Login to MoboReader
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
DESCENDENCIA L U N A R

DESCENDENCIA L U N A R

Ana Montero

5.0
calificaciones
54
Vistas
2
Capítulo

"En un reino lejano, donde las diferencias sociales marcaban el destino de cada individuo, dos almas destinadas a cruzar caminos se encontraron. Él, un rey noble y benevolente en su trono. Ella, una plebeya de corazón valiente y lleno de sueños. A pesar de las barreras impuestas por la sociedad, su amor floreció en secreto, desafiando las convenciones y desatando una pasión arrolladora, desatando la más cruel de las desgracias y dejando en claro el porque las reglas no pueden ser cambiadas. ¿Podrán superar los obstáculos y encontrar la felicidad en un mundo donde su amor parece imposible? Descubre el encanto y la magia de esta historia de amor prohibido." Inicio: Miércoles 15/05/2024

Capítulo 1 CAPITULO 1: UN DIA NORMAL

Su único error fue haber mirado hasta lo alto de la cúpula y creer que una simple plebeya podía cambiar una nación llena de aves rapaces disfrazadas de burócratas.

Su corazón estaba cultivado por el amor, el respeto y la lealtad, pero la maldad de aquel castillo la condenó a la amargura. No imagino que el amor sería su paz y tormento, en realidad... Nada era como ella creía.

Erhan Alcalá de la Alameda se convirtió en su vida y muerte.

-Esther- se escuchó un leve susurro a través de la cortina que separaba aquella cama de la sala -Esther- volvieron a llamar al no recibir respuesta alguna

-A...Abigail, ¿Eres tú?- se escuchó una voz pastosa y soñolienta del otro lado

-sí, mamá volvió a enfermar- la aludida se apresuró en ponerse de pies tallo sus ojos y se encontró con su hermana -su temperatura es elevada- su mirada se cristalizó -le he puesto algunos trapos fríos para bajarla, pero no cede- Esther le miro desconcertada y camino hasta llegar hasta el lecho en el que se encontraba su madre, la cual estaba sudosa y su cuerpo temblaba a raíz del frío, ya que los trapos que cubrían su cuerpo no mitigaban el frío -hoy iré a cubrir su trabajo con la señora Mireya, te la encargo mucho Esther. En aquel cuenco hay algunas migas de pan y avena- señaló hasta la pequeña mesa, le dio un beso a su madre y hermana, para segundos después partir al trabajo.

Esther se apresuró en ir hasta el pozo del pueblo por un poco de agua, para seguir poniendo aquellos trapos húmedos en el cuerpo de su madre y así aminorar aquella fiebre.

Mientras que por otro lado, casi al límite de aquellos territorios se encontraba el rey Erhan en su cotidiano entrenamiento de esgrima, con su distintiva chaquetilla y su florete personalizado. En fracciones de segundo derribó a su oponente, al cual, luego le entendió la mano para ayudarle a ponerse en pies

-su majestad- llegó uno de sus sirvientes con un pañuelo sobre una bandeja, la cual extendió hasta este e inclinó su cabeza. El rey tomo aquel delicado pañuelo pasándolo por su frente, dio algunos pasos hasta servirse un poco de agua y reanudó sus pasos hasta sus aposentos, tomo un baño y se alisto para continuar con sus deberes del día.

***

Pasadas las horas Thallula abrió sus ojos, la tenue luz que se filtraba por la pequeña ventana la hizo volver a cerrarlos

-madre- musitó Esther suavemente, acariciando su mejilla izquierda

-Esther- su voz rasposa hizo mella en el corazón de su pequeña hija, Esther era consciente de que aquella fiebre se debía a alguna enfermedad grave, pero no tenía los medios necesarios para pagar los honorarios de un doctor o comprarle algún tónico para que mejorase -¿Dónde está Abigail?-

-ah ido con la señora Mireya a lavar la ropa del Marqués Roling- Thallula abrió sus ojos desmesuradamente recordando que ese era su deber, trato de ponerse en pies, pero su cuerpo estaba muy debilitado ya que en todo el día no había pasado bocado alguno a pesar de la insistencia de su hija porque así fuera

-debe quedarse recostada madre, su cuerpo aún está débil debido a las altas temperaturas y la falta de alimentos, vamos- le ayudo a sentarse - he preparado un caldo de verduras- su madre le miro conmovida - ya vuelvo- camino hasta la cocina y tomo un cuenco en el cual vertió un poco de aquel caldo que permanecía en la hoguera para mantenerle a temperatura

-Abigail no debió someterse a tal sacrificio- se quejo Thallula, ella sabía cuan pesado era aquella labor y no quería que su hija pasara por aquello

-no es un sacrificio madre, nada lo es comparado a todo lo que has hecho por nosotras- alentó su hija mientras le daba otra cucharada -además, no te encontrabas en buena salud para hacerlo- .

Una vez que terminó la sopa, llegó Abigail, se le veía más que cansada, sus ropas estaban húmedas y sus manos un poco peladas, pero tan pronto vio a su madre con mejor semblante todo aquel estropeó se desvaneció de su cuerpo. Esther le había preparado el baño, mientras le servía sopa para cuando terminase.

