Login to MoboReader
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Quiero una secretaria fea

Quiero una secretaria fea

Miri Baustian

4.7
calificaciones
1.1M
Vistas
75
Capítulo

Luego de que mi cuarta secretaria, de las que tuve este año, me dijo que renunciaba, decidí que mi próxima secretaria sería fea, así no me dejaría para casarse con alguno de mis millonarios contactos. Mi empresa no es para que las secretarias busquen marido, por eso quiero una secretaria fea. Mi socio me dijo que por más que una mujer sea fea, igual se podía querer casar...Pienso que si es fea, nadie se va a casar con ella. Mi madre se enojó por mis pensamientos y mi hermana sonreía. Finalmente obtuve a mi secretaria fea, y yo, tan obsesionado con el tema, estaba feliz. Denis, es la hermana de un amigo mío, él es acaudalado, al igual que yo, mi obsesión, no me permitió ver con claridad el porque ella trabajaba de secretaria siendo millonaria. Descubrí que ella es la mejor amiga de mi hermana, y que lo único que tenía feo, solo era ese horrendo disfraz... No sabía el porqué se presentó vestida como su abuela, pintarrajeada como un espantapájaros y con esa peluca horrenda, mi obsesión mutó, tenía que saber que tramaba... Ella es...una mentirosa profesional y...la mujer más hermosa que vi en mi vida.

Capítulo 1 Quiero un secretaria fea

Por Leonardo

-No te rías, de verdad quiero que el anuncio diga eso.

-No vas a tener a ninguna candidata.

-¿Por qué no? ¿Acaso todas las mujeres piensan que son hermosas?

Le dije a mi amigo y socio, mientras revisaba unos archivos en mi computadora.

-Ninguna mujer va a admitir que es fea.

Me lo dice con mucha seguridad, queriendo que entre en razón, pero yo estoy obsesionado con ese tema.

-Yo quiero una secretaria fea, que domine tres idiomas y que me pueda acompañar a las reuniones, cócteles y viajes de negocios, sin que busque a algún candidato para casarse.

Sonríe con sarcasmo.

-Que sea fea no significa que no se quiera casar.

Declara mientras sigue sonriendo y yo me estoy enojando.

A pesar de eso reconozco que tiene un buen punto, pero si era fea, nadie se iba a querer casar con ella.

Se lo expuse así.

-Sos un cerdo.

-Es una realidad.

-No lo es.

No puede tener razón.

-De todos modos. -Le corté fastidioso -Quiero una secretaria capacitada y fea, tuve 4 secretarias en el último año, todas vienen en busca de encontrar candidatos para casarse y todas me dejaron para casarse con clientes o empresarios, todos millonarios, por cierto.

Tocan la puerta y es Melina, la cuarta secretaria, que estaba a punto de casarse con un empresario que conoció en una cena de negocios a la cual me acompañó como mí secretaria.

La miro con odio.

-Ya publiqué el anuncio.

Dice con una sonrisa, casi tímida.

Era bella, pero no tanto como la anterior que solo había durado 2 meses, Melina duró 4 meses, si, solo cuatro malditos meses.

Mi empresa no era un trampolín para conseguir marido, ni uno de esos lugares donde se conseguían parejas.

Al parecer sí, le voy a cobrar una maldita comisión a cada una de las secretarias que se case con alguien relacionado a mí.

Mejor quiero una secretaria fea.

Ricardo se ríe.

Claro, su secretaria ya lleva 6 años con nosotros, desde que comenzamos con nuestra empresa.

Fue cuando nos hicimos cargo de la empresa.

En realidad no es que la comenzamos nosotros, nuestros padres eran socios y nosotros tenemos la misma edad, nos conocemos de toda la vida, somos como hermanos.

Hicimos juntos la primaria, la escuela secundaria y luego la facultad.

Acá estamos ahora, siendo los dos ingenieros civiles, sin muchas opciones de haber elegido otra carrera.

