¡Acepto ser su esposa, jefe!
eo
a junto a todas las cosas en las compras, no me imaginé que sería de las últimas. Me negaba a cree
huir, no volver a saber de ella, ni sen
La única que no me había abandonado, pero hace dos días, apenas cuarenta min
var a la bebé, pero mi hermana también se me había ido. No tenía a nadie más
, mi secretaria con la tristeza mezclada en sus ojos
ntí en el pecho porque se suponía que debía ser fuerte. Todos espera
omento. - habló ella en un tono moderado. Todos se movieron in
la última que la tendría de es
ron. Podía decir q
carácter y actitudes. Saliendo como si nada al
nto a los periodistas que tomaban cada ángulo, caminó fielmente
, la cual dormía plácidamente, bajo el cuidado de la muj
tomé su mano. Era lo único que me quedaba y no tenía idea de como
ñor. - avisó Blanca desde la pu
de nada, además que la bebé comenzaba
n pedí una cita para la pediatra que la atenderá desde mañana,
la en brazos, ya que consideré que no era apto para hacerlo. Se volvió a dormir y me se
alabra urgente en letras rojas. Lo abrí leyendo su contenido solo para
re su caso. Se la llevarian con ellos