Sistema Unificado De Conocimiento Ilustrado

El mayor capitán de la humanidad se encontraba desesperado. A su alrededor, la tripulación no estaban en una situación mejor, sus ojos estaban llenos de sentimientos negativos. Aunque seguían luchando, no parecían tener esperanza alguna,

Sus ojos hace tiempo perdieron cualquier rastro de ella, tan solo se encontraron rostros amargos, llenos de resentimiento y odio.

-!Capitán, reportando!

El silencio no fue un lujo en la cámara de mando, ya que los suspiros y gruñidos se escucharon emerger de cada miembro en su interior. Alimentando la tensa atmósfera asfixiante en la cual todos estaban emergidos. Junto a la resonante alarma que sonaba de manera incesante.

No hubo nadie que poseyera o alentara a cambiar la situación a una mejor, fue simplemente imposible, incluso una burla, un lejano intento de lo absurdo.

El capitán se mantuvo siempre frunciendo el ceño, contemplando la pantalla en su frente el cual mostraba los daños que sufrió el buque.

Aunque este estaba construido con la mas alta tecnología y materiales que la humanidad pudo lograr, aun estaba lejos de ser suficiente.

Casi la mitad de los motores fueron destruidos, el escudo hace tiempo había caído. Los generadores ya habían pasado su limite y era un milagro que aun estuvieran funcionando.

Bajo el constante asedio de los amorfos, el casco del buque había sido destruido en gran parte, muchos secciones se habían perdido, las cámaras de criogenización se habían desactivado, los sistemas de soporte vital fallaron en su totalidad.

Lo restante de la humanidad ya había perecido, los únicos que aun continuaban con vida era el grupo de investigación tecnológico y los técnicos en la cámara de mando junto al capitán.

El oxigeno dentro del buque se estaba perdiendo a gran velocidad debido a las fugas, con el sistema de soporte desactivado era cuestión de tiempo que todos mueran. Eso si fuera el único de los problemas.

-Hable soldado.

Exclamo el capitán con su voz pesada.

Aunque pidió que lo hiciera, no fue como si el no supiera lo que ya diría.

-A sus ordenes capitán. Reportando. El sistema principal de soporte quedo desactivado en su totalidad, la ventilación en todo el buque se ha perdido, debido a las fugas, el máximo de oxigeno en la atmósfera interior esta disminuyendo a gran velocidad. No duraremos mas de 10 horas en estas condiciones. Los amorfos se han infiltrado por la apertura del caso trasero, su avanzada ya ha eliminado a los pelotones restantes de robots y torretas estacionados en las área A-12, B5 y E1, su avanzada no se ha detenido hasta la tercera linea de defensa, pero solo es cuestión de tiempo hasta que sobrepasen hasta el area B2 y alcancen la sala del reactor.

Tras escuchar esto, el capitán soltó un largo suspiro antes de mostrar una mirada decidida.

-Pasa la orden, desvíen toda la energía de los reactores de fusión hacia los motores, iniciar protocolos de salto experimental warp. Ingresar coordenadas. Sector 12-00001.

Al terminar sus palabras, el técnico se volvió pálido por un segundo. Dudo un segundo antes de hablar.

-Capitán, esa coordenada es..

Pero antes de terminar se cayo, su mirada se hundió en sus pensamientos por un momento. Sus boca se abría en un intento de soltar palabras, pero estas se cortaban antes de siquiera salir.

El técnico volteo su cabeza hacia su alrededor, mirando hacia sus otros compañeros, solo para encontrar que no hubo nadie en contra de la decisión del capitán.

En su interior el técnico también lo sabia, lo había aceptado.

-Pasando la orden.

Junto al sonido incesante de la alarma, los técnicos en la cámara de mando realizaron todos los preparativos.

Muchos no pudieron evitar sonreír con sentimientos encontrados, algunos tenían burla, otros indiferencia e incluso excitación.

El capitán ignoro todo esto, el tampoco estaba ajeno a estos sentimientos.

Tal vez fue un ultimo acto de venganza, un ultimo golpe por mas pequeño que sea. Simplemente se rehusaba a morir sin llevarse a uno mas de esos amorfos a la tumba junto a él.

Unos segundos antes que apretara el botón y no hubiera marcha atrás, un hombre viejo entro en la cámara de mando.

Los ojos de este ultimo se encontraban rojos, su cuerpo hace tiempo había sobrepasado su limite en cuanto a podía quedarse despierto.

Usaba toda su fuerza para mantener una pizca de su conciencia y moverse hasta el capitán.

Varios hombres se levantaron para tratara de ayudar al anciano, pero antes siquiera de que pudieran acercarse este mismo les grito.

-Largarse, no necesito caridad, inclusive en la muerte no la recibiré.