Quiero decir, tuvimos presiones de nuestras familias para seguir los pasos de nuestros padres y aún sin habernos recibido ya nos tiraban proyectos multimillonarios y teníamos que resolverlos.

Éramos compañeros de juergas, pero en el trabajo éramos profesionales, eso sí.

En cuanto a nuestros estudios, no nos quedaba otra, teníamos la empresa constructora más grande del país, o al menos una de las más grandes.

Trabajamos para el gobierno de nuestro país y también con los de países linderos, también con inversores privados.

Siempre ganábamos licitaciones importantes, teníamos mucho prestigio.

Hacemos puentes, diques y edificios enormes, esos rascacielos tan imponentes y modernos que se levantan con orgullo y sobresalen entre los demás, los más grandes de la ciudad son nuestros y son más de veinte.

De todos modos amo lo que hago, más allá de las presiones de mi padre.

Claro que de chico quería ser futbolista, como la mayoría de los niños de mi país, pero no era funcional para nuestra empresa.

Company Haber and Smith, así se llama nuestra empresa.

Yo soy Leonardo Haber y mi socio es Ricardo Smith.

Cuando nos hicimos cargo de la compañía, Ricardo decidió quedarse con quien fuera la secretaria de su padre.

La que era secretaria del mío ya estaba para jubilarse y decidí contratar a una bella y joven asistente, que se enredó conmigo y terminó renunciando luego que me encontrara en los brazos de otra chica en una discoteca de la ciudad.

Flor de indemnización se llevó.

No aprendí la lección, porque me enredé con las próximas tres secretarias que tuve y con cada una de ellas tuve un problema parecido.

Luego vino una que duró tres años, era casada y amaba a su marido, no me dio cabida y a mí tampoco me interesaba, pero renunció cuando a su marido le ofrecieron trabajo en otra ciudad.

Así llegué al último año.

Aprendí a no meterme con mis secretarias, pero ellas se meten con todos los hombres que tiene que ver con mi empresa.

Debe ser mi karma.

-Agregá que quiero que sea universitaria, licenciada en administración de empresas o contadora o abogada, algo así, no dejes de poner que sea fea, que domine tres idiomas y que no use ropa inadecuada, quiero alguien que se vista como mi abuela.

Le había dicho a mi secretaria al indicarle que quería que dijera el anuncio.

-Estás loco.

Me insiste Ricardo.

-No, quiero una secretaria que me dure.

-Entonces no pongas como requisito que tenga entre 22 y 26 años.

-No quiero alguién de 45 que no me pueda acompañar a las reuniones porque se duerme temprano.

-No vas a encontrar a alguién así.

Mi secretaria estaba escuchando nuestra conversación.

Sé que Melina se sentía culpable, pero de todos modos se iba a casar y me iba a dejar.

Pasé por la casa de mis padres, como cada jueves por la noche, cenábamos juntos.

Es parte de nuestra rutina.

-Hola hermanito.

Angy saltó sobre mí, es mi adorada hermana, había regresado de Europa.

Cuando se recibió de licenciada en administración de empresas, mis padres le regalaron un viaje a Europa,

El viaje duró 6 meses.

Fué con una amiga, aunque ni recuerdo el nombre de su amiga, creo que no la vi nunca.

Estaba feliz de tenerla de nuevo en casa, aunque la vea poco, realmente la extrañé.

Me llenó de regalos que había ido comprando en cada ciudad que visitó.

Siento que piensa en mí todo el tiempo y eso, como hermano mayor, me llena de orgullo.

Mis padres le permitieron elegir la carrera, siempre que tuviera que ver con el tema de los negocios, aunque no le exigieron que estudie ingeniería civil.

Les comenté que mi secretaría se casaba, que era la cuarta en el año, es que en cuanto aprendían a manejarse como yo lo necesitaba, me abandonaban.

Parecía obsesionado con el tema.

