La obsesión del mafioso italiano
ri
ación después de recibir ese beso de Vicenzo. ¿Qué estaba pens
o sé cómo es realmente, si le gusto o simplemente busca pasar el rato. Aunque enamorarse a primera vista pare
s, recordando ese brev
uradamente al oír la voz de Angeli
de repente-. ¿Hay alg
propias palabras. La cara de Angelin
a Vicenzo-. No sabía
er todo de mí -re
regunta a Vicenzo, q
la
sus curvas sensualmente, se sienta en uno de
gunta Vicenzo-. N
el papel
ngelina Novikova -le extiende la mano, y Vicenz
acer eso, pero un gran nud
nombre con su acento-. Soy Vicenzo
omento yo no existiera, y es por esta razón que he evitad
ngelina? Sé breve -i
¿No ves que estoy preocupada por ti? No quería que mal
enzo me mira con
ce a Vicenzo, y ya quiere jugar sus cartas-. Sabes muy bien que él y yo
mis manos entre las suyas-. Sabes que te quiero mucho y no
la aparto toscamente-
-, ¿no crees que estás sien
zo también la defiende como todos, cayendo en su encanto y belleza, dejándose llevar por su perfecto pap
ndo la mirada-. Solo quería saber cómo estabas. Papá y
-declaro, evidentemente molesta-. ¿Por qué no te vas? No quiero v
de nuevo-, es suficiente. ¿Es
o Vicenzo la defiende, y eso que ni siquiera la conoce muy bien. Eso me duele, me duele que to
orando-. Entiendo que no quieras verme después de ese ma
llo-. ¡Vete
y luego mira a Vicenzo-.
rse, caigo desplomada en el sofá, casi llorando, per
go? -me reclama-.
ro, dolida-. ¿Por qué
do bastante d
-. ¿Por qué te metes cuando no con
te que era tu novio? Fuiste tú
ara, pero me equivoqué, porque él sí se fijó en ella. Estaban coqueteando delante de mí como si nada. Pensé q
un impulso
su tono ahora suena molesto-.
ella...-mencioné, dolida t
calca, y me duele como si fuera una bofetada seca en mi mejilla-.
s calientes humedecen mis mejillas-. Después
un ademán de dirigirme a mi habitación, pero inesperadamente
isculpa en un susurro
anto en altura como en fuerza, es superior a
us brazos para luego posar sus manos en mis mejillas h
que me interesa saber es si él también está interesado
o -asegura-. ¿De
on ella -le recuerdo-
nción -explica, uniendo su frente con la mí
tármelo de encima, pero está reacio a so
retando ambas manos alrededor de mis caderas mientras que mis palmas
incluso que la defendiera. En tan poco tiempo de conocerlo, me ha gustado, y por
y puedo decir con certeza que me gusta. Vladimir también me gustó, pero era más un debe
casez de cariño que tengo, quisiera que sus ojos solo me
a los ojos-. Me puse celosa y me
ste que no
ajo la mirada, pero Vicenzo toma mi mentón
do de
e Angelina así como todos los que me han gustado -respondo
a la pared, y atrapa mis labios en un beso profundo. No tardo en corresponderle de la misma m
os devorar los míos de manera desesperada. Un hormigueo se apodera de m
jo que me toque, que me apriete contra él, que desgaste mis labios de tanto besarlos. Me gusta cada cosa
camiseta, pero en ese mismo instante rompo el beso al
nta él, agitado y con
on la cabeza-. Creo
vamente su herida se abrió de nuevo y em
a tra
er
o de la mano hacia el sofá-. Ir
ua y una toalla para limpiar su herida. Al regresar, él ya se
-le indico, tragando
ito las que están sucias de sangre. Humedezco la toalla y limpio su herida con total del
ngre, tirándolas a la basura. Al volver, Vicenzo aún reco
rgado de picardía-. Si ya me has visto desnudo antes, e incluso
sa parte referente al día de ayer. Aunque estaba casi mur
á mejor que permanezcas por un tiempo sin hace
da en sus piernas mientras que sus venosos brazos m
o miro a esos ojos azul
a mi mentón con suavidad, acariciando mis labios con ternu
tenso lo que Vicenzo acciona dentro de mí que sient
ndo por fin-. ¿A
o mirarme a los ojos-, pero sí sé que me gustas, quizás es
ortar a la felicidad o a tu desdicha. Odio que todo quede
o, apartando la cara d
a y me hace mirarlo-. ¿Qué es lo q
a historia? -ironizo, recibien
vocaliza-. ¿Ya puedes decirme? Quizás no cometa el mismo
de cariño y atención. Ver cómo mi hermana me arrebata a todos los hombres de los que me he enamorado, y ahora tener que lidiar con un exnovio acosador, unos padres que quieren usarme para beneficio familiar, y una hermana que sig
tá fruncido ligeramente, y su mandíbula tensa como si estuviera a punto de estallar de c
saber -pronuncio suave. Él toma mi man
as ese tipo de situación con tu familia. Ahora en
siona la parte trasera de mi cabeza, insertando su lengua dentro de mi boca. Quería que el beso fuera eterno,
o sonrojada-. No sigamos, est
asero siento algo duro que me presiona con fu
qu
rtarme que nuestros cuerpos se manchen con mi propia sangre
ostro en el hueco de su cuello
hombros haciéndome jadear en cada caricia. Es el único límite al que por el m