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Las notas románticas de la marcha nupcial flotaban a través de un enorme y magnífico salón, mientras se desarrollaba una escena particular. Todo era tan ideal, que podría dar la impresión de que los invitados iban a ser testigos de una ceremonia de boda lujosa entre dos familias adineradas, pero estarían muy equivocados.
El gran evento que estaba teniendo lugar ahí era, de hecho, sobre citas a ciegas. Era la más inesperada pero más extravagante que haya ocurrido en City G. No solo contó con el patrocinio de la principal cadena de televisión de la zona, sino también de Xu Group, una de las entidades conglomeradas más destacadas de la ciudad. La participación estuvo limitada a personas de la alta sociedad y a jóvenes nobles de élite, así que no era un exageración afirmar que todos los asistentes eran personas sobresalientes en algún aspecto. Como esas fueron las condiciones del evento exclusivo, todos los jóvenes con intereses matrimoniales de las familias adineradas se habían apresurado en conseguir una invitación. Después de todo, era la oportunidad perfecta para forjar alianzas sólidas y duraderas con otras personas poderosas.
Mandy Su frunció el ceño mientras jugueteaba con la tarjeta de invitación dorada que tenía en su mano. Estaba sentada en un rincón oscuro del enorme salón, mirando a los miembros de la alta sociedad mezclados con una expresión de disgusto en su boca.
Había llegado solo hace cinco minutos y ya quería irse, porque además era fin de semana y odiaba tener que perder el tiempo en ese lugar.
Para ella, actividades como esa no eran diferentes a comprar un trozo de carne en el mercado. La gente allí sin duda elegiría a sus parejas de acuerdo con la riqueza que tenían y la influencia de las familias, era obvio que nadie esperaba encontrar su verdadero amor.
'Lo que sea, me voy de aquí', se dijo a sí misma.
Mandy agarró su bolso que estaba detrás de la silla y cuando se iba a levantar, sonó su celular. Lo sacó y abrió el mensaje que había recibido, sus ojos se abrieron sorprendidos y miró a su alrededor como un ladrón sorprendido con las manos en la masa. El mensaje era de su tía, advirtiéndole que no podía irse hasta que todo el asunto terminara. Claramente, tenía espías instalados en este lugar para vigilarla.
Una voz que sonó en un tono sórdido se escuchó encima de su cabeza: "¿Cómo una señorita tan hermosa está sentada aquí sola? ¿Te molesta si me siento?".
"Yo...", estuvo a punto de decir que sí le molestaba, pero apenas pudo balbucear las palabras antes de que el hombre se dejara caer a su lado. Al voltearse, se encontró con un rostro gordo y suspicaz que le ofrecía una sonrisa obscena:
"Hola, señorita, me llamo Victor Li y YH Group pertenece a mi familia". La verdad era que la había estado mirando desde hacía bastante tiempo y le gustaba todo lo que había visto de ella. Estaba acostumbrado a salir con mujeres hermosas y sexys, pero las puras e inocentes como ella captaban su interés cada tanto. De todas formas, sin importar el tipo de chica, estaba seguro de que solo con soltar el nombre de su empresa familiar la atraería a él como polillas a una llama.
"Ja ja...", Mandy sonrió incómoda y bajó la cabeza, haciendo como si estuviera atendiendo algo urgente en su celular. No había manera ni siquiera de que pudiera entretener a un hombre tan engreído, y esperaba que con su actitud fría fuese obvio su desinterés y lo hiciera irse de inmediato.
Desafortunadamente para ella, todas sus intenciones fueron ignoradas por Víctor, quien interpretó su sonrisa más bien como una invitación y su indiferencia como una forma de jugar haciéndose la difícil. ¿Y quién podría culparlo? De acuerdo con su estatus y de donde provenía, básicamente tenía derecho a creer que todas las mujeres se sentirían atraídas por él. Y así, envalentonado por sus propias expectativas sin entender lo que pasaba en la mente de la chica, extendió una mano y deslizó sus dedos a lo largo de todo su muslo.
Por las características del evento, se había visto obligada a llevar un vestido corto sin hombros, que complementaba sus curvas y le acentuaba las piernas largas y delgadas. Mandy era una belleza natural, con piel clara y rasgos delicados, además de tener una figura deseable. Si no hubiera estado agazapada en esa esquina, sin duda habría atraído la atención amorosa de la población masculina en la sala.
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