Enamorada de Colin
zá no tenía tanto trabajo como su jefe, p
con la delgada colcha en sus brazos. ¿Entonces
cercó y le tomó la mano mientras ella extendí
? ¿Qué clase de hombre eres?" Él apretó los dientes. Sofía continuó: "Ya que tratas de deshacerte de mí co
pudiera encontrar una manera, n
. No haré nada que haga infeliz a mamá. Pero si quieres hacerme
ué no te casaste con mi madre? ¿Entiendes? ¡Ven aquí, Sophia Lo!", Colin p
ás haciendo? ¡Col
ién voy a contribuir a hacer realidad el deseo de Wendy.
que levantó su mano derecha y lo abofeteó. El sonido de la bofe
mujer. Su mirada se volvió cruel y fría. Por primera vez, Sofía
ostura, "¡Cómo te atreviste a llamar
volvió inexpresivo. Se dio la vu
ción, Sofía descubrió que
preguntó quién le diría a C
o Paulo? Había estado de visit
ella cuando se fue, Pero eso no tenía sentido. Nunca
o que estaba casada cuando se dio la firma del contrato, ni de
vitarlo. Había sentido tanto placer al n
idió romper el contrato, Sin embargo, sus acciones no habían resuelto nada. Tuv
e hablaron por el
la mañana siguiente, est
evantó. Escondió la colcha delg
ayunando. Cuando la vio, el sirv
dó a Wendy e
ndo le hizo una pregunta al respecto. Después de que Colin salió d
rto?" Wendy hizo memoria pero no re
üenza. ¿Cómo podría decirl
interpretó como que simplemente
bos querrían mantener
"Bueno, es hora de que vayas a trabajar. ¡
suspiro de alivio, "Es
ída
r eso se habían ido por separado, Pero estaba equivocada. Despué
olían ser muy grandes. Sofía llevaba caminando más de diez
¡Ay! ¡Iba a
, pero llevaba
selos y correr al
. Se quitó los tacones negros y salió por la puerta,
caminó hasta la esquina de la carretera. Antes de que pudiera
o bajó y vio a Colin en e
había
vio sus pies descalzos. "¡Per
lejó, dejando atrás a
.
a haberla
só que él la llevaría a trabajar p
ue Coli
haber sido
a noche anterior, ¿y pensa
tado de ánimo de Colin, sabía
, llegó a la oficina un minuto
en el grupo SL era má
o su ropa favorita y disfrutado de
ó de la máquina de asistencia par
secretaría privados. Para facilitar las cosas, el vestidor de l
jeres. Salvo Sofía y Jimena, las
y la miró con aire de superioridad: "Mírate en un espejo. Eres tan gorda y tan f
o hasta la rodilla con un pequeño saco bla
comprado estas prendas en una pequ
a como las marcas internacionales que
rencia, se veía bien, Pero, ¿fea? Eso era completamente falso. Era cierto que su piel había comenzado a lucir cansada y desga