Mi profesor es un hombre lobo

n el jardín de la universidad. Para ser sincera, esperaba que el tiempo

un café? No

s cercano. Se puso de pie, y tomó su cartera hasta avanzar frente a la multitud de personas. Miró

Sosteniendo su cintura, estaba pegada a su lado, Alexander su profesor. M

porque se había disculpado, despu

s, mirándola de mala manera. Kiara, aún sentía

ormes ganas de besarle. Cada vez sentía que su cercanía era más

ión femenina en su cuello, cerró los ojos por un segundo deseando con todas sus fu

vó a la distancia, levantó una ceja confundida sin embargo, decidió esperar p

con entusiasmo, y esti

on una sonrisa, y sacó la tapa

che –murmuró y Emilia asintió aunque no borró la sonrisa, se q

ncontrar una buena amiga en la universidad. El año anterior, la pasó en soledad, comiendo a e

ello era perfecto sin una pizca de friz, al contrario de ella. No parecían combinar co

grupo de las populares. Las mismas, tenían muchísimo dinero y

gustaría venir con nos

a su amiga. Una invitación así, valía muchísimo. Nadie le daría un desplante de ese modo.

ían, no impor

y Emilia. Su amiga levantó la barbilla –Te estas juntando... con una

go, sin darle tiempo a reaccionar, tomó del cuello a Sheila y su cabeza rebotó cont

se soltó de su agarre para

oca! –ex

. La misma, esquivó sus ojos. No qu

o f

urmuró con una mueca de pen

ebiste desaprovechar esa oportunidad –murmur

de tomarla de la mano, y avanzar rápidamente por el pasillo contiguo. Las dos corrieron, aunque

llo de los alumnos, las envolvió y sus pasos se perdieron. Deja

aer la mitad de su torso sobre la mesa, pero se reincorporó con prisa al verlo. Alexan

on una coleta del mismo color. Todas comenzaron a suspirar por él,

fino. Al decir esas palabras, su profesor se giró y sus ojos s

Su hermano, al verla frunció las cejas. No le gustaba cuando Emilia, se metía donde no debía.

os veces, pensando en Kiara...", le

sino, a sus pensamientos. Al menos Kiara, tenía un pantalón que cubría su pi

e vez en cuando sus

clase y escribió en el pizarrón, toda la clase comenzó a balbucear. Tenía u

sus manos tocando sus pechos y desnudándola. Se sintió excitada, mord

an sus abd

re to

ro?", pensó Kiara, y

pensamiento. El resaltador, se deslizó suavemente sobre su