Amor a fuerza de resentimiento
Juan de Dios -habló,
izza para enfrentarlo, pues, tenÃa el presentimiento que ést
para que no se agr
ú te traes? -le p
la lengua a Elsa. En nin
ta de ti es que no tuviste en cuenta
cando, y me v
o... No lo
do para hacerle el sexo
el puente, la golpeaste,
o Elsa, y tú s
digas que estoy equivocado -murmurando
o dejó de son
e levantarme la manitoó al mostrador. Sus pupilas se mostraron penetrantes. Su intención era brincar el
ierto para caerte arrib
tás pensando. No es posi
as destruiste. Esa traición ha sido un golpe demoledor en mi mente. Por mucho qu
amente, nuestras relaciones era de buenos hermanos, por eso fuimos a dar juntos a la
rió todo el rostro
hecho, que es preferib
uan de Dios. Y mucho menos a al
puedes decir muchas cosas. A p
a. Por ella ser armadora de problemas, e
amenazaste con matarla con un cuchillo, para que te
un asunto que puede resol
igas negándolo -le
a. Voy a ser franco contigo para acabar con
potencia. Cuando la mujer está de acuerdo
a. No te lo voy a repetir más. Ella y y
que la golpeas y
o me sigas acusando de violador. No quier
n su mano y lo apretó con toda su fuerza. Rolo Arzola se quedó mirándolo,
cuchillo. -Violaste a Elsa -amenazador- Y cre
el mostrador y cayó frente a Rolo Arzola. Le lanzó una cuchillada y no logró alcanzarlo, pues, Rolo lo esquivó da
en esta tierra -su v