Atentamente, tu ex esposa
la no sabía que le diría exactamente, pero temía lo peor. Desde hacía varias semanas se había estado sintiendo mal y su médico de confianza le había mandado a realizar varios e
abía comentado el hombre en
servó las hojas que su médico le entregaba con los resultados de
–confesó el doctor– pero aún
rofundo y se dijo a si misma que todo estaría bien. Mark estaba con ella, estaba segura que él l
casa. Sentía tanto miedo sobre su futuro, pero confiaba en su esposo y
rido al entrar en la ca
mbras y el silencio la arropaba. Se suponía que Mark ya debería estar de
rano –se dijo mirand
, pero de golpe un recuerdo llegó a su mente. Se asomó por la puerta y miró hacia el garaje, pensaba haber visto el auto de su esposo, por lo que quiso volver a revisar y efectivamente, ahí est
k estaba en la alcoba del primer nivel, así que decidió subir las escaleras para buscarlo, pero cuando estaba a punto de llamarlo, la risa
exclamó la voz femenina
la alcoba. La puerta de la habitación se encontraba entre abierta, así que se acercó e intentó observar lo que ocurría dentro. Sus o
la rabia y la frustración que sentía. Acababan de darle la peor noticia de todas, le quedaba poco t
r manera. Alicia pensó en lo tonta que había sido y por primera vez decidió que no se quedaría simplemente llorando. Nunca más seria la mujer indefensa y víctima de todos. Desde ahora en adelante y
e gritó a su esposo qu
s aquí? –respondió
aquí? ¡Esta es mi c
cree –quiso explicar la amante
con ser la zorra que se revuelca con mi marido
le pidió Mark en tono serio
specta, este matrimonio se acabó –escupió mientras camin
o para llamar a su abogado e iniciar el proceso de divorcio. Sin embargo, la habladuría de la gente no se hizo esperar y pron
a comentado su amiga Lisbeth re
se lo había reprochado. Habían tenido muchas peleas a causa de eso y él solía hacerla sentir mal al recordarle que no había sido capaz de darle ese hijo que tanto deseaba. Ahora, tan sol
amilia de él trataba a la mujer con el mayor cariño del mundo, todos parecían excepcionalmente felices con esa unión, pero sobre todo, con el futuro nacimiento del bebé que aquella mujer llevaba en su vientre. Los obsequios y
el, quién además de ser una de sus más queri
ensado que el núcleo familiar de Isabel era distinto al de Mark. Ellas solían bromear con que el padre de Isabel había sido adoptado y por eso su esposa e hijos eran completamente opuestos al resto de la familia. De c
se mantenía en pie. Desde el día uno habían estado ahí para levantarle el ánimo y ayudarla a seguir adelante, después d
s fracasadas en el amor –h
–continuó Isabel intent
a verla con expectativa– El club de las felizmente divorciadas –excl
tigos de cómo cada una de ellas iba desde un comienzo romántico y dulce en su relación, hasta el triste y amargo final. Alicia acababa de introducir los papeles de divorcio y era la última de ellas que pasaba por ese agrio proceso, por lo que sus
co? –había preguntado
exámenes no hubiesen sido tan malos como Alicia profetizaba, pero la realidad era otra y todas
do estará bien. Nosotras estamos contigo –aseguró Isabel y la
tratar –afirmó
aron a hablar al mismo tiempo causando un revuelo. No sabían
más hicieron silencio intentando controlar sus emociones– cariño ¿qué dices? ¿por qué no
susurró a pu
s estaremos para apoyarte –aseguró Ca
so... es... al
or todo lo que está pasando con
aquello que planeaba decir s
taron todas al bor
y emba