Emily y compañía
pero era mi obligación, protestar no iba a servir de mucho. ¡El cuarto era demasiado pequeño para cuatro personas! Es deci
brir y cerrar de ojos, ni idea de dónde la había conseguido. Por lo tanto, lo único que conformaba al cu
esadi
Me invadía un escalofrío al pensar en que dormiría con tres chicos, ¿qué probabilidades había de que fueran unos perve
donos para dormir, los chicos dejaron sus maletas afuera, en el comedor, porque
ocultarlo, se posicionó a mi lado. Al parece él dormiría junto a mí... ¡sería difícil acostumbrarme! ¡Esos desgraciados eran extremadamente atra
o, dejó caer su cuerpo en el c
el calor que hacía, que dramática acción, me recor
para que el frío natural entre
la madera y rodé las cortinas a un lado, haciendo
ción por unos segundos, me resultaba super incómodo porque como era un espacio pequeño, el calor abundaba y la sensación era un tant
la tensión que se había
ero por lo menos lo intentaré. Buenas noches -se acom
noches -susurré fingiendo d
der acomodarse al lado de Damián, me pareció gracioso verlo de esa forma, él todo amargado y actuando así
ura. No sabía si me podían tocar una nalga o algo así, era un sentimiento de incomodidad, yo estaba tiesa intentando no chocar contra Axel, no tenía sábana por el calor que solía hacer, por eso mi cuerpo
o me
.
aña en mi zona lumbar, como si una cosa dura chocara contra ella, su agarre hacía que fuera incapaz de moverme, en resumen; estaba atrapada. Pensé que todavía seguía dentro de mis s
ucedido el día anterior, mi ida al huerto, mi llegada
volteé con cuidado para poder quedar frente a frente, su rostro estaba demasiado cerca y aún no había dejado de abrazarme, solo logré que me soltara
el sol iluminaron su sedoso cabello, sus ojos cerrados parecían los de una princesa por las largas pestañas que lo adornaban, nunca imaginé
da como para que no me fuera, no estaba segura de qué tramaba ese tipo, empec
spierta? -susurró D
a -afirmé en otro susur
ayud
l estaba muy aferrado a mí. El castaño se movió hacia atrás, en un giro inesperado quedé libre, el alivio me recorrió todo el cuerpo, él se había volteado hacia la dire
tenía mi estómago debido a la situación extraña que contemplé. Axel estaba abrazando a Damián como lo hizo conmigo momentos atrás. El pobre n
amó en un bajo
ía acostado y su boca cerrada, mirada seria, como si no estuviese pasando nada malo, apoyando
llado. Asintió-. Debes aprender a ayudar
en tono burlón y se levan
tímpanos, no pensé que él tuviera tanto poder en sus cuerda
ló de un salto que
a a todos lados buscando un enemigo inexistente, era obvio que Jacob lo había asust
mily como a Damián, ¿necesitas un peluche para dormir o algo
rando palabras que no logré escuchar, pero pude deducir que nos estaba insu
r a Toby, mi peluche -confesó el castaño
edad siguiera usando uno, no sabía cuántos años tenía pero le calculaba la misma que yo.
tuve un osito de felpa
eguas que no era muy sociable, y que evitaba tener conversaciones con nosotros, o era yo que estaba delirando. Le tenía que enseñar a hacer amigos, la v
a mesa así que la recojí para leerla «preparen el desayuno, volvemos en la tarde. Con cariño, mamá y papá
el umbral de la puerta encontrándome cara a cara con Jacob, tenía dos platos en las manos, se dirigió a la me
ué
dudaba por un momento en si lo había envenenado. Me acerqué y era ensalada de repollo y zanahoria, con un trozo de pan como a
ctada por la situa
dboy -lo vi traer el resto.
tubeó, se sintió frío como el
rarnos con desprecio -lo provoqué, no sé,
lavar lo que había utilizado para no dejar rastro de suci
tá enve
sión de nariz arrugada por lo que acababa de decir, co
a de aire como si fuera difícil soport
inventes -bufó, haciendo
red que siempre pones frente a ti
ándose confundido
e había dicho, tampoco iba a tener una disc
edientes, supo mezclar los sabores y las especias incluso más que mi madre. Estaba bueno, delicioso, logró sorpren
s, ninguno preguntó quién había hecho el desayuno, solo se limitaron a comer, hablando entre sí, noté que se llevaban
do, debemos ir a saludar -agreg
estar segura. Caminé saludando a los vecinos y cada chico se presentó y saludó de igual manera, haciendo una reverencia-los obligué
conmigo, de hecho; llevaba plasmada en su boca una sonrisa de oreja a oreja y una expresión de niña bue
e es Brisa -dijo risueña, bes
que era obvio; tener a tres chicos guapísimos y adinerados de tu edad en el pueblo er
nos fingiría ser mi amiga para acercarse a ellos, pero
como ella siguió ignorando mi presencia y hablaba de manera cariñosa y coqueta con los chicos, cosa q
día -comenté interrumpiendo la con
zo un gesto de molestia, de desprecio hacia mi persona y se cruzó de brazos, lade
deberías irte sola a cuidar del huerto -soltó con
dientes con ellos -comencé a can
irnos, casi me los llevé arrastrados y ellos me miraban con confu
Siempre era así de enérgica, los chicos me seguían confusos y sin hablar al respecto, ninguno protestó ni nada por el estilo. To