DE DAMA A REINA
:"El inici
atrá
a Carolin
pequeño cuerpo, también debía de saber que no faltaron besos de buenas noches en su frente cada vez que estaba en cama cuando ellos estaban en casa, la niña que le llevaron a los juegos de distintos centros alrededor del país, de la chiquilla que le temía a las noches de lluvia, que
el amor más auténtico y puro que puede existir, fueron ellos quienes le motivaron a ser lo que deseaba, que no tuviera límites, que sus sueños sí se podían cumplir y que nadie debía detenerla, pero cuando llego a la universidad descubrió cosas, un mundo distinto, momentos disti
más, según su psicólogo decía que una persona así era especial, como los que padecían de esquizofrenia ellos tenían un don diferente a los humanos
dos, para muchos le podía parecer asqueroso, repulsivo e incluso un asesino en serie, aunque bueno esto último lo era; pero nadie sabía el trasfondo de ello. Solo era una mujer que liberaba al mundo a personas que eran un asco
umplió los dieciséis años ella lo recordaba como si fuese sido esa misma noche, un día lleno de nieve, el mes de diciembre, se suponía que ése mes era uno de amor, paz y muchos r
rmándose en una jovencita peligrosa que mató a un hombre con una piedra que le dejó el rostro desfigurado y que en el pecho le hizo una «C» con la misma piedra, sus ma
os color turquesa le hacia dar un toque de misterioso, ella tragó saliva y se frotó las manos cuando el apoyo una de las suyas sobre el hombro de ella, h
acento de él a ella le causo un escalofrío en su e
a encogiéndose de hombros,
a misma rapidez que el este se esfumó. Odiaba todavía sentir el aire q
nto así misma. Rodó sus ojos segundos después y volvió a fijar su mirada en sus manos esas que estaban bañadas en carmesí, e
rte de la misma masacre -comentó él, reco
llenará de un sonrojo poco inusual. Era un
ntó ella en voz baja, miránd
s donde por inercia se paso la lengua por los labios los cuales estaban salpicados de sangre, fue entonces donde ella dio su primer b
aginas -susurró cuando el aire les
illantes y apoyando sus manos en el pecho de él, sin
ntregó a él, fue su primer hombre, su primera vez, su primer en todo referente a su vida sexual y estaba ahora el t
∆
había sido así, por eso decidió estudiar Derecho con especialidad en casos Penalistas, aunque tomaba casos comu
aba muchas veces que en referente a su vida, ellos no deberían de meterse en sus pasos, aún así fueran malos, ella se prometió em
sidad, aunque no cursaban todos la misma carrera, las que estudiaban Derecho era Karev Montenegro y ella. Ambas fueron las mejores de la carrera en todo el tiempo en
tóxico a punto de vista de todos, aunque esté se enojaba cuando se lo decían; ya que era consciente de que todo lo qué le decían era verdad, aunque le causará enojó; pero no
tografía de todos vestidos como héroes, Mario de Capitán América, Raúl como el Hombre Araña, Karev como la Mujer Maravilla, Meredith como La
resando de esa manera que no se arrepentía de su elección. Una lágrima salió de su ojo izquierdo recorriendo su pómulo, cuando de sus labios salió un sollozó, esa noche fue cuando le avisaron que sus abuelos paternos habían fallecidos
etuvo por lo que parecía minutos, al observar la matrícula y modelo del auto y entonces supo quienes eran, sus pies se habían quedado pegados a la acera de la calle. Cuando ella pudo salir de su shock corrió con lágrimas en las mejillas, no supo
abogados que defendían a personas que conducían borrachos y drogados por una fuerte cantidad de din
, aunque ella tuviera esa actitud no perdió el nivel intelectual de sus notas, ya que aun asistiendo con resaca, dolores de cabeza y el estomago revuelto se mantenía como la mejor de su carrera. Pero entonces llegó un chico a la universid
r algo nuevo en referente al sexo, fue cuando recibió el primer latigazo y después continuaron más y más, aunque al principio el picor del cuero al contacto con su piel la incómodo y c
