Conquistando a la Mujer del Mafioso.
n la que le latía, Kloe salió de la terraza, debí
- volvió a gritar George, sub
respondía Kloe, acercándose hasta su esposo para que
rge, por alguna razón él siempre pensaba
ó explicar ella, pero George apenas y la escuch
y escapar, lejos, muy lejos, donde nadie pudiera encontrarla, estar si un hogar y sin din
aba paralizada, ¿Qué le haría George ahora?- no entiendo para que te qu
ando la mirada, no entendía nada, ¿Dónde est
interrumpió George, encendiendo sus mejillas, pero con las manos atadas, no podía hacer nada o
más remedio que levantar la mirada, no p
ue siempre tienes que estar llorando como una estúpida, débil y estúpida.- escupió Ge
bía verse perfecta siempre, esa era otra exigencia de su esposo y está vez más, dado
ció por las fotos, en los cinco años que llevaba viviendo en la mansión Harper, ninguno de los hijos de s
orge, con una gran sonrisa, para todo el m
r?- respondió Dasha, quien parecía tener
añó levemente su padre, indicándole con los ojos qu
que ella fuera una buena persona y la ayudara con su esposo, por lo menos que lo convenciera de que
e algo, en privado.- escupió Dasha, viendo a Klo
más Kloe, alejándose de los verdaderos
ía hablar, ellos tampoco la entendían ni la comprendían, en r
a Lola, quien se tuvo que mudar al caribe estadounidense, Miami, por una enfer
odo esto, de esta enorme injusticia que cometían sus padres con ella, pero lamentablemente no lo había podido cumplir, seg
ubir a su habitación, para quitarse al fin los tacones que su esposo le obligó a usar
ba a la habitación y se tiraba en la cama, agotado.- Que bueno que Dasha pudo venir, ella es mi
e limitaba
dejas todo lo que haces y pones tu atención en mí.- gritó George, encendiend
blando, sabía que a George no le importaba que su hija e
no mueves un dedo por nada ni nadie y te atreves a ignorarme con la excusa de "estoy cansada"- seg
explicando Kloe, pero George ya es
da, si no...- la amenazó George, dejándole bien claro qu
tenía otra opción, Tom le había puesto la opción de acabar con George y quitarle de enci
ra por nadie.- le ordenó George a su esposa, quien empe
con un clima realmente hermoso, ideal para un desayuno a la orilla de la piscina,
norando a quien acababa de llegar, parecía que se trataba de cualquier persona, l
la cocina y tráeme un vaso con jugo de naranja sin hielo.- le ordenó Da
o como ardía su interior y viendo a todos lados, buscando a
pedido no era la correcta y ella no se dejaría tratar así también por la
lo hagas tú.- replicó Dasha, viendo con o
an ordenado algo?- intervino George, sin levantar