Login to MoboReader
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Padre Por Sorpresa

Padre Por Sorpresa

LUCINDA JOAQUIN

4.8
calificaciones
23.2M
Vistas
737
Capítulo

La expresión en el rostro de Nancy era difícil de definir, ya que había tomado una decisión que cambiaría su vida: se embarazaría de un hombre que no conocía. Y aunque solo lo hacía para poder pagar la operación que necesitaba su madre, en ningún momento se detuvo a pensar que esto cambiaría por completo lo que le deparaba el futuro. Tras haber pasado cinco años, ella se convirtió en una famosa pediatra, y un día, cuando salió del aeropuerto con grandes metas y sueños, el destino se le presentó en forma de una niña pequeña, cuyo padre no era otro más que el extraño hombre, Charles, quien en el pasado le había ayudado a Nancy a salvar a su madre. Incluso antes de que ella pudiera asimilar la verdad, estaba desconcertada por la inesperada llegada de este hombre con una niña, la cual presuntamente era su hija. ¿Qué haría Nancy? ¿Había más secretos de su pasado esperando a cambiar su vida por completo? Siga leyendo para descubrirlo en 'Padre Por Sopresa' con Manobook. Incluso antes de que ella pudiera asimilar la verdad, estaba desconcertada por la inesperada llegada de este hombre con una niña, la cual presuntamente era su hija. ¿Qué haría Nancy? ¿Había más secretos de su pasado esperando a cambiar su vida por completo?

Capítulo 1 Dos millones de dólares por un niño

"Señorita, mi señora me dijo que puede obtener dos millones de dólares si tiene un niño y quinientos mil si tiene una niña", explicó la anciana con tranquilidad.

"De acuerdo", asintió Nancy Ning.

Ella no tenía otra opción, su madre necesitaba desesperadamente que alguien pagara sus facturas del hospital, y sabía bien que su padre, Clark Ning, nunca pagaría ni una de ellas porque no le importaba.

Eso enojaba a la joven, pues no quería rogarle, por lo que trató de recurrir a su novio, Caspar Yue. Pero por sorpresa, solo descubrió que la había estado engañando con su media hermana, Fannie Ning.

Es verdad que, en tiempos desesperados se exigen medidas desesperadas.

Sin poder creer su situación, Nancy solo pudo reír.

En el cielo se asomaban rayos y truenos, rápidamente las gotas de lluvia comenzaron a empapar las calles y su delgada ropa.

Todos corrían tratando de encontrar un refugio, mientras ella se quedó vagando sin rumbo.

"¡Señorita!", escuchó que la llamaron, al voltear vio a una anciana, frunció las cejas y se le acercó, "Señora, ¿me llamó?".

"Solo quiero preguntarle su edad", dijo tomando las manos de Nancy, mientras la llevaba a un café para poder refugiarse.

Miró a la chica de arriba abajo, con mucho gusto.

"19", respondió.

"¡Oh!", la mujer hizo una pausa, "cuando la vi bajo la lluvia pude percibir que está pasando por momentos difíciles, ¿se encuentra bien?".

Su pregunta estimuló el llanto de la joven, y en un segundo, ya estaba sollozando en el hombro de la anciana.

"Mi madre tuvo un accidente automovilístico hace diez años, y está en coma desde entonces, ahora sus órganos están fallando, necesita cirugía, y yo... y yo...", sollozó de nuevo después de pronunciar esas palabras, perdía la esperanza de poder salvarla.

"Es solo un poco de dinero, niña, no se preocupe", le dio unas palmaditas en la espalda y continuó: "Además, conozco una forma en la que puede conseguirlo".

Tan pronto como escuchó "dinero", Nancy rápidamente se aferró a ella.

"Señora, haré lo que sea".

La anciana le sonrió y dijo: "Es muy simple, le pagarán si puede tener un hijo con mi joven amo", sin apartar la mirada, le preguntó: "¿Le interesa?".