a tirárselo en el carro del año color blanco, dejándolo así apestoso al olor que poseía el huevo, aunque eso no quedo solo con eso; al contrario, a la salida Carolina se acercó a él con aparente normalidad, pero el golpe que recibió y que ella le dio en su mandíbula lo
Miami donde fueron ha pasar las vacaciones de verano, la fotografía había sido tomada por un habitante o turista del lugar no recordaba bien, Mario y Raúl se encontraban cargando a sus espaldas a Meredith y a Karev, mientras ella salía con los pechos al aire sacando su dedo de en medio. Carolina comenzó a reír al ac
los labios. El sonido de su teléfono la saco de la mirada que tenía en aquellos recuerdos que tanto apreciaba y que jamás o
mpiándose el rastro de l
de la línea -Por sí, se te olvidó -anunció Meredith -En
l labio inferior, su amiga tenía
dose su mano desocupada por el rostro -No tar
mucho a los habitantes por el inició de otoño; ahora solo se encontraba el cielo oscuro lleno de las estrellas que eran opacadas por las luces de la ciudad, soltando
acitos en sí misma, donde prefería ocultarse del mundo hasta que le pasará todo lo que sentía. Diez minutos después salió de su baño envuelta en una toalla mientras caminaba al armario el cual se
e tacón bajo. Tras estar vestida guardo en su bolso tanto las llaves del departamento, teléfono y el álbum lo llevaría entre sus manos para que todos disfrutaran recordando los primeros años en donde se hicieron amigos, siendo tan diferentes en todos los aspectos, pero a la vez tan iguales. Tras
todo tipo de alcohol llego a sus fosas nasales. Observo alrededor hasta dar con las manos alzadas de sus amigos, sonriendo comenzó a caminar esquivado a meseros y personas en s
dole una pequeña carcajada, había veces cómo esas que le causaban vergüenza ajena, pero para que negarlo a
ió Karev sonriendo mientras
vez Meredith -Éstas como me la r
aba sus mejillas y dándoles un pellizco en sus glúteos a a
s ojos llenos de diversión, haciendo que ella
cuello de él, entre ambos había una química demás que provocaba cierta tensión e
a -Algunas veces tu lado profesi
de él, quien tragó con fuerza saliva y le regalaba una sonrisa, a pesar de que él se
ra abrazarlo -Teníamos tiempo de no saber de ti, de no
ersión al ver la sonrisa de él, tras darle un beso en la
l mundo -dijo él haciendo que Carolina entrece
s y terminará sonriendo, su amigo era así. Algunas veces su form
a te vuelves más estúpido -menci
presencia en la mesa haciendo que Raúl sa
bebía de su copa -¿De que llorabas, cuando te
itarle el vaso a Raúl y tomarse de un solo tragó la bebida de él que era whis
otografías que salieron en el periódico cuando mur
ga había pasado, la ira que había sentido cuando supo
por desgracia un imbécil te ayudo a salir -exclamo ella haciendo una mueca en su rostro -Para nosotros tu salud mental tiene que ser lo primordial, siendo abogada te enfrentas a ca
temas tan difíciles para todos, podemos tener carreras distintas; pero sabes que no todos tenemos la capacidad de aguantar atrocidades o tener esa vena de que a quien defenderás es completamente inocente, qu
El destino fue puerco hacia años y decidió hacer de las suyas; pero en este punto de nuestra
nos, se ordenó no llorar, eso era algo que amaba de ellos, que le decían las cosas en su cara y
quello, aunque yo se los hubiera pedido a gritos. Ya no hablemos más de ello -pidió sonriendo -Traje el álbum para que disfrutemos de las imágenes que
lamo la atención de los demás, era una donde Mario y ella se encontraban con antifaz y sus ropas eran de la edad media, Carolina comenzó a toser al verla haciendo que su rostro comenzará a sonrojarse a una velocid
daba la entrada el enseñó la tarjeta doble para ingresar a la fiesta, la mirada del grandullón recorrió el cuerpo de ella deteniéndose en el escote y el volumen de sus pechos, haciendo que ella tragara saliva, pero alzando el mentón para que no creyera que le intimidaba. Y no es que lo hiciera, estaba lejos de
toque elegante, las luces rojas y blancas bailaban alrededor de los cuerpos de las personas que bailaban en el centro de la pista, los ojos de ella no perdieron ningún detalle del lugar, sintiendo como su p
