Enamórate perdidamente
th
de ansiedad, no estaba segura si estaba preparada para eso, pero y
más en la vida, de no quedarme en la misma zona toda m
a a la realidad desalentadora de que nadie estaba dispuesto a ofrecerme nada. Quizás la resistencia provenía del agotamiento genera
mis pagos, algo que no parecía ser bien recibido. La frustración crecía a medida que mi situación financiera se vol
aba con mi familia todas las noches, tratando de no asustarlos al contarles que no había conseguido trabajo y que mi
desperdiciar estas oportunidades. Me levanté de la banca del parque para volver a ese pequeño apa
con periódico en mano. ¿Quiénes eran ellos y por qué la gente se emocionaba? La duda
os. Dudé unos segundos, pero llamé de inmediato para pedir una entrevista.
-preguntó el hombre
Althea
hea. La entrev
para confirmar n
a la primera vez
¿en qué
ore -¿y dónde quedaba eso? Tendr
do cuando colgué. ¿Iba a poder conseguir empl
tal vez podría lograr algo. Con esa esperanza, llegué a donde me estaba
mucha información, más que todo chisme. No confiaba casi en eso porqu
nformación, lo cual admiraba, ya que los niños no deberían ser expuestos a los medios a temprana edad. En
Era mi abuela. Le contesté m
pondí como siempre,
or allá lejos
no, tú sabe
onseguir empleo? -mi abuela era la única a la que
trevista. Espero
consigas ese trabajo -sonrió, recordando siempre
iré con
o te rindas que yo estoy muy orgullosa de ti -no p
Gracias por siem
da, porque empezaba su telenovela y
a que sucedió y tuve que preguntar. Aquí no era la norma hacer eso; podían pensar mal de ti, pero
linda, aunque yo siempre había dicho que los europeos eran lindos,
jando, pero no tenía derecho a hacerlo, así que
rme como niñera -s
lario y será llam
a tirar el papel con el bolígrafo para señalar donde había un mo
ojos se cruzaron y quedé totalmente sorprendida. Ese hombre era demasiado lindo. Mi madre se volvería loca al ver esa belleza. E
dije un p
ensores. Todos me estaban miran
iba a postular como niñera. No p
as innecesarias -siguió de
tratado de recolectar. Un silencio incómodo se instaló. Me quedé callada
na. Hice lo que me dijo y vi a un hombre que levantó su vista. Santa pa