Mí vientre al Ceo
ítu
cuyo nombre no podía pronunciar, pero si me acordaba lo que costaba. Miré el numero llamado
mi mejor amiga, colgué el teléfono y la llame a e
uncia con tal tranquilidad qu
cer eso ¡Estás loca!
es así histérica, amiga yo no tengo dinero sino
se
reguntó y yo ase
ndo mi cuerpo, ni siquiera alguien me tocó mucho menos de esas maneras. No
a, a
ase para hacerme análisis, pero había
ga, ambas estudiando y la
a levante una ceja en mi dirección, deja los
im
ita ¿Qué puedo hacer? –quiero saber tomándola d
si tuvi
a, se pone de pie. Busca el teléfono en la barra. Teníamos una costumbre d
tada, Brianna tenia una mente un poco especi
las nueve te
na ¿no estás h
e eso avanzamos por la casa hasta llegar a su habitación, la observo en silenc
di
engo el cabello largo cuando se alisa, como en este instante. Mis labios cubiertos de un manto rojo, me hacen ver sensual
az Brianna? –pregu
s... alguien
o –comenté ater
sional no te
ada, pero ella se ve muy calmada y eso me desespera
Respira", me ob
propiedad. Mis ojos vagan en la escaza luz, también en lo bonita
o, malvado
alificativos,
stante trajo a mi memoria al profe
pie, levantando el pulgar para darme ánimos y yo me siento s
ampiro solamente con audición perfecta podría sentir. La puerta se abre y del otro lado, un hom
tirando la pierna para dar un paso, me detengo. Trago saliva
go esta
nto, me doy la vuelta. Encaro a esos ojos peculiarmente oscuros y sonri
acostumbro hac
tamp
estoy aquí y lo hago por dos buenas causas: para ayudar
go con mi vestido ajustado. Si me inclino, se me verán los calzones
cto. Estamos en una habitación con la cama perfec
cha la cama – se
te guste – comenta y yo,
e la ropa como
una manga de mi vest
ose a mí, su mano derecha desliza nuevamente la manga en su posició
able hacia arriba. Y yo me siento mas rela
rque me rio –confies
rvios q
pero jodidamente conocida ¿
tos encuentros? – le pregunto dire
ieres no pasa nada – comenta
aro
or eso yo... hago estos encuentros pero
ualquier cosa menos esto. Como que nose, "soy timido, no
ero asu
uve, no puedo decirle a cualquiera mis pla
idad, sentándose a mi lado y sonriendo