Amor en números rojos
lo carcomían. Estaba a punto de reunirse con su antigua rival comercial y para
. Ahora, se reunían en un elegante restaurante en el corazón de la ciudad de Barc
melodía de piano de fondo. La anfitriona lo dirigió a una mesa cerca de la ventana, desde donde podía ver la bulliciosa
rcaba a su mesa. Era menuda y hermosa, con
pez y seré su servidora esta noche. ¿Puedo
desconcertado por su belleza,
de vino tinto -respondió, t
aniel notó sus manos temblorosas y un dejo de desesperación en sus ojos. No p
con un impresionante vestido negro y tacones que acentuaban sus curvas. Obser
evo -dijo con voz sensual,
nte de entusiasmo-. Vamos dire
lgo de gusto verme, aunque sea por los v
, no queriendo record
de negocios? -sugirió y Ka
alles de su encuentro, Daniel se
en cuando, intrigado por su bel
es rebeldes en una mesa cercana, y no p
se inclinó más cerca, sus labios
émonos de los negocios por un momento y revivamos
zcla de ira y repugnancia, ella había prometido otro tipo de p
s. Nunca vuelvas a mencionar eso. Te lo advertí antes de acordar
tu empresa se hunda ya, sabes que no te queda bien andar con rebeldías. Que
na de platos, tratando de abrirse camino a través del restaurante lleno de gente.
o -se ofreció, tomando
o... Creía haberse deshecho de aquellas cursilerías de cupido, esto no podía estarle pasando otra vez, una part
ara mientras pidió un entremés más, no podía quitar sus ojos de enc
u mesa, su corazón latía más rápi
de que Ava se acercara a su m
portunidad para pregu
completo? -preguntó Daniel con
nta, sorprendida de que un hombre t
l se veía que era un homb
l, pero alguien tiene que hacerlo
co y precipitado, pero... ¿Podrías darme tu número de teléfono? Me gustaría volv
ealmente sucediendo esto? ¿Un hombre
por alguna razón no quería desilusionar a Daniel y
tosa de charlar un poco -dijo Ava antes de retira
mano por su lacio cabello azabache y sintiéndo
poderosa. Él sabía que deseaba, no... te
eguntas y dudas. ¿Por qué alguien como Daniel estaría int
tó en el mismo sitio, esta vez aquell
ntemente para hablar con ella justo en
o y Daniel conoció la vida caót
había recibido una notificación aterradora. Le habían dado u
omprometes con Anahí, o en todo caso vuelve con Karen. Todos depe
s muchachas jóvenes adineradas ya estaban comprometida
esperación y en su mente solo se atravesaba la
o también debía librarse de la presión de su madre de sentar cabeza. E
nsada del trabajo, preguntándose cuándo las cosas serían de otra manera
a su madre que últimamente estaba sola en casa, aquella llamada l
o pudo resistir mucho tiempo más, había tomado su telé
nos, ella respondió
aquella voz angelical
perar otro día para hablarte sobre algo que tengo
ada, pero su corazón latía co
señor Busch? -preguntó Ava
n el restaurante y no puedo sacarte de mi mente. Quiero hacerte una propuesta, al
qué podría ser tan importante para que
re mientras esperaba que Da
s... casar
n una fracción de segundo, el ce