sus labios. Mario se acerco al oído de ella informándole que se encontrarían ahí dentro de cuatro horas y que pidiera lo que quisiera en la barra, para después desaparecer de la vista de ella, ocasionado que los nervios se le activaran aún
clamó sulfurada y c
do de la nada, tomándola desprevenida sintió una mano masculina en su cintura haciéndola dar un pequeño brinco sobre el lugar y
la voz ronca en su oído -Vamos bail
or en su entrepierna. Una de las manos de él se movió con sutileza al contorno de sus pechos dándole suaves caricias con la palma y las yemas de sus dedos que estaban cubiertos por unos gu
a asintió y lo siguió cegada por el deseo que
a habitación, donde se comenzaron a besar con desespero y deseo. Las risas de los demás la trajo de regreso al presente, podía sentir
sonrojada -exclamó
s ojos y sonreía por lo que decía él, pero estaba segura que no mentía, que su rostro estaba ro
-El inició de una aventura llena de muchas expectativas y expe
ño que aunque hubieran tenido sexo nada cambiaba en su amistad, ellos eran esos amigos que tenían sexo ocasional, cuando las
Mario ofreci
grupo Aventura sonaba, la respiración de él le acariciaba su mejilla y movía sus labios hasta
surro él, ella l
el momento pero que en el lugar que se encontraban no podían besarse com
ndo no cog
ho de él, aspiro el olor de su fragancia, ese perfume cítrico y dulce que ella misma había mandado a que se lo hic
a y el asintió, no había que decir más pala
uerdos y sus sentidos comenzaron a estar a flor de piel, llenándola de un placer inigualable. La mano de Mario le acarició la pierna obligándole
? -dij
haciéndola rodar sus ojos -Disculpe si la molesto, p
por el rostro cansada de que e
ede dejar un mensaje contigo y que lo llamaré
a que ella poseía en esos momentos. Le molestaba realmente que sólo a ella le pasara cosas así. Soltando un resoplido audible guardo el teléfono, para regresar a la mesa y continuar atenta a la conversación que se d
esar, Carolina se dio media vuelta y apoyo las manos en el pecho de él, la respiración de ella había comenzado a acelerarse igual que su pulso, acerco sus labios a los de él y comenzó a dejar besos húmedos e
nos de ella se encontraban en su cuello. Cuando el aire les faltó, Carolina con sus manos temblorosas le comenzó a quitar la chaqueta y camisa que llevaba puesta, lo caliente de la piel se
nde les paso la punta de la lengua alrededor con una suavidad que le hizo gemir de placer, dándole un mordisco y estirándolo entre sus dientes lo sintió estremecerse de pie, siguió su camino que
esta se erguía en toda su plenitud, le hizo agua la boca a Carolina quién sopló con suavidad en el glande de él, causándole escalofríos en todo el cuerpo. La punta de la lengua recorrió el glande con una lentitud que le
Mario agarrando su cabello alre
pene de él en su boca era sordo y violento por las estocadas que daba, se follaba la boca de Carolina a gusto y placer. Ella saco el falo de su boca y dejo un reguero de besos en todo
ble lo caliente, amargo y espeso, le daba arcadas pero lo mantenía en su boca el tiempo adecuado para después escupirlo y enjuagarse su boca, el cuerpo de él comenzó a ponerse rígido y los embiste que hacía con sus caderas fueron c
ría otro cantar y realmente no deseaba deshacerse de ellos y comprar otros, tras enjuagarse se dio media vuelta para observar al hombre que le acompañaba esa noche, la sonrisa que le brindó él le
no de su casa, haciendo que ha ambos la calentura se les fuera y comenzaran a vestirse con rapidez, aquello era grave y delicado. Carolina podía sentir sus manos
ndo en su móvil lo que realmente había sucedido, porqué dudaba que ella le dijera la verdad, la sangre le hervía a fuego lento y cuando está estuviera en un punto donde apagabas la llama o la enciendes más sería peor. C
pagar todo y cada uno de los golpes que le habían dado a ella, se mordió el labio con tanta fuerza que se lo hizo
ar todo lo que te hizo ese hijo de puta -dijo acariciándole con suavidad el