Te prometí que volvería
Brian. A ambos les hubiera gustado estar juntos a cada momento de esos días, p
mana, pero la boda se fijó para el mes siguiente. Si no fuera porque ya había
a extrañado que tomara trabajos alternos, muchos de los cuales su hijo aborrecía, pero los ha
ndiente para encontrarse aunque fuera un momento con Charlotte, solo para
on la jefe de cocina de su mansión, como a veces acostumbraba, no para ayudar
n había tenido miedo de que Brian se echase para atrás, o que le hubiera o
ón le hizo humedecer los ojos al ver a su amado, que se veía tan gallardo y apuesto; Y era que Brian Lancaster descendía de un linaje noble venido a men
de los hombres del pueblo, sus ojos gris acerado con destellos azules eran el sueño de las jóvenes del pueblo. Eso, unido a su
, a pesar de su juventud, en una de las chicas más codiciadas por los muchachos de la localidad. Ella era simplemente
erse directamente a la cara, parecía, para quien los veía,
as naranjas en la mano- Y mi mochila de v
donde acordamos y allí la dejaré. Mis padres creen que iré con las chicas del club de la
dijo él e
contestó ella en
la mansión Reynolds con un montón de paquetes, la mitad
a, niña Charlotte? -dijo
te mostrándole una bolsa ll
l auto donde los esperaba el ch
, quien lo conocía muy bien, no lo viera. Sonrió viendo a l
a más rápida para alejarse del pueblo y llegar a la carretera gra
permitido hacer otros trabajos en la tarde y ganar dinero adicional. Dejó las vacas pastando, y abrió los cercados par
stalgia anticipada hacia la casa donde había vivido toda su vida se
ventana se volvió hacia su esposo qu
ndo, Richard -le dijo, pero este sólo
da del pueblo, cerca de allí se veía la iglesia
la izquierda y se quedó en
a bicicleta por el camino de grava, y en unos momentos más vio la
profundo beso mientras la estrechaba contra su c
e besarte, Lottie -le dij
n lo desea
la de la mano y dirigiéndose a un sendero que recorría varios kilóm
ora alcanzar la carretera interprovincial, donde pensaban hacer autostop o tomar un bus que los llevara al