/0/20819/coverorgin.jpg?v=749098e958d6b920eec403e16f3d4025&imageMogr2/format/webp)
Por quinientos pesos, le vendí un pedazo de mi dignidad al rey de la prepa. Tenía dieciocho años, me moría de hambre y estaba lo suficientemente desesperada como para aceptar su apuesta.
Esa simple foto destruyó mi vida. Me convertí en "Elena la de quinientos", la zorra de la escuela, perseguida por susurros y desprecio.
Mi madrastra y mi hermanastra se deleitaron con mi humillación pública, asegurándose de que mi vida fuera un infierno.
Pasé la siguiente década partiéndome el lomo para llegar a la cima de Santa Fe, pero morí sola, llena del amargo arrepentimiento de una juventud robada.
Hasta el final, nunca entendí por qué todos me odiaban tanto.
Entonces, abrí los ojos. Tenía dieciocho años otra vez, de vuelta en ese salón de clases, momentos antes de la apuesta que me arruinó. Una sombra se cernió sobre mi pupitre. Era él.
—Te veo a la salida —susurró Javier Macías, con una mirada de suficiencia en su rostro.
Pero esta vez, la chica asustada y hambrienta se había ido. En su lugar había un tiburón. Y yo estaba lista para jugar.
Capítulo 1
Punto de vista de Elena Herrera:
Me desperté porque me moría de hambre.
Era un dolor punzante y hueco en el estómago que se retorcía en un nudo apretado. Era una sensación familiar, una que había sido mi compañera constante en mi decimoctavo año. Mi cabeza estaba apoyada en mis brazos cruzados, mi mejilla presionada contra la tela áspera y desgastada de la manga de mi uniforme escolar. El olor a gis y a desinfectante barato llenaba mis fosas nasales.
No me moví. Mantuve los ojos cerrados, dejando que mis otros sentidos tomaran el control.
El zumbido bajo de las luces fluorescentes del salón.
El sonido rasposo de un lápiz contra el papel a unos pupitres de distancia.
Y los susurros.
—Mírala. Se la pasa durmiendo. Debe estar agotada de... ya sabes.
Una risita burlona.
—Por quinientos pesos, yo también estaría agotado.
Las voces eran jóvenes, cargadas de la crueldad casual de los adolescentes que se creían hombres. Las reconocí. En otra vida, una vida que terminó hace apenas unas horas en un lujoso penthouse en Santa Fe, estas voces eran un eco débil y patético de un pasado que había enterrado bajo una montaña de carteras de acciones y bonos de seis cifras.
Ahora, estaban justo detrás de mí. Frescas. Reales.
—¿De verdad lo va a hacer? ¿Macías? —preguntó otra voz, más baja, un poco más vacilante.
—Claro que sí. Es Javier Macías. Y ella es Elena Herrera. Es bonita, pero es más pobre que una rata. Haría cualquier cosa por dinero.
Esa era la apuesta. La que había destrozado mi juventud. La apuesta de quinientos pesos para que Javier Macías, el mariscal de campo estrella y rey de la prepa, consiguiera una foto comprometedora mía. En la vida que recordaba, acepté esa apuesta. La desesperación y el hambre eran una combinación poderosa.
/0/20132/coverorgin.jpg?v=d89f53df21255abcd46ec41c8a36d5cd&imageMogr2/format/webp)
/0/18298/coverorgin.jpg?v=111cd69808b29faa6be1923e3aa490cb&imageMogr2/format/webp)
/0/19543/coverorgin.jpg?v=8e832b926f567bc3401683dd4ddf9b50&imageMogr2/format/webp)
/0/21682/coverorgin.jpg?v=20dc46c2dadda0203b77c9c035965718&imageMogr2/format/webp)
/0/17371/coverorgin.jpg?v=5419b064c11b3d1fbf384bb7be8dceb3&imageMogr2/format/webp)
/0/18020/coverorgin.jpg?v=4d45de0c141de015047e9b14da52b513&imageMogr2/format/webp)
/0/18884/coverorgin.jpg?v=a3a2264768558854f731060da0de0a3d&imageMogr2/format/webp)
/0/14305/coverorgin.jpg?v=81f9777fd5de94dc78991570dbefdc08&imageMogr2/format/webp)
/0/18231/coverorgin.jpg?v=f77f06e0435454c54a5caf03dc3a2b3c&imageMogr2/format/webp)
/0/17531/coverorgin.jpg?v=8eba7bdfd874b2ed7a10352e300b7658&imageMogr2/format/webp)
/0/19062/coverorgin.jpg?v=424194a24f740aeb021ba9a6261aa1cd&imageMogr2/format/webp)
/0/17623/coverorgin.jpg?v=a05556ae70bf6b32453b0a2e51989dcd&imageMogr2/format/webp)
/0/10887/coverorgin.jpg?v=1bbe74535c8a87c645ca18d82f8177b3&imageMogr2/format/webp)
/0/19049/coverorgin.jpg?v=8fe37dc4d03f3b2ce355fe57a21ddb14&imageMogr2/format/webp)
/0/19059/coverorgin.jpg?v=371f5bd8c14faa4bb3c7e09809bd9ad5&imageMogr2/format/webp)
/0/21666/coverorgin.jpg?v=5d64b310722f39c9b61d80a7e0e8a437&imageMogr2/format/webp)
/0/19704/coverorgin.jpg?v=ba8a75c1c6e78ca9966629173eabbed2&imageMogr2/format/webp)
/0/21667/coverorgin.jpg?v=2c183d8521b55ba57cf3cde8807047d0&imageMogr2/format/webp)
/0/10915/coverorgin.jpg?v=617b0ecfb0c0332ac096c5079ae1c4e9&imageMogr2/format/webp)