Enséñame a Seducir
verdad es que me he mantenido con la sens
manera de vestir, como caminar de forma que balanceo mi cuerpo en un lento vaivén, me ha mostrado las posturas correctas para sentarme, cómo debo pararme, la posición que deben tener mis manos, cómo debo moverlas al hablar, me ha ayudado a ser más delicada y femenina, me quedo sorprendida con todo lo que he logrado, en ocasiones me miró al espejo y no puedo reconocerme, estoy dando unos cambios abismales. Y por si todo eso fuese poco, también ha venido la señora Mercedes, una mujer regia y muy disciplinada, me ha enseñado un montón de normas sociales, reglas de etiqueta como ella les llama; cómo d
que van a servirme, pero el maestro me asegura que toda chica refinada y que se mueva en el mundo que yo espero hacerlo, debe manejar al menos un buen Italiano, francés y alemán, el maestro me ha dicho que él nac
pués de un par semana de estudios intensivos, no logro alcanzar la perfección que busco. El Maestro, me ha dicho que es imposible que lo haga perfecto todavía
ser p
ionarlo. Él ha h
diecisiete, y con un dolor de cabeza calándome en lo más profund
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habitación está hermosamente iluminada por la claridad matutina. Me levanto y entró inmediatamente al cuart
matutina y también la nocturna, así mantengo
hoy, salgo de la habitació
has cajas de regalo. Los diferentes colores en los papeles, brillan alegres, todos son de distintos tama
n poco incómoda ya que mi cuerpo solo está cubierto por una to
ía especial pequeña. No sie
olvidandome de lo mucho que puede
y un escalofrió pasea por mi espina dorsal- te esperar
tiene un gusto exquisito. Dudo que pu
e y respiro un
alta. Recuerdo una de sus lecciones y enderezó mi cuerpo completamente- No seas tonta Irina. Regla número Cuatro; Una seduc
aquello con lo que nunca llegué a soñar. Jamás pensé disfrutar de prendas tan ex
emente el Maestro reparó en cuánto lo deseaba, me hace tan feliz que se de cuenta de esos pequeños detalles que pudiesen