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Delirium: ¿ Amor, obsesión o locura?

Capítulo 2 El rostro verdadero

Palabras:1143    |    Actualizado en: 20/07/2023

lloriqueaba una chica rub

afiro, limpiándose el carm

el sueño de cada una de nosotras, encont

tiene intenci

enzo Rossi es el jefe de la mafia que controla la costa oeste, ad

e tiene que

a la mujer que quiera y te ha escogido a

nzó una c

é aquí tan

ida. Apenas aca

amó desde afuera y supo que era hor

eraba de nuevo Andre y

esto .- le dijo al guardia q

bajo, cálla

Lorenzo

creen las promesas que les hacen los

iente se negó

oble por tu culo. Así que cállate y en

ras de sí con lág

ro me pone verte

qué has

... aún no he probado todos tus agujeros.

lada. Tan solo de m

ma y la empujó agarr

te. - le rompió el vestido y la hizo acostarse

y el puñetazo de André en sus costilla

.- murmuró él agachándose p

la puerta abrirse. Fue el sonido agudo d

rando al verlo con el revó

y se lanzó hacia él querien

muró, pero el it

s a él.- apuntó el

iro. - Yo no quer

son ig

tías y me hizo entrar. Yo no querí

rrodilló fr

entró al cuarto presuros

rtí Jaque

e fueras en s

e se acerque a ella sufrirá el mismo des

la metió a un coche, cubierta

as ? - preguntó c

pronto inundará ese siti

pueblo y el camino de male

mirando a través de la ventanilla, con los

guste a partir de

ndo. - tart

io y a partir de ahora estarás siempre aq

do hacer eso.

sladada aquí. Tendrá una enfermera las veintic

o... ¿ Cómo

un hombre muy habilid

ro por dentro est

taba su madre cada mańana. Ella no sabía que r

un tiempo hasta que te encuentre

Zafiro, se sintió cada vez más libre para retamor su vida, como

cuencia a la ciudad. - dijo él entrando

los ojos confund

murmuró en

o de Lorenzo fue esc

r de veces... quería retomar m

él pateando la

ella saltó de la

i quiera intentar regresar a ese lugar lleno de hombres con los que te querrás

busca de auxilio, ni un alma en aquella casa respo

con esfuerzo la señora que se asomó

dentro... por favo

tó a Lorenzo que seguía pa

ntó el bastón intentando golpearlo,

rastrándose hacia ella. Escuchando como su r

sosteniéndola por el pelo para que mi

o tu culpa. Tuya y de nadie más. - le susurró al oído antes de

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