Viviendo con el Enemigo
cosas, por lo que mi cara perdió el color, mi jefe tomó mi mano y la apretó, dándome el valor
era y cenariamos allí, todo desprendía un aroma a caoba y lujo, los candelabros
devolvió la sonrisa. Cuando el maitre trajo el menú quise morir, no sabía que platos eran est
espero no te mole
ay problema, si
lugar tienen los mejores vinos del mundo, los más fino
r al cine me conformo, soy muy sencilla, si me invitas
era me gustan las hamburguesas,
es, mezclarse con el mund
o quiero estar con nadie, no me
e gustaba el cine? Salir de compras en plena temporada de rebajas, correr baj
gó la comida, estaba delicioso, ni siquiera sabía que plato era,
sotros estaba mi madre, pero no se encontraba sola, sino con un hombre, no lo conocía, pero se
as puesto pálida
re-digo en un susurro, mientr
u mama, y el
adre, ni siquie
riñosos, así que tu
quiero que me vea, le dije q
alir conmigo? ¿Que edad tienes?
es conservardora-digo mintiendole-no qu
ivocado, soy t
a negarlo, el era la mejor cosa de este mundo y yo estaba pe
u pareja, incluso le da un beso, me quedo sorprendida, puedo sentir la mano de mi jefe apretar fuertemente la mí
, pero ella
tú? ¿Que estás
ma!
e adelanta, haciendo me tembl
estábamos cenando
vas arruinar el futuro de mi hija, no eres u
es una mujer, pero el mal ejemplo lo está dando usted con semejante espectáculo, porque tengo
madre lo mira con un desprecio increíble, su c
os-dice
eta déjeme decirle que su querido esposo va a e
ciado, como el p
como él, por suerte debe esta
necesitas apasiguar la furia de mamá, sino pagaría las consecuen
par sus labios en los míos, al principio mis piernas flaquearon,
tengo problema, solo tienes q
ria
oy s
sas, solo estábamos cenando sin compromiso de nada, pero lo que más me tenía dudosa era
un castigo, quise soltarme pero me dio una bofetada, estaba decepcionada de mi, le había fallado segú