oye un gruñido muy fuerte que me hace brincar en mi sitio y ahogue un grito. Escucho como varias ramas secas se parten, al percatarme de que el enorme animal estaba caminando muy lentamente en mi dirección. Quise correr, pero era mi mente la que corría, yo estaba clavada en el lugar como una estaca, mirando fijamente a aquella figura imponente salir al claro. Era un... Un Lobo, más bien un hombre Lobo. Los Lobos normales no tienen esas dimensiones. Él Lobo no quitó su mirada de mí, ni por un instante, su andar era seguro e irradiaba poder, algo que sí pienso me daba tranquilidad y paz. Pero el miedo me estaba consumiendo. Mi cuerpo involuntariamente estaba temblando, hice mis manos y puños, para que no fuera tan visible el temblor, aunque era inútil, cualquier hombre Lobo podía escuchar y oler todo lo que en mi cuerpo estaba pasando. Cuando el Lobo se paró a apenas un metro de mí, mi respiración se contuvo y de la nada se me olvido como respirar, solo me quede petrificada. Él Lobo se acercó y era tan alto y grande que su cabeza estaba a la misma altura que la mía .... O más. Él Lobo baja su cabeza y me empuja suavemente al piso, pero antes de caer su cola y parte de su cuerpo me atrapan. Esto hizo que soltara un jadeo contenido y comencé a respirar con frenesí entre grandes bocanadas y respiraciones nerviosas, ya que había estado conteniendo la respiración todo este tiempo. Él enorme y majestuoso Lobo se acurruco a mi alrededor, haciendo que me recostara sobre él. De alguna manera esto me dio paz, y pude relajarme. Unos minutos más tarde comencé a hablarle muy bajo, pero el Lobo escuchaba muy bien. Movió su cabeza para mirarme y levantó las orejas en señal de que me oía atentamente. Lo miró fijo y le preguntó. "¿Quién eres? ¿Nos conocemos? ¿Por qué me ayudaste con mi pánico?"

En respuesta ladea su cabeza y resopla. Deja de mirarme y en cambio pone su atención en el río.

"Yo, nunca vengo aquí, si es tu lugar, en definitiva, me iré así no quiero perturbarte. No quiero problemas" Dije suavemente, mientras cruzaba mis brazos por encima de mi busto.

De la nada el Lobo se levanta. Camina hacia el río y se sumerge un poco en la parte profunda. Un ruido como de huesos partiéndose se oyó. Él Lobo desapareció y en cambio surgió entre las aguas una gran y musculosa espalda en forma de (V). En efecto era un hombre. Él se voltea, y no sé si asustarme, o desmayarme. Si, lo reconocí, era el futuro Alfa de mi manada. Él ha estado hace ya un tiempo, acosándome constantemente, y haciéndome la vida miserable. Y lo más importante no estuvo cuando más lo necesite, aquella noche trágica y nefasta. Me levanté de un tirón. Y me percato de que ando semidesnuda. Llevando una triste toalla, cubriendo a duras penas mi exuberante cuerpo. Para mi propia inconformidad, demasiada cantidad de teta y nalga. En mi arrebato de huir, recojo mi ropa, y sujeto con dificultad la toalla. Cuando una voz baja y profunda me hablo. Pero era extraño, no había el timbre normal de burla, ni palabras groseras y mucho menos el nefasto mandato de Alfa, el cual podían utilizar para egoístamente obligarme a hacer cosas que no quería. Aunque cabe recalcar que no lo conseguía. Las pocas veces que ascentí hacer algo fue por libre voluntad.

"No te vayas, quisiera hablar un momento contigo" declaró Maximo. "Claro si me lo permites" Adiciono.

Me volteo en un giro rápido, para mirarlo fijamente. ¿Era en serio una petición? ¿Y qué pasaba si no quería hablar? Antes de que pudiera negarme, él volvió a hablar. "¿Me prestas tu toalla? Así podré salir y no estar desnudo delante de ti"

Miro a mi alrededor, quería saber cuál era la burla esta vez. ¡Sí! Imaginé de pronto que los otros, sus amigos o compinches, estaban escondidos, y así salir en el momento indicado y hacer de las suyas. Maximo me pregunta. "¿Qué estás viendo? ¿Sientes algo o viene alguien?"

Niego con la cabeza. Y le preguntó, con mi tono de voz áspera y seca. "¿Dónde están todos?"

Él se encoge de hombros. Y mira con indiferencia a la nada mientras riega agua por sus músculos con una mano. "No sé, y no me importa. ¿Me prestas la toalla?"

Me dice sin más, mientras me mira detenidamente y señala mi toalla que estaba cernida a mi cuerpo. Pero le contestó con evidente frustración y sarcasmo. "Mmmm. No te puedo dar algo, que ya estoy usando"

Maximo me mira de arriba abajo, demorando a propósito sus seductores ojos y responde. "Por supuesto que no, ve a ponerte ropa, luego me la prestas"

Voy hacia un costado donde había un árbol inmenso. Cuidando de que la toalla no se cayera, me cambio habilidosamente. Salgo y me acerco a la orilla del río extendiendo la toalla. Maximo se levanta dejando expuesto todo su magnífico torso. Pensé, que se veía muy sexy, el agua se derramaba por todo su cuerpo. Contuve el impulso de lamer mis labios, al disfrutar de todo.... ¡Esto! Al ver que él sigue avanzando, he imaginado que sus zonas bajas iban a ser expuestas, giró la cabeza, para asegurarme de no ver. Me digo a mi misma. ("Soy una chica muy recatada y educada, no caigas en la tentación, resiste") Él se queda en frente de mí, muy cerca, tanto que gotas de agua de su cabello caían en mí. Y me pregunta mientras seca su torso y me mira fijamente. Yo podía sentir sus ojos calando en mí. "Y ¿Qué haces aquí, tan lejos de la seguridad de la manada? No solo te expones a que te ataquen, también estas sola en tus ataques de pa..... . Bueno lo que quiero decir es que salgas acompañada"

Al escuchar estas palabras, no pude detener una carcajada sarcástica. "¿De qué te ríes? No es gracioso que juegues con tu seguridad Eleonor" Me dice él. Y casi muero del impacto, por sus palabras.

"Bueno, creo fervientemente que estaría más segura entre los pícaros. No es como si la manada fuera segura para mí. ¿Oh se te olvido, Alfa Maximo? Se le debe haber olvidado. Es como un olvido a conveniencia. ¿Verdad?" Mi frialdad y sarcasmo, en el momento de hablar, dejaba bien en claro en qué posición dejaba su preocupación, consejo y palabras. Maximo me mira fijamente a los ojos, y yo sujeto su mirada, no me echaría para atrás tan fácilmente. Su frustración evidente por mi actitud, respirando profundo tal vez para calmar su ego Alfa. A este punto no me importaba herir su ego. Comenzó a parlotear en un intento fallido de convencerme de cualquier cosa.

"Yo..... Quería. Quiero hablar sobre lo que pasó, y lo que está pasando. Quiero que hablemos civilizadamente. Esta es la primera conversación decente que tenemos en mucho tiempo" Dije en voz apagada y triste. Quise decir algo más, pero mi cabeza se trasladó a ese día. Mi Lobo Macnus comenzó a pasar imágenes de esa noche. Nuestra vergüenza, no tiene un final es infinita. Quiero que Eleonor nos perdone. De hecho, desde esa noche, no hemos compartido más con nuestros amigos. No estoy para nada contento con lo que había sucedido.

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