Entre las sombras y el deseo
mientos suaves, acariciaban sus cuerpos, él tenía puesto un antifaz que ocultaba su ro
bre la detuvo bruscamente, se levantó de prisa, y sin pod
s hecho? Te explique bie
lo, me atrae demasiado, es
ir a nadie lo que aquí sucede, has firmado un acue
s que amenazaban con traicionarla, mientras tanto no m
salirse de su pecho, corría en medio de una terrible osc
la, hacerlo era muy difícil, y más cuando tenía tiempo sin salir de la mansión familiar, estaba
uchó el fuerte sonido de un claxon, después sintió que algo l
oma en el ambiente era diferente, desconocido para ella, se dio cuenta de q
intentó bajarse de la cama, en ese momento alguien la tomó suavemente por el brazo para detenerla,
bre al pensar que la chica estaría aún d
reguntó completam
ido un a
la habitación, pasó su mano una y otra vez al frente de ella sin obten
on ella, pensaba que al saber su nombre t
ha traído aquí? - Pre
no recuerdas
-Contestó a pu
el auto, lo siento, frene de inmediato, pero aún así no logre evitar golpearte, quedaste inconsciente, así que te traje
o. -Se sorprendió al saber que había
te aquí el tiempo que sea necesario hasta que te recuperes ¿Deseas
r que no me localicen. - Ava se alteró terriblemente ante l
rrido, aquí estarás a salvo. -Sintió el instinto de proteger a aquella chica aunqu
alia, reconocido en varios países por sus empresas dedicadas a fabricar cruceros y yates de lujo, ama
nte aéreo, cuando Mateo tenía 10 años, Guido su abuelo y Aurora su m
responsabilidad para alguien tan joven, pero después de todo para eso fue educado desde pequeño, por lo q
lieron de paseo como lo hacían cada mes, el auto en el que viajaban se quedó sin frenos, por lo que per
abeza al girar el auto, por lo que d
cabeza no había sido tan fuerte como para perder la vi
rarse de la muerte de sus padres, pero necesitaban hacerle diversos estud
o a que amaba la soltería para poder así disfrutar de varias mujeres, evitando todo compromiso, el hombre se mudo a vivir a la mansión Mil
ieciocho años, los había cumplido una semana atrás, la chica no estaba enterada de la existencia
eando su boda con la chica, el hombre la deseaba, no le había permitido salir de la mansi
cena, entraría a su habitación para hacerla suya, si i
os dos hombres eran realmente perve
a, sabía que era la única persona que
ras ella escapaba, preparó deliciosos platillos para que cenarán,
a un gran riesgo que la chica caminara sola fuera de la mansión, pero si ella l
cuando se dieron cuenta de que la chica no estaba, ya habían pasa
el que dividía las dos propiedades, se llevó el susto de su vida al verla ahí tirada, después de revisarla, se dio cuenta de que
o reaccionaba, cuando por fin despertó, pudo notar que era invidente, pues sus ojos no se posaban en él cuando le hablaba, se d
lo castaño, largo, sus ojos eran de un color azul profundo, en ellos se reflejaba una mirada p
ella, pensaba que necesitaba cuidados cuando menos hasta su recuperación, después ya vería que hacer, to