Un ceo poderoso, cruel, que no cree en el amor decide casarse con la mujer más hermosa de su pais, ella obligada por la situación, por los problemas de su familia, por la traición del hombre que amaba acepta ser la esposa de aquel hombre para que le ayude a vengarse del hombre que destruyó su vida, que le hizo de todo para dañarla y robar la empresa de su padre. En ese intento de venganza descubren que el amor de ellos es.mas fuerte que todo pero se verán metidos en muchos problemas
Elizabeth entra a su suite de recién casada, entra con muchos nervios, con miedo a lo que ella sabe que será difícil de borrar, difícil de llevar.
De repente la habitación queda sumergida en una gran oscuridad, en unas tinieblas que solo hacen que su cuerpo se estremezca, que el miedo se apodere de ella. Su cuerpo grita que corra, que salga de ese lugar, pero su corazón le repite una y otra vez, ¡esto es por amor, por ayudar al hombre que amas, hazlo por el!
Escucha la puerta abrirse y ve como una sombra grande y corpulenta entra y se acerca a ella, no hace ningún ruido y mucho menos pronuncia algún sonido, la recuesta en la cama y le retira todas sus prendas de vestir, la toca por todas partes, ella solo puede llorar en silencio, dejar que las amargas lágrimas caigan.
Siente un dolor fuerte en su intimidad y unos minutos después ese hombre se levanta, Elizabeth trata de ver en la oscuridad, pero es imposible, sabe que nunca sabrá quien es ese hombre que acaba de salir. Lo que nunca podría olvidar es su aroma, la forma de su sombra, eso queda grabado en su mente.
Los días pasan y ella no puede aún olvidar a ese hombre, su mente insiste en torturarla y repetir ese momento, en recordarle lo miserable que es.
Nunca se imaginó que su noche de bodas seria la peor de toda su vida, que a pesar de que no fue forzada a nada, se sintió violada, se sintió desdichada, su único consuelo era ver que Lorenzo estaba bien y a su lado...
OCHO MESES DESPUES...
Elizabeth se dirige a la clínica, pues se ha cumplido el tiempo en que sacaran a su bebe, no esperaron a que fuera un parto natural, pues no quieren que ella vea y sepa el género del bebe y mucho menos su rostro. Eso fue parte del trato.
Despierta un poco aturdida por la anestesia, su primera reacción fue mandarse la mano a su vientre, y se da cuenta que ya está vacío, escucha a unas enfermeras hablar a lo lejos.
-Viste el rostro del bebe, es el niño más lindo que he viso, sus hermosos ojos oscuros,
-Es cierto, es hermoso, lástima que la madre nunca lo conocerá.
Las chicas se asustan al darse cuenta que Elizabeth despertó y que escucho cada palabra que dijeron, salen del lugar dejándola sola,
-Lorenzo, Lorenzo - lo llama esperanzada a que su esposo estuviera a su lado, pero solo se encuentra el mayordomo de su padre, Jacobo es un hombre amable y que la ha visto crecer, a él lo consideran parte de la familia.
-Señor Jacobo, ¿dónde está mi esposo, y mi padre?
El padre de Elizabeth no sabía nada del trato hasta ese día, pues siempre pensó que Lorenzo era el padre, cosa que le ocasionó un paro cardiaco y se encuentra muy grave en la misma clínica, pero es no fue lo único que ocurrió, Lorenzo los engaño y siempre y con otros socios los ha dejado en la ruina, tantas cosas a la vez lo tienen en el estado de salud que se encuentra, Elizabeth poco a poco se irá dando cuenta de todo.
Jacobo se pone nervioso y no sabe cómo contestar a sus preguntas, pues sabe la relación entre ellos y de Lorenzo no se sabe nada.
-Señorita, su padre... él está un poco grave, pues se enteró de todo lo del bebe, y tuvo muchos problemas en las empresas, creo que su familia quedo en la ruina su padre está en la UCI. "unidad de cuidados intensivos".
La desesperación se apodera de ella y como puede se levanta, se quita la aguja por la que le pasan los medicamentos, a pesar de verse sangrar no le importa, pues su único objetivo es buscar el lugar donde se encuentra su padre.
Jacobo trata de detenerla, pero sus esfuerzos son en vano, la angustia, el dolor que siente de ver que decepcionó a su padre, de que ella es la causante de lo que le ocurre la tienen así.
Elizabeth camina con dificultad, y su visión es un poco borrosa, de repente choca con un cuerpo grande, con un hombre muy apuesto, su mirada queda fija en sus ojos, son tan oscuros y profundos, es la primera vez que ve alguien con esa mirada, su cuerpo se estremece y siente mucho temor, nunca nadie había logrado esa reacción en ella, es su cuerpo, pero para ella el único hombre que existe es Lorenzo, esta tan perdidamente enamorada que los demás hombres en el mundo para ella no tienen importancia, ya no tiene fuerzas y se desvanece, el hombre la toma en sus brazos, llama a los médicos que al verlo corren y temen. Su imponencia, su fuerte carácter, es una persona que no acepta un no, es dueño de la mitad del país, así que al verlo todos corren a servirle.
