Tómame
viz
me estaba embebiendo su piel entera aún a sabiendas de que estaba mal. Fue tomarla en mis brazos en el coche y sentir su deseo
que poner su imagen desnuda en las pantallas. Tuve que mirar lo que hacÃa tan cerca de mi. Tuve que poner su desnudez en mi cab
co y sabÃa que la miraba, sus piernas permanecÃan apretadas como muestra del inmenso deseo que las embargaba. Esas piernas deseaban abrirse a cada lado d
udo oÃrme. Casi que me lo preguntaba a mi mismo. Estaba habié
ta ocasión directo a su posición, no
erfectas. Mi cordura se agotaba a cada segundo que pasaba sintiendo dolor en mi cuerpo de tanto desearla. La lascivia ganaba espacio en el amb
iras asÃ? -pre
a saliendo se de control mientras mis labios se abrÃan
ano y cerró el grifo, después se a
Kathryn? -inquirà alca
en cruz para motivarme a rodearla con
a la atraje contra mi -. Estás obedeciend
s ojos bonitos me tenÃan completamente seducidos. Estaba entrega
toalla y sentà tentación de quitársela de encima,
re en su lengua y casi me corro -. Me has pu
sus labios llenos -, no eres competencia pa
rla -. Los dos sabemos que estamos deseando al otro y que no podemos tenernos
a mi boca, a mis deseos, más sin embargo no podÃa acercarme, no podÃa tocarla...no podÃa ten
ue habÃa hecho, ya fuese demasiado tarde para que no importara nada...ya serÃa demasiado tarde para recular, para evitar que nos perdiéramos en el placer del de
ana sigu
a en mi casa a estarlo contigo -soltó un
ecer en el mismo punto: sin dormir. No ha
la tan cerca y
ser mÃa. A cumplir mis deseos, la h
lo habÃamos sentido pero no esp
e un poco más cuando sa
desayunar en bata, podÃa ver que debajo no llevaba nada puesto y me estaba volviendo l
rtilegio que me habÃa atrevido a despertar de su
tú has decidido y exigido ver todo de mi -puntualizó -, no veo
ndo mi pacie
amente igual -se puso de pie lanzando l
enseñadas a obedecer y esta, esta estaba enseñada a todo lo contra
hacerla entender que nunca podrÃa desafi
serÃan mis propios demonios quienes