Perdido en tus curvas
. Soy una mujer independiente, fuerte y valiente
del baño, me repetía una y otra vez, entre balbuceos, mi nue
uchado, pero el sonido del agua corriendo me ayudaba a calmarme, el vapor que em
ta del baño me hizo reaccion
¿S
mi abuelo Chester al otro lado de la puerta. Traté
de mi abuelo caminando por la habitación. - ¿Pasa
ación y no respondías, me extrañó y por eso me tomé el atrevimiento de entrar, discúlpame
música puesta, por eso no te escuché. - Le mentí, sintiéndome
que esta noche es la cena
ejor momento para tener que enfrentar a un montón de empresarios que seguramente discutirí
in embargo, si yo le decía la verdad sobre lo que me sucedía esa noche, la principal razón por la que no quería asistir a la cen
e encontraba, no lo soportaría. Así que, no tenía otr
é nerviosa y salió el primer nombre que se me ocurrió. - ¡Mike!. - Frustr
edo saber qué planes tien
na. - Inventé, no quería
aniversario?. - Mi abuelo continúo indagando desde el otro lado de l
mmm
... ¿Sabes qué? Te apuesto que esta noch
manos, respiré profundo para evitar que las lágrimas salieran a cántaros nuevamen
quivarlo, ¿Qué podía decirle para e
a de mi parte, mi abuelo decidió dejar la charla por el momento. - Bueno, te dejo para que te termines de arreglar, seguramente llegar
, todavía tratando de reunir fu
s noche
rse, mi abuelo se había ido, podía volve
e mis planes de esta noche, sino que también le mentí sobre mi rel
el paso del tiempo, una terminaba por hacerse inmune al dolo
día de nuestro aniversario, Mike me citó en un lindo café, algo muy inusu
Lisa, una despampanante, delgada y hermosa jovencita. Allí, frente a ella, él rompió conmigo, explicándome que se había enamorado de
l baño, pero antes de envolverme, voltee y de nuevo observé mi silueta en el espej
uro a mí misma. - Coloqué la mano sobre el espejo, palma sobre palma y me aclaré la garganta. - Yo, Ava, me juro que no volveré a enamorarme, no caeré en otra relación, de ahora en adelante, serán solo encuentros casuales, sin incluir sentimientos, por qué no lo
uesta a comenzar mi nueva vida, porqué d
es para esa noche. Me reuniría en un club con un grupo de amigas, ella
unión con los socios, eso sería inaceptable. Por eso le mentí, solo que no
f
te todavía estaba llena de inseguridades, me había hecho una
que entraba al club, en mi ajustado y diminuto vestido azabache de lentejuelas, erguid
o tenía un cuerpo perfecto y no podía negar que tenía unos cuantos kilos de más, por lo m
fundo y esos altísimos tacones, todas mis amigas pegaron un estruendoso grito al unísono, con