-¿Cómo es posible que dejen que una mujer tan débil ande por ahí? Atiéndanla de inmediato –grita a todos e inmediatamente se encargan de ella.
Elizabeth despierta en la habitación aturdida y débil ha perdido mucha sangre, pero eso no le importa, lo que más lamenta es que no pudo ver a su padre, pero también se hace una pregunta ¿Dónde está su esposo, porque no está a su lado? Las enfermeras que están atendiéndola, le dicen que duro dos días inconsciente, pregunta quien ha estado a su lado, y se da cuenta que la única persona que estuvo visitándola es Jacobo.
Está muy triste se siente vacía, tiene miedo de que algo le haya pasado a su esposo pues siempre ha sido un hombre cariñoso, un hombre tierno y que la cuida mucho.
Días después...
Por fin le dan salida de la clínica, ella al verse siente algo de tristeza, pues a pesar que siempre tuvo claro que él bebe no era para ella, también sabe que es la madre, que lo tuvo en su vientre todo este tiempo, que pateaba dentro de ella y no puede evitar sentir nostalgia, sentir dolor, al menos le hubiera gustado cargarlo una sola vez, ver su rostro, saber cómo era, si tenía algún parecido a ella, pero eso sería algo imposible, y es mejor no pensar en ello.
El taxi la deja a fuera de su casa, una casa que compraron con tanto amor con Lorenzo meses antes de la boda, ese lugar es su hogar, el único que tiene pues su padre esta aun en la clínica y no se lo dejaron ver.
Elizabeth solo se pregunta por su esposo quiere saber ¿Cómo está, por que no fue a verla? Por qué le hizo esto cuando todo lo hizo por él.
Llega a la casa y la atiende uno de los empleados, no le permiten la entrada, ella pelea con ellos, pues es su casa, o al menos eso pensaba.
-Lo siento mucho señora, el señor Smith, no autoriza su entrada, nos dijo que usted no podía seguir.
Su cara cambia radicalmente, no entendía que pasaba, ¿por qué no podía entrar a su casa?
-Llámelo, dígale que estoy aquí, que venga a hablar conmigo.
-Él no se encuentra, salió desde temprano y no ha vuelto, lo siento señora, sé que usted ha sido muy bondadosa con nosotros, pero son ordenes – explica aquel empleado y se retira del lugar dejándola en la entrada de la casa con su pequeña maleta.
Elizabeth no entiende que pasa, Lorenzo y ella se aman, lo único que se le ocurre es qué es un terrible error, que esto no le está pasando, que todo es una maldita mentira.
Se queda sentada afuera esperando a que él llegue, pues le tiene que dar una explicación, él es el hombre que ella ama y por el cual sacrifico tanto, por el cual se metió en todo esto, no entiende que está pasando su mente solo revive esos momentos felices a su lado y la hacen pelear con ella misma diciéndole que todo esto solo fue un maldito error, que todo es una pesadilla.
Ya está anocheciendo y ella sigue a hi afuera con la lluvia cayendo. Sin importar lo mojada que esta, su cuerpo tiembla de frio, pero no se quiere ir sin verlo, sin saber de él.
Una luz la hace mirar a la distancia, un coche se acerca y ella lo reconoce de inmediato, es el de Lorenzo, su cara es de felicidad, ella sabe que por fin tendrá una explicación de todo, que por fin pueden hablar.
Lorenzo baja del auto al verla, su apariencia es de elegancia pues venia de una celebración, su cara es de desconcierto al verla.
-¿Qué haces aquí, por qué viniste?
Elizabeth no entiende su pregunta, pues es su esposa.
-¿Cómo que, que hago aquí? Se te olvida que esta también es mi casa. Explícame tú, Qué pasa contigo amor, ¿por qué no has ido a verme y a recogerme del hospital? – pregunta con ternura y tratando de abrazarlo, pero él se zafa de su agarre y la trata con indiferencia.
-No iba a verte tener el hijo de otro hombre, es una locura.
Esas palabras la ponen muy triste, siente un gran dolor en su pecho.
-Sabes que esto lo hice por ti amor, no entiendo tu reclamo.
Del auto se baja una chica con un aspecto hermoso, es una joven agradable a la vista, pero no más hermosa que Elizabeth.
-Amor, hace frio entremos a nuestra casa – dice aquella mujer dejando a Elizabeth helada por la forma en la que Lorenzo corre hacia la chica desconocida...
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