No te enamores del Profesor
l vez eso seria una dolorosa lección para mis padres quienes decidieron que deberíamos mudarnos al otro lado del océano para tener "Un nuevo comienzo". Perdon
era que mis padres comenzaran con la fábrica de bebes. Mi habitación no estaba mal, pero tampoco estaba bien, aun extrañaba mi antigua y pequeña habi
adre me sujeto por los hombros apoyando su m
habitación - solté
nuevos a
dos me verán como un bicho raro -
rme - Yo también seré el chico nuevo en mi tra
o un beso en mi frente
ar lo ridículo de su comentario - Además quién sabe - se alejo un poco para verme - Tal
mbros - No creo encontrar a alguie
uerta cuando se escuchó un cristal romperse
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Lo primero que hice al llegar a mi nuevo colegio fue observarlo por unos segundos, me sentía muy aterrada, no solo por comenzar en otra ciudad, lejos de mis amigos, de cas
. Termine apoyándome en una pared conteniendo mis ganas de llorar cuando el retumbar de unos pasos llamo mi atención. En ese momen
vo, mi respiración comenzó a fallar, me encontraba tan aterrada
r nada, ya que solo pasó a mi lado ignorándome por completo, volteé de inmediato notando que se encontraba saludando a una mujer que estaba a unos metros de donde me encontraba, bajé la mirada cuando me di cuenta de que esa sonris
a nada, o bueno, tal vez de algún lugar pero me encontraba tan distraída que
trataría diferente, de que me harían a un lado, pero no fue así. Fui aceptada como una vieja amiga que vo
ompañeros fueron lo suficientemente amables de l
una de mis nuevas compañeras - Estamos genéticamente progr
ero al ver salir a aquel hombre con un mal
mi compañero - Piensan que somos ton
dos logrando que mis compañeros se d
es más cascarrabias del colegio, podía entenderlo por cómo había sido recibida, estoy segura de que tenía que ser muy autoritario para lograr mantener a raya a todos sus alumnos. Pero t
unca lo he visto sonreír - menciono nuevamente
ezar - menciono otro chico
se me quedaron viendo - Tien
- hizo un gesto de miedo -
ador - agre
za de decirles lo que había sucedido, pero claro, sin mencio
lases con el profesor Fiore, trata de no olvidar traer tus libros
me quede viéndola inten
amos, la siguiente clase