/0/15964/coverorgin.jpg?v=b649c8bf1d38c54db2ca277e7afc1cb1&imageMogr2/format/webp)
Un jeep militar avanzaba a toda velocidad por la bulliciosa calle de los bares; su presencia era como una tormenta en el horizonte. El vehículo, el cual portaba la insignia de un oficial de alto rango y una matrícula distintiva, llamaba la atención de todos los transeúntes. Cuando se detuvo de golpe frente al bar Serendipity, que estaba iluminado con luces neón, sus frenos chirriaron, desafiando el bullicio de la vida nocturna.
Una puerta del jeep se abrió y luego se cerró con fuerza, evocando el sonido agudo de un disparo. Un instante después, apareció un hombre cuyo uniforme de camuflaje se mezclaba extrañamente con el entorno urbano. Su expresión severa y su mandíbula firme acentuaban su presencia imponente cuando entró en el jolgorio del colorido del bar.
Las luces de neón proyectaban un brillo sobrenatural sobre su rostro y las sombras jugaban sobre sus rasgos, mientras avanzaba con pasos decididos. El bar vibraba con los ritmos de la música electrizante y el murmullo de las conversaciones de los borrachos; sin embargo, él parecía llevar un silencio escalofriante a su alrededor, aislándolo del entorno.
En el mostrador del bar, Ryland Flynn estaba absorto en una conversación coqueta con el cantinero.
Cuando el militar entró, Ryland levantó la mirada; la neblina del alcohol desapareció rápidamente de sus ojos. El hombre imponente se dirigió al ascensor y Ryland, al percibir su urgencia, se levantó del taburete para interceptarlo.
"Señor Mitchell... ¿Qué lo trae por aquí esta noche?". Su voz titubeó bajo la mirada gélida.
Los ojos del recién llegado se entrecerraron y, con su voz profunda y autoritaria, preguntó: "¿Dónde está Renee?".
"Mmm... Creo que esta noche se quedó en casa", contestó Ryland entre tartamudeos y haciendo un gran esfuerzo por mantener la compostura, bajo el escrutinio mordaz del otro.
Sin dudarlo, el hombre presionó de una forma brusca y decidida el botón del ascensor hacia el piso superior. "Tienes treinta segundos para avisarle que estoy aquí", agregó secamente.
El corazón de Ryland se aceleró, al mismo tiempo que el pánico se apoderaba de él. Sabía perfectamente que no tenía sentido tratar de inventar una historia. Con sus manos temblorosas, sacó su celular y marcó el número de Renee Carter, justo frente al imponente hombre que se cernía sobre él. Como después de tres tonos no recibió respuesta, cambió a WhatsApp frenéticamente. Optando por enviarle un mensaje de voz, presionó el ícono del micrófono y susurró con urgencia: "Renee, tu esposo vino a verte. Ya está en el ascensor".
Su intento de mantener la voz baja fracasó miserablemente; sus palabras resonaron claramente en el estrecho espacio.
Cuando el ascensor se abrió, una risa gélida emanó de detrás de Ryland, enviando escalofríos por su columna vertebral. Luego, gotas de sudor comenzaron a acumulársele en la frente, un testimonio de su creciente temor.
Una vez que el hombre salió del ascensor con paso decidido, se dirigió a la sala VIP. Ryland, preso del miedo, lo seguía dócilmente, con pasos vacilantes y su mente corriendo a toda velocidad, en busca de soluciones.
Después de detenerse con brusquedad en la puerta, el hombre se giró levemente. Ryland, reuniendo un poco de valor, dijo con voz temblorosa: "Señor Mitchell, le aseguro que Renee no está aquí".
/0/15964/coverorgin.jpg?v=b649c8bf1d38c54db2ca277e7afc1cb1&imageMogr2/format/webp)
/0/19841/coverorgin.jpg?v=2ef0d85ea05de3cf348aa82b9cccdc80&imageMogr2/format/webp)
/0/5946/coverorgin.jpg?v=1a0abc5a09ccd9753092312157e86907&imageMogr2/format/webp)
/0/10057/coverorgin.jpg?v=d0e98e528960893692a86a89c1bd9d1d&imageMogr2/format/webp)
/0/18317/coverorgin.jpg?v=9c3be5e03292594a0182fe3b4e87f9b2&imageMogr2/format/webp)
/0/17822/coverorgin.jpg?v=3a2bbbc7ca91b3fd058a87496cf0eb23&imageMogr2/format/webp)
/0/18945/coverorgin.jpg?v=53cfe39833b4b20a04b9b447264fb65f&imageMogr2/format/webp)
/0/10901/coverorgin.jpg?v=1bb005b5a80beecabc9ec70150920bc3&imageMogr2/format/webp)
/0/12349/coverorgin.jpg?v=f38a4b8146ce837795043f5ed3085e55&imageMogr2/format/webp)
/0/10485/coverorgin.jpg?v=eb9036402d9528e06f1cd8dac32d4e04&imageMogr2/format/webp)
/0/19552/coverorgin.jpg?v=001ac54e0481b47088f98de39ba513e1&imageMogr2/format/webp)
/0/10510/coverorgin.jpg?v=df420b740512bd6e34f48473801b728b&imageMogr2/format/webp)
/0/17734/coverorgin.jpg?v=051fc21ac2c167c7f88f200731742b88&imageMogr2/format/webp)
/0/20978/coverorgin.jpg?v=d08a57f6da8407dbcdeef032afd6dd17&imageMogr2/format/webp)
/0/19826/coverorgin.jpg?v=8d8ff132b376ad2243798e5ce2aa4c68&imageMogr2/format/webp)
/0/11397/coverorgin.jpg?v=61e6f50ea786b581c4b900006eec69c1&imageMogr2/format/webp)
/0/395/coverorgin.jpg?v=d795b98f683743805bcab6141529853a&imageMogr2/format/webp)
/0/18337/coverorgin.jpg?v=7016557baa0dad55749c08452b02d195&imageMogr2/format/webp)
/0/13221/coverorgin.jpg?v=105c26a33cfa324abeb0ca747454f262&imageMogr2/format/webp)