-Quiero una secretaria fea, que no se vaya detrás de un empresario.

-Ninguna mujer va a reconocer que es fea, y depende para qué hombre puede resultar o no, fea y vos sos misógino.

Me dice Angy, y creo que está ofendida por mi pensamiento.

-No es verdad, no soy misógino.

Discutimos sobre el tema, nadie parecía comprender mi situación y en la casa de mis padres estaban molestos conmigo.

Me despedí de mi familia, no quería seguir discutiendo sobre el tema, pienso así y el anuncio ya había salido.

Llegué a casa, revisé los correos electrónicos y nadie había mandado nada, ni un miserable currículum, después decían que querían trabajar.

¿Acaso todas las mujeres se consideraban lindas?

A lo mejor no era que se considerarán todas lindas, a lo mejor les daba vergüenza reconocer ante los demás que eran feas, pero tampoco es que estoy buscando una aguja en un pajar, simplemente busco alguien fea y con estudios, hasta es más lógico que una joven fea esté mejor preparada, ya que no tiene tantas posibilidades de tener pareja y de salir como una mujer bella, no sé porqué nadie le encuentra lógica a mis pensamientos, si es una ecuación simple.

Seguir leyendo

Otros libros de Miri Baustian

Ver más
Morir de amor

Morir de amor

Romance

5.0

El amor entre ellos surgió como por arte de magia, ambos eran médicos y la mejor amiga de la bella doctora era cuñada de Ramiro, ellos estaban compartiendo sus vacaciones. Era tan profundo lo que ellos sentían, que pensaban que al volver a su país, estaban en una pequeña ciudad cerca de la frontera, pronto se casarían y estarían unidos para siempre. De pronto el mundo cambió, tuvo lugar la pandemia del COVID, se cerraron las fronteras y ambos quedaron atrapados en el país vecino, decidieron colaborar en la clínica de la pequeña ciudad. Rocío terminó por contagiarse de ese cruel virus, que arrasó con media ciudad. La tuvieron que intubar, y aunque Ramiro quería quedarse a su lado todo el tiempo, los casos se multiplicaban y tenía que atenderlos. Una enfermera, que siempre estuvo celosa de la bella médica, dejó de suministrarle los medicamentos, en lugar de empeorar, Rocío recuperaba de a ratos la conciencia, en un momento Rocío tuvo una pequeña arritmia, un pequeño preinfarto, Charo, la enfermera, se apresuró a desconectarla, diciendo que había fallecido, amenazando a los médicos residentes, inventando que tenía un romance con Ramiro, que era el médico más importante, logró que metieran el cuerpo de Rocío en una bolso mortuoria, sin avisarle a él. Rocío logró recuperarse y con ayuda del destino, pudo salir de la bolsa mortuoria y de la ambulancia llena de cadáveres. Luego de esconderse en la que fuera la casa de sus padres, volvió a Argentina, el médico de la clínica en donde ella trabajaba, la acogió, protegió y le propuso matrimonio, ya que siempre estuvo enamorada de ella. Por agradecimiento, aceptó la propuesta, ya que sólo confiaba en él, un año después su esposo, fallece de cáncer, dejándole como herencia sus clínicas y una cuantiosa fortuna.