Sus ojos rojos, junto a su voz gruesa e intimidante lo hizo parecer un demonio, aceptándolo, los hombres se retiraron.

Aunque no pudieron apartar la vista hacia el objeto que el anciano poseía en su mano izquierda.

Era un enorme tubo cilíndrico, de unos 50 cm de largo y 20 de grosor, su interior estaba lleno de un liquido semi transparente, rodeando lo que parecía ser una especie de chip negro, del cual brotaban diminutos tentáculos que se retorcían grotescamente.

Al capitán no pareció importarle la llegada del anciano, aun cuando este se dirigía hacia él.

Aunque no lo pareciera, el capitán también era un hombre viejo, solo que a diferencia de este otro, como el mayor de la humanidad, siguió un estricto sistema de entrenamiento que lo llevo a tener un cuerpo mucho mas resistente.

Fue parte y dirigente del proyecto del Cuerpo de la raza humana. Un sistema de batalla creado para contrarrestar a los amorfos.

Pero eso ya es cosa del pasado.

El capitán pese a su indiferencia, no pudo evitar sonreír al ver a este otro anciano.

Este era uno de sus últimos amigos que aun permanecieron con vida, aun luchando en busca de una oportunidad para la humanidad.

A pesar de poseer diferentes visiones y caminos, ambos lograron mucho por la raza humana, solo que al final, ninguno logro evitar, o siquiera retrasar la inminente caída de la humanidad.

Inclusive cuando el mismo capitán se rindió, este amigo suyo no lo hizo.

Aun permaneció encerrado en su laboratorio junto a sus otros compañeros y discípulos. Buscando una manera, una salida.

Se saltaron sus comidas y horas de sueño con tal de seguir con su investigación, el ultimo proyecto en el cual depositaron sus esperanzas, el cual nunca lograron terminarlo.

Inclusive si tuvieran el tiempo, y mayor mano de obra, dudaban de lograrlo.

Y gracias a los amorfos, esto se volvió aun mucho mas lejano.

Al final, solo este anciano siguió con la investigación, los otros habían caído en el sueño eterno.

-Veo que sigues vivo.

Hablo el capitán sarcásticamente, pero en su voz había un toque de calor. A pesar de las circunstancias, se alegraba de ver a este ultimo amigo suyo.

En ningún momento llego a poner sus ojos en el tubo de vidrio en las manos de este mismo.

No fue porque despreciara su trabajo, ni mucho menos, simplemente todo fue en vano.

El anciano por su lado permaneció callado mirando al capitán, para luego volver su vista hacia la pantalla, observando las coordenadas.

Claramente adivino lo que sucedía, por lo que no pudo evitar soltar un bufido de insatisfacción.

No por la decisión suicida del capitán. Sino porque el sistema de salto warp aun era un prototipo que él mismo había estado desarrollando, pero que dejo de lado por la urgencia del otro proyecto.

Con ojos venenosos, el anciano miro hacia el capitán, sus ceños se fruncieron de manera agresiva.

-No creo haberte dado permiso para usar mi tecnología warp.

El capitán sabia a lo que se refería, no fue un tema de autoridad.

A este amigo suyo no podía importarle menos los rangos, los anteriores altos cargos de la humanidad se encontraban insatisfechos con esta actitud suya.

Pero simplemente callaban, ya que su genialidad era una la cual no podían permitirse perder.

Lo que le molestaba a este anciano era ver como tecnologías no perfeccionadas eran usadas. Esto dañaba su ego como científico. No toleraba los fracasos, ni mucho menos el uso de tecnologías aun no desarrolladas en su totalidad.

El capitán no hizo nada mas que apretar los hombros en señal de "no queda de otra"

Aceptando este hecho, el anciano siguió su camino en dirección al capitan. No fue hasta estar frente suyo que se detuvo. De su bolsillo derecho saco una jeringa.

Al ver esto, el rostro del capitán se volvió pálido, siquiera los amorfos le llego a causar tal expresión, aun cuando lucho a las puertas de la muerte contra estos.

El capitán nunca llego a temer a la muerte, ni los amorfos, solo este anciano logro hacerlo temblar.

Pero pese a ello, el capitán no pregunto, solo se mantuvo quieto mirando hacia la jeringa, luego hacia su amigo.

Quiso preguntar, pero finalmente se rindió. Iba a morir de todas formas. Por lo que cerro los ojos y acepto su destino.

Sin siquiera preguntar, el anciano pincho en el hombro derecho al capitán, este frunció el ceño pero no largo un solo sonido.

Los segundos pasaron y el rostro del capitán de contorsionaba aun mas, pasado los 5 sg el anciano retiro la jeringa. En el interior de esta se encontraba una sustancia grisácea con sangre.

No dudo en inyectarlo dentro del tubo en su mano izquierda.

El capitán abrió los ojos, su mirada mostraba clara molestia.