¡Acepto ser su esposa, jefe!
h
pregunta que hice al estar frente a la mujer de lentes que m
equiere un padre que puede cuidar de ella. - contestó como si nada, acomodó sus lentes para tomar una de las revistas que hojeó. - Revisando su información dimos con varios reportajes y entrevi
No fue lo único que
os a la revis
ar tal responsabilidad. Pero me arriesgaría con ese bebé" - culminó soltandola luego de eso. - Verá, con esas palabra
lo dudé, pero no me quedaba m
evaran, sería fallarle a mi he
vida como si nada. - era más un reproche lo que dijo. - No tiene más familiares para creer que le darán un hogar como se lo merece y necesita. L
mi estilo de vida si es lo que quieren por ella. - insistí con l
posa, una que al Igual que usted esté dispu
mentí sin baj
é? - pregunt
había dicho aquello, pero pareció dudar al menos.
ien. Con solo repetir la palabra en mi boca ya estaba sintiendo extraño
mos intentarlo para ver si funcionaba, cuando lo hizo ella no quiso salir al ojo público y
traparía en la mentira, más solo anotó en una hoja a
bebé. - dijo, al tiempo que escribió de nuevo. - Mire, señor O'kelly, entiendo que quiera a la niña, pero si usted la ama y desea el bien de ell
ró ho
de su matrimonio ser monitoreados por al menos seis meses para saber que está en
tros como tanto queremos. - dije incorporándome. - Con per
e quitó los ojos de encima, podía verla a través del cri
leven lejos de mí? Jamás, era mi sobrina y se quedaba conmigo, donde pertenecía. Aunque a
mí escritorio, tomé mi celular revisand
o todas eran igual de desinteresadas por formar un hogar como yo. Las a
iguiera mi mentira, que me acompañara en todo el proceso par
ero luego recordé que dijo no s
su vida en clubes noctu
quiera estab
urla a mi mentira, recordándome que en cualquier momento se vendría abaj
dolía al lleg
a agenda que tenía, poner a cargar el móvil y entregar mi saco al ver el reloj. - Son las siete y cuarto, en cinco minutos su auto estará l
la supo resolver. No era primera vez que lo hacía, pe
nía unos ojos hermosos, los vi el día en que la contraté, pero esa línea entre los laboral y lo personal no la quise cruzar.
cógnita ha
bió su mirada fija en la pantalla del móvil, segurame
gínese. - siguió sonriendo. - Fueron un dolor de cabeza, más Dylan que fue
en aquellos ojos tan parecidos al metal
to no los ve?
sto llegar con un portarretratos en el cual una fotografía de ella,
lanca? - las manos comenz
edió tomando su libreta para
oraría mucho y estaría dispuesto a pagar la cantidad que desee si decide ayudarme.
- se mostró dispuesta a cu
dula y atónita al escucharme, hasta a mí me pareció u