Embarazada del bebé que no era del Director General
padres de Vivian y Alice. Ellas podían elegir, sus padres eran más normales. A pesar de eso
e que mis bisabuelos eran mineros de oro y tenían el gran sueño de crecer en el imperio de la producción de joyas. Y así, de una simple idea, surgió una empresa multimillonaria, transmitida
poco por la hija que le quedaba por criar en un colegio de niñas. Hasta los 8 años, recuerdo que mis padres me tuvieron, más o menos como una familia millonaria normal, sin embargo, cuando mi padre enfermó, ella acabó instalándonos en New
a mi padre; él era todo lo que mi madre no había sido: cariñoso, atento, cariñoso, un buen padre, aunque no siempre estuviera allí. Solo quería volver a casa, incluso echaba de menos a mi madre, aunque no teníamos mucha
. - ¿Qué - tos - t
pequeña cantimplora de aluminio de la que
ido de protesta con la garganta mientras tomaba su propio sorbo de la bebida. - Joder, qué fuerte. - Se rió con aquella voz de mareo. - Nadie se lo va
hogada! - replicó, con la
o s
ue parecía distra
eo del coche al último volumen, esparciendo por todo el vehículo la melodía
dría haber dicho simplemente que no, pero estaba cansada d
lgas
as. ¡No
hombres, ¡sólo
s una gran directora gene
culado tod
ico
ic
ic
odía oí
esos años sola. Cuando ella o su asistente enviaban simples regalos en las fiestas. Cuántos cumpleaños, Navidades, Acción de Gracias, graduacio
rá dife
dome con ojos llorosos, mientras sost
palmaditas en la mano. - Tienes que sentirte
para mí que para ellos. - Pero creo
de un verano que pasamos en casa de los padres de Alice. - O seré decidida como tú. - Sonrío a Alice. - Pero yo quería ser yo, por un d
par de veces y miré fijamente a los ojos curiosos que había sobre mí. Fue entonces cu
las cosas tan complicadas? (S
fueras otra per
ida es
que obtienes y lo conviertes en Honestidad,
no
los ánimos y las emociones. Luego reímos, recordamos viejos tiempos, hicimos pla
sabía si ser