Mi Mate... Mi Alfa, Mi Amor.
Freya, d
spertarme mientras m
murando, luego me di la v
se trata de nuestros a
. Mi curiosidad lo superaba
-pregunté en
voz alta, luego me cogió de la mano y s
ar el sueño de mis ojos mientras i
ba saliendo. No sabía por qué, pero
ustas, gem
ebrada. Se produjeron muchos c
or, donde encontré a muchos miembros de la m
. Se encontraba a unos metros de los gemelos, que pe
uy molestos porque nadie les había llamado tan abiertamente homosexuales. Lo que
as y luego les se
eso? -pregunt
n para ver claramente la
te unos minutos y luego levantó
todos y muy servicial, pero en cuanto se emborrachaba se convertía en todo lo contrario, ins
ro en cuanto el alcohol se mezclaba con unas gotas de acónito, su sist
hombre lobo y le causó la muerte. Era veneno para nosotr
ontañas, su jugo servía como veneno que corroía a cualquier ser sobr
? -dijo Cristian con severidad y se detuvo a
ellos tienen boca, eres su perra o qué? -preguntó Sirius en voz a
iso moverse, pero se detuvo cuando
siempre miraban aburridos y tratab
espués, ¡basura, escoria! -Y sin más, Sirius escupi
redador tras una miserable presa, un viento frío pasó por delante de mí haciéndome temblar y encogerme, no se podía ne
lo a la cara, pero fracasó terriblemente, y tuvo qu
, su lobo en realidad reconocía a los gemelos como sus líderes, l
, por favo
del cuello de Sirius, asegurándose de que sus garras se clavaran bien en su carne.
clavaron más profundamente mientras lo observaba con una sonrisa, era com
funto padre volvieron rápidamente. El maldito bastardo no tuvo piedad mientras lo masacraba, ellos tambi
i cuerpo estaba caliente y empecé a sudar much
asa? -preguntó
ervando todo, se acercó y susu
ajé la mirada con miedo. No sabía por qué miraban en mi dirección,
a sus lugares! -ordenó
n voz baja cuando todos comenzaron a regresa
as pegadas al suelo y no me quedaban f
di un paso adelante arrastr
e levantaron como en un baile, levanté la vista rá
itas una mano. -s
, pero ahora parece enferma. -comentó E
sus habitacion
queda a tu izqu
ta, jovencita, la llevaré h
o, y luego me tensé al ver que los g
ente mi cabeza contra el pech
tener miedo de nada, no
spués de todo era un alma
a. Me aparté lentamente de su pecho y noté que
pezaba a subir las escaleras conmigo
ierda. -re
. -dijo y l
gracias, es s
var a una mujer hermosa como tú en m
amable como Cristian, así de cariñosa, pero los dese