Encendió una pequeña antorcha ya que la oscuridad de la noche se cernía sobre su hogar, si bien era cierto que eran simples plebeyas, en un pueblo carente de muchas oportunidades, vivían decentemente, cada una tenía una cama y aunque no tenían una habitación como tal, las cortinas le dan privacidad, había una pequeña sala con una mesa y tres sillas, una hoguera y un estante con algunos cuencos y víveres. Su madre se ocupaba de que no les faltase lo básico para sobrevivir, pero sobre todo, les enseñaba como era la vida de la nobleza ya que en su trabajo con la señora Mireya, el Varón Roling era muy noble de corazón y algunas que otras veces le daba clases de literatura para que ella pudiera enseñar a sus hijas. Fue así como sus hijas pudieron aprender a leer y de tanto en tanto, el Varón le prestaba uno que otro libro para que las jóvenes sepan sobre modales, costura y cocina.

-madre, el Varón ha enviado este libro- musitó Abigail, mostrando el manuscrito - pregunto el porque de su ausencia, le expliqué y como sabe que no podremos pagar un médico, me entrego este libro sobre plantas medicinales-

-que Dios le pague al señor Roling- dijo Thallula mirando la vieja portada del libro -mañana le devolveré el libro de costura-

-no madre, debes cuidar tu salud, yo puedo ir por esta semana mientras su salud se recupera-

-no, el deber de ustedes es aprender todo cuánto puedan, yo ya estoy algo avanzada de edad y no podré hacer mucho dentro de poco tiempo, por lo tanto, ustedes aprendan todo de esos libros para que puedan contraer matrimonio y no tengan que mal pasar tanto - sus ojos se enrojecieron

-pero madre-

-Abigail, es mi última palabra y no pienso cambiar de opinión - se recostó sobre su cama dando así por terminada la conversación

Seguir leyendo

Otros libros de Ana Montero

Ver más

Quizás también le guste

Engaño y Venganza. Una esposa tonta para el millonario

Engaño y Venganza. Una esposa tonta para el millonario

Romance

5.0

Adamaris Campabell, sufre un accidente automovilístico, dónde su estado mental debido al golpe en la cabeza, pasa a ser el de una niña, aunque es consciente de algunas cosas, sus incoherencias avergüenzan a la familia Campabell, en especial a su padre. Quién ocultó aquella tragedia para que la empresa y la familia no se viera afectada siendo ella la heredera de la gran fortuna que dejó su difunta madre. La traición azota el corazón de Adamaris, quien al recuperar su estado mental se percata de los más vil, su hermana y ex prometido tiene un romance que ha sido aceptado por su propio padre, solamente por él beneficio social entre familias. Humillación, enojo y venganza, sentimientos que se despiertan en el corazón de la hermosa e inteligente Ada, por aquel falso amor de su prometido, por la cruel envidia de su hermana. Adamaris aprovecha la oportunidad que le ofrece la vida, cuando el destino coloca en su camino al hombre multimillonario y cruel que necesita una esposa que le dé un heredero. Adams Grey es prepotente, pero cauteloso en cada paso que da y Adamaris fue su ficha clave para contraer matrimonio y así, no permitir que su tío y primo tomarán posesión de la industria METALGREY. La cual deja grandes sumas de dinero y ha incrementado, gracias a él. Adamaris Campabell y Adams Grey se unieron por beneficio, él juró ayudarla a vengarse de los que le hicieron daño y ella, darle un heredero. Sin embargo el fingir amor complica la situación, el caos se desencadena cuando los que los rodean no quieren perder y aquel beneficio matrimonial se torna confuso y más para Adamaris. Su ex infiel la quiere recuperar ¿Será que Ada lo perdonará? ¿O Adams Grey se robó el corazón de Ada?

Si, aceptó ser su esposa sustituta señor Parrow

Si, aceptó ser su esposa sustituta señor Parrow

Romance

4.9

Sebastian Parrow, millonario, guapo, y muy cotizado, había anunciado su matrimonio con su novia María, con la cual llevaba años de relación. Dueño de una empresa de vinos de alta calidad, justo el día, en que iba anunciar su exquisito vino estrella, un accidente automovilístico acaba con la vida de sus padres, los cuales iban a celebrar junto a él, pero para desgracia de Sebastián, queda con vida y una ceguera total. Su vida se había convertido en un infierno, y su única esperanza era su novia María, la cual, lo abandona días antes de su boda sin importar los sentimientos y la condición en la que él se encuentra actualmente. La peor pesadilla de Sebastián se había hecho realidad, quedarse solo por ser un hombre ciego, el cual lo volvió un hombre lleno de frialdad y arrogancia. Una noche, una chica hermosa, la cual había sido drogada por un hombre maligno queriendo abusar de ella, logra escapar de sus garras, su única salvación fue subir a un auto, ya que su cuerpo no daba para más, debido a que la droga estaba haciendo de las suyas, y justamente, es el auto de Sebastián Parrow donde él se encuentra con un genio de los mil demonios porque su mano derecha estaba tardando. Aquel encuentro del destino, arrastró a Anastasia a ser la esposa Sustituta de Sebastián Parrow, a cambio de que él pagará los gastos médicos de su madre, ya que tiene cáncer avanzado y necesita atención con carácter urgente.

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro