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EL EX DE MI HERMANA

Capítulo 2 SOLICITUD DE DIVORCIO

Palabras:2231    |    Actualizado en: 15/05/2024

una mano toca su espalda, y se gira con algo de esperanza, creyendo que puede ser su esposo, que fue a buscarla arrepentido por lo que dijo, pero es Lorena. Sin poder evita

sa. —Lucia, lamento si te hice daño con mis palabras. —Se acerca y coge su barbilla y levanta su rostro para que lo mire, viendo sus ojos rojos e hinchados por el llanto. —Pero, lo que dije, es la verdad. Quiero el divorcio. —Debo irme… Macarena me está esperando, para ver unas telas. —Intenta escapar nuevamente para evadir la conversación, y Lorena, que se esconde tras la pared, observa atenta. —¡Lucia! —La toma del brazo. —No cambiaré de opinión, así que no evadas más el tema. He tomado una decisión y espero, la aceptes. —¿Aceptar? ¿Me pides que acepte que ahora después de 15 años de estar juntos me quieres dejar? Él libera un gran suspiro sintiéndose mal, pues si bien es cierto que por mucho tiempo estuvo enamorado de su esposa, también es cierto, que ahora está enamorado de otra mujer. —Te pido que aceptes, que a veces las cosas cambian. —¿Qué cambió? —Lo mira muy alterada, y al ver su silencio, se llena de ira, y lo empuja con sus manos. —Dime, ¿qué cambio? —El amor. Ya no estoy enamorado de ti. —Lucia siente como su corazón, su alma y todo su ser, se destrozan. Una opresión en el pecho, la hace sentir un dolor inexplicable, como si le faltara el aire… Por un momento, siente como sus piernas tambalean, pero se queda estática, intentando entender el porqué ya Santiago no la ama. Y su única explicación, es su cuerpo. —¿Acaso es por qué ya no soy tan bonita como antes? Mi cuerpo descuidado y con kilos de más no te agrada. ¿Es eso? ¿Ya no te parezco linda, ni atractiva? —No… No es eso… —Dice sintiéndose mal, porque la realidad es que desde hace mucho dejo de desear a Lucia. Es cierto que no le parecí atractiva, y que en muchas ocasiones le daba vergüenza que la vieran con ella. —Sí, lo es… puedo verlo en tus ojos. Y por eso no puedo aceptar que te divorcies de mí. Volveré a ser la mujer de antes, y haré que te vuelvas a enamorar de mí. Sale, de la casa, con nada más que el teléfono que estaba en su bolsillo, sin esperar a que Santiago le diga algo. Llama a su amiga Macarena, y se encuentra con ella, para sentirse de alguna manera apoyada, en la decisión que acaba de tomar. … —¿Por qué estamos aquí? —Pregunta Macarena, al ver que están en una clínica estética. —¡Porque quiero volver a ser linda! —Afirma Lucia, que se acerca a la recepción, donde le informan que el doctor no podrá atenderla, porque para realizar una valoración inicial, debe tener cita previa, por lo que aprovecha entonces para agendarla. —¿Esto lo estás haciendo por Santiago? —Pregunta Maca cuando salen de allí. —No… —Afirma sin mirarla a la cara y sigue caminando… —¿Ah, no? ¿Entonces por quién? Porque hasta donde sé, tú eres la persona más cobarde que conozco, y sé que jamás te someterías a este tipo de cirugías, por voluntad propia. Dime, ¿acaso él te lo pidió? —¡Claro que no! —Afirma y por primera vez ve a su amiga a los ojos que se fija en la hinchazón de su rostro, denotando que había llorado. —¿Estuviste llorando? —Pregunta, y Lucia, sin poder contenerse más, se le llenan los ojos de lágrimas y se arroja sobre su amiga… —Lucia, ¿qué ha pasado? ¿Por qué lloras? ¿Tanto quieres esa cirugía?, si es por eso, está bien… te apoyaré. Aunque, no necesitas de esto, con un poco de ejercicio, podrás estar en forma de nuevo. Además, me retracto de lo que dije, Santiago es un tonto, pero tú siempre has dicho, que a él no le importa tu peso. Lucia al escuchar estas palabras llora aún más fuerte, con desconsuelo, y algunas personas que pasan por ahí la observan mientras Macarena no entiende qué pasa. —Lucia ya no llores por favor. ¡Me tienes preocupada! —San… Santiago… me… me… —¿Te qué?… —Me dijo que ya no me ama… —¡Eh! —Es lo único que exclama Macarena, quien abraza a su amiga sintiendo tanta pena, ya que sabía lo mucho que Lucia amaba a su esposo, y era una persona tan buena, que solo merecía recibir amor de los demás. —¡Ay Lucia! … Más tranquila en el apartamento de Macarena, Lucia le explica todo a su amiga que al prin

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