La pequeña de mamá
IL
Realmente no sabía que se sentía así. ¿Cóm
de ella. Y puede que no sea culpa tuya, pero eso no hace que sea más fácil confiar en ti-. Parece tan angustiado y me doy cuenta de
que demostrarte que confíes en mí-. Se inclin
no es solo él q
ien. Me olvido del dolor y la tristeza. No me preocupo de Cora dormida en su
s se enredan y atrae mi cuerpo hacia el suyo. Tiene el cuerpo duro com
sando suavemente por mis pezones, endureciéndolos. Sus manos recorren mis curvas como por arte de
a mientras se aparta. Lo miro a los
ecortada que normalmente me av
diferente. Sigue habiendo hamb
da-. Mi voz está ca
ano y me lleva
Señalo el dormitorio princ
camisa y la suya se oscurece aún más. M
ce cuatro años. Está completamente desgarrado y sus mú
erecho con avidez y me lo chupa. Me levanto de la cama y él se ríe. Sus manos me p
ndo cómo se flexionan sus músculos. Sus manos buscan el b
que dejaría de hacerlo si se l
S
baja la cremallera. Levanto las ca
mis bragas de e
esta mañana, normalmente llevo algodó
las bragas y jadeo. Nadie me lo ha
do. Me lame los pliegues y gimo. Pocos hombres han
ón a mi clítoris y
yner-. Su nombre es p
me corro. Mi cuerpo detona y juro que creo que voy a des
veo que los suyos siguen oscuros de
o la polla y subo y ba
o la bragueta, se desabrocha e
enta de que estoy goteando otra vez y no v
a cartera de los vaqueros y
su polla y vu
s de mis pliegues y esto
puja hasta el fondo y espera un moment
te, Br
manos me acarician los pez
dome gemir fuerte. Menos mal que
do, llevándome al límite de nuevo. Empu
s cuantas veces más ant
, se tumba boca arriba
-. Intento recuperar el a
tienes-. Me dedica u
e escabulle y se dirige al baño. Cuando vuelve, deja que
ndo a