Quizás también le guste

Matrimonio relámpago

Matrimonio relámpago

Romance

5.0

Rhonda era una chica que amaba demaisado. Después de que su novio de varios años perdiera su trabajo, ella no dudó en apoyarlo económicamente. Incluso lo mimó, para que no se sintiera deprimido. ¿Y qué hizo él para devolverle el favor? ¡Engañó a Rhonda con su mejor amiga! Ella estaba tan devastada. Para hacer que su ex infiel pague, aprovechó la oportunidad para casarse con un hombre que nunca ha conocido. Eliam, su esposo, era un hombre tradicional. Él le dijo que él sería responsable de todas las facturas de la casa y que ella no tendría que preocuparse por nada. Rhonda se rio de él y concluyó que era uno de esos hombres a los que les gusta presumir de su habilidad. Pensó que su vida de casada sería un infierno. Al contrario, Eliam resultó ser un esposo cariñoso, comprensivo y hasta un poco pegajoso. Él la animó a ascender en la escala profesional. Además, la ayudaba con las tareas del hogar y le daba carta blanca para decorar su hogar. No pasó mucho tiempo antes de que comenzaran a apoyarse mutuamente como un verdadero equipo. Eliam sabía cómo resolver los problemas de la vida. Nunca dejaba de acudir en ayuda de Rhonda cada vez que ella estaba en un aprieto. A primera vista, parecía un hombre común, por lo que Rhonda no pudo evitar preguntarle cómo podía poseer tantos conocimientos acerca de diferentes áreas. Pero Eliam siempre ha logrado esquivar esta pregunta. En un abrir y cerrar de ojos, Rhonda alcanzó la cima de su carrera gracias a la ayuda de su esposo. La vida les iba bien hasta que un día, Rhonda encontró una revista de negocios global. ¡El hombre de la portada se parecía exactamente a su marido! ¡Qué significaba eso! ¿Eran gemelos? ¿O le estaba ocultando un gran secreto todo este tiempo?

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro
Quiero una secretaria fea
1

Capítulo 1 Quiero un secretaria fea

13/02/2024

2

Capítulo 2 Manos a la obra

13/02/2024

3

Capítulo 3 Peor

13/02/2024

4

Capítulo 4 Naturaleza generosa

13/02/2024

5

Capítulo 5 ¿Estoy fea

13/02/2024

6

Capítulo 6 Sus piernas

13/02/2024

7

Capítulo 7 Suerte, fea

13/02/2024

8

Capítulo 8 Curiosidad

13/02/2024

9

Capítulo 9 Tamaño ideal

13/02/2024

10

Capítulo 10 Tu amiga no es fea

13/02/2024

11

Capítulo 11 Houston, tenemos un problema.

13/02/2024

12

Capítulo 12 No pierde el tiempo

13/02/2024

13

Capítulo 13 ¡Qué mentirosa soy!

13/02/2024

14

Capítulo 14 ¿Se divierten a mi costa

13/02/2024

15

Capítulo 15 Cuñada

13/02/2024

16

Capítulo 16 Gaby perdió un embarazo

13/02/2024

17

Capítulo 17 Tienen un plan conmigo

13/02/2024

18

Capítulo 18 Fácil de manipular

13/02/2024

19

Capítulo 19 Caí como un idiota

13/02/2024

20

Capítulo 20 No encuentro explicación

13/02/2024

21

Capítulo 21 ¿A qué está jugando

13/02/2024

22

Capítulo 22 Mirando a otra

13/02/2024

23

Capítulo 23 Discreción

13/02/2024

24

Capítulo 24 Red Beach

13/02/2024

25

Capítulo 25 No tengo amantes

13/02/2024

26

Capítulo 26 ¿Sos inocente o te hacés

13/02/2024

27

Capítulo 27 El maldito italiano

13/02/2024

28

Capítulo 28 Malentendido

13/02/2024

29

Capítulo 29 Oportunidades perdidas

13/02/2024

30

Capítulo 30 ¿Lo conquisté

13/02/2024

31

Capítulo 31 Me enamoré

13/02/2024

32

Capítulo 32 Soy virgen

13/02/2024

33

Capítulo 33 Es mi novio

13/02/2024

34

Capítulo 34 Quiero ser tu novio

13/02/2024

35

Capítulo 35 Estoy agotada

13/02/2024

36

Capítulo 36 Analfabeto

13/02/2024

37

Capítulo 37 La reina del llanto

13/02/2024

38

Capítulo 38 Cuñadas dobles

13/02/2024

39

Capítulo 39 Me quiero casar

13/02/2024

40

Capítulo 40 Doble moral

13/02/2024