MÃ vientre al Ceo
Ãtu
arada después. Yo quedo pegada ala puerta, mientras ambos se saludan
ta..? –por fin su vo
Yo
atento – murmuró la muje
al Hospital de Ola
svÃan hacia afuera. Aun siendo invisible, me llevaron. Cuando abro la boca
Luna?, me recla
orro olvidando enseguida lo ocurrido, atraviezo el lumbral del hospital preguntando por Luis. Me indica
ahÃ, sin tener que salir y mojarme. La secretaria me ignora, masticando un chicle color rosa
caderas pasa justo, y ella la saluda –Hola cariño – sonrÃ
chica ingre
me mir
que denotara que era e
Ãa –comenta y se
o no hay nadie para recib
o. Me doy la vuelta sin poder hacer nada más, salgo y me empapo, maldiciendo mi mala suerte, voy corriend
–quise saber
a, y es... raro su malformación –llora m
apia intensiva y siento que mi mundo se desmorona. Siempre fuimos los tres, Sol quedó embarazada cuando apenas tenÃa 16 años. Nuestros padres decidieron deshacerse de nosot
muro con una sonri