El Ceo busca su Cenicienta
dispositivo que la había colocado horas antes. Su función era duplicar cualquier archivo que tuviera al alcance de 1 metro y servir de grabadora. Escondida e
tanto alboroto. - la chica levantó la vista de su teléfono y vio al guapo hombre que se acercaba. Era alto, pero ella también lo era, así que no sé intimidó. Su mandíbula
alo. Lo de antes solo fue un pequeño accidente. – respondió Keily haciendo u
luyente o importante, pero el círculo empresarial no era su campo de trabajo por lo que no conocía muchas personas. Había logrado colarse tarde en la fiesta siguiendo a su objetivo, pero no conocía a nadie de allí. - a ver peque
de recordar tantas personas
sto lo mismo, pero bueno, regresando
no estoy invitada porque
o a poco y ya estaba parado frente a ella arrinconándola contra la pared. Keily había escondi
respiración en el rostro y el profundo aroma a cedro que emanaba su cuerpo y por un momento se dejó embriagar con su calor y aroma, pero justo cuando sus labios se rozaron y todo en su interior gri
ero aun así no lo consiguió, en cambio sus dedos alcanzaron a
fiesta se lo permitía. Salió del hotel donde se celebraba la fiesta y en un callejón a la izquierda se montó en una
distaba mucho de su anterior empleo. Keily era una agente y hacker privada disponible para casi cualquier tipo de trabajo, desde espionaje, secuestro, chantaje, fraudes. La chica hacia prácticamente cualquier cosa. Este había sido un encargo sencillo, el cliente solo había pedido evidencia sobre las actividades ilegales de Alan, ella solo tenía que acercarse lo suficiente para ponerle el dispositivo y luego retirarlo. Se suponía que estaría hecho en menos de 2 horas, pero todo se había enredado. Consiguió co
ontado con la memoria perfecta de un secretario que estuvo a punto de arruinarlo todo. Había cometido el error al no investigar la empresa y el anfitrión de la fiesta, casi había sido atrapada por confiarse, decidida a no cometer ningún error más Keily accedió al servidor
, juguemos un juego, vamos a recrear nuestro cuento, yo seré tu príncipe y tu mi cenicienta y recorreré el mundo entero hasta encontr
de todos. Buscó un momento por internet el nombre de la empresa y sonrió mirando la foto del Ceo, era just
ntalo cuanto puedas, pero dudo que me c
Henry, movía el dispositi
e le hablo, la olio o respiro cerca de ella, muevan el cielo o la