La chica tardó unos minutos en procesar la información antes de asentir.

Sabía lo que significaba tener un hijo en plena adolescencia, a los 19 años. Si alguien se enteraba, su reputación se destruiría, pero si no conseguía el dinero, perdería a su madre, y ella siempre la elegiría por sobre todas las cosas.

Con su aprobación, Nancy fue llevada de inmediato a la mansión.

"Pequeña, vaya a asearse", ordenó la mujer, señalando el baño mientras le entregaba un camisón de seda. "Mi joven amo estará aquí pronto".

La chica no tuvo tiempo de admirar su entorno, solo asintió, "Sí".

La anciana arrugó los ojos con una sonrisa e intentó hacerla sentir más cómoda ante la situación dirigiéndole unas palabras: "No se preocupe, niña, él es un buen hombre, y la cuidará esta noche".

"Gracias", a pesar del consuelo, Nancy se sentía aún algo de inquietud.

"Recuerde apagar las luces una vez que haya terminado de refrescarse", indicó antes de irse.

La chica no dijo nada más, solo fue al baño a preparar su ducha caliente.

Una vez que terminó, se secó el cabello y apagó las luces antes de meterse a la cama, enterrando su pequeño cuerpo en las almohadas.

El silencio la hacía estar más nerviosa, se sentía cual animal esperando a ser sacrificado o vendido, sus latidos comenzaron a acelerarse, e hizo todo lo posible para calmarse.

El tiempo parecía estar detenido, tenía la sensación de que habían pasado horas antes de que la puerta finalmente se abriera.

Cerró rápidamente los ojos, pero incluso así, podía sentir una figura alta acercándose.

"¿Estás nerviosa?", la voz ronca la hizo estremecer.

"Un poco", admitió, agarrando las sábanas inconscientemente, temblando al pensar en el cuerpo imponente de aquel hombre.

"No te preocupes", susurró cerca de su cuello.

Su voz sonaba rígida, sin temblores. Hablaba como si estuviese haciendo una transacción comercial, sereno y tranquilo.

"Sí, señor", ante su expectativa, intentó echar un pequeño vistazo.

De repente, un rayo se reflejó en la ventana, haciendo que Nancy pudiera ver bien sus ojos oscuros, y parecía que él también pudo verla por primera vez.

La joven apresuradamente apartó la mirada, él se inclinó sobre ella, pasando sus dedos fríos por sus muslos y levantando su camisón. "Ya sea que me hayas visto o no, me olvidarás, al igual que yo a ti", sonrió el joven.

"Sí, señor".

Eso era todo, mientras se embarazara, el acuerdo estaba hecho y ella se habría ido.

Afuera llovía mucho, lo que ahogaba el ruido dentro de la habitación.

Nueve meses después, se escuchó un grito al otro lado de la sala de parto:

"¡Es un niño, señora Angelina!", la anciana salió corriendo del quirófano con un bebé en brazos.

"Muy bien... ¡Excelente!", Angelina Huang juntó las manos, haciendo una reverencia a la anciana que le había entregado a la criatura, "¡Tenemos las acciones!", susurró y continuó: "Mi hijo va a ser el heredero del Grupo TS, ¡oh, gracias a Dios!, ¡es un niño!".

"Señora Angelina", comenzó la anciana, y con un nudo en la garganta, continuó: "El doctor también mencionó a una niña".

"¿Una niña?", respondió sacudiendo la cabeza, "Con un varón nos basta, déjala".

"Entendido, señora".

Y sin decir nada más, se marcharon.

"¡Nancy se desangra!, necesita una transfusión, ¡denle una bolsa de sangre, de inmediato!".

"Sí, director".

Mientras tanto los médicos y las enfermeras hacían todo lo posible, con la esperanza de que esté a salvo.

Fannie, que acababa de llegar para hacerse un aborto, se detuvo. "¿Quién?", preguntó, alzando las cejas.

"Nancy Ning, ¿la conoce?", respondió la enfermera casualmente.

"No, no la conozco". Nadie percibió la crueldad en los ojos de la chica, la sala de parto era un caos total y no notaron que Fannie se llevó a la niña.

Años más tarde, Nancy salía con elegancia del aeropuerto internacional BJ. Vestida de traje de negocios, se quitó sus gafas de sol para admirar lo hermoso que estaba el día.

Habían pasado cinco años desde que había dado a luz. Aquel día, tan pronto como se despertó, recibió una llamada notificándole que su madre había despertado, y se dirigió directo al sanatorio.

Aunque había salido del coma, apenas podía hablar y moverse por sí misma, Nancy tardó un mes en encontrarle una buena enfermera, y cuando lo hizo, salió del país para continuar sus estudios de medicina pediátrica.

Estar en el extranjero la había ayudado a dejar todo atrás y a aumentar sus oportunidades.

En cuanto a su pasado, era un doloroso secreto que tenía que guardar.

Seguir leyendo

Quizás también le guste

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro
Padre Por Sorpresa
1

Capítulo 1 Dos millones de dólares por un niño

18/03/2020

2

Capítulo 2 Qué bueno sería si ella fuera mi madre

18/03/2020

3

Capítulo 3 Pijama de niño

18/03/2020

4

Capítulo 4 ¿Van a dejarnos dormir o no

19/03/2020

5

Capítulo 5 ¿Quién rayos se casará

19/03/2020

6

Capítulo 6 Una pregunta complicada

19/03/2020

7

Capítulo 7 Creo que te enamorarás de ella

19/03/2020

8

Capítulo 8 Sé mi novia

20/03/2020

9

Capítulo 9 La necesito

20/03/2020

10

Capítulo 10 Un hombre terco

20/03/2020

11

Capítulo 11 Mami es la mejor

20/03/2020

12

Capítulo 12 Una mujer experimentada

20/03/2020

13

Capítulo 13 Rencor

21/03/2020

14

Capítulo 14 Un truco bien planeado

21/03/2020

15

Capítulo 15 Un patito feo que no siente dolor

21/03/2020

16

Capítulo 16 Cooperación perfecta

21/03/2020

17

Capítulo 17 Papá tiene que conquistar a mamá

22/03/2020

18

Capítulo 18 No se haga la dura

23/03/2020

19

Capítulo 19 Aléjate de esa mujer

23/03/2020

20

Capítulo 20 Encuentro con una escoria

23/03/2020

21

Capítulo 21 Una mujer complicada

23/03/2020

22

Capítulo 22 Ella no es una chica fácil

23/03/2020

23

Capítulo 23 Debes recordar cuál es tu lugar aquí

23/03/2020

24

Capítulo 24 Papi, no mires

23/03/2020

25

Capítulo 25 Una mujer vulgar

23/03/2020

26

Capítulo 26 Ella no es tu madre

24/03/2020

27

Capítulo 27 ¿Dónde está mami

24/03/2020

28

Capítulo 28 Llámame señor

24/03/2020

29

Capítulo 29 Un juego

24/03/2020

30

Capítulo 30 Mujeriego

25/03/2020

31

Capítulo 31 Di todo lo que sabe

25/03/2020

32

Capítulo 32 Aguanta

25/03/2020

33

Capítulo 33 Sin necesidad de una cita a ciegas

25/03/2020

34

Capítulo 34 Come más

26/03/2020

35

Capítulo 35 Déjame ir

26/03/2020

36

Capítulo 36 Calidez

26/03/2020

37

Capítulo 37 No puedes dejar a papá solo

26/03/2020

38

Capítulo 38 Ella no puede huir

26/03/2020

39

Capítulo 39 Atrapada

27/03/2020

40

Capítulo 40 Dolor desgarrador

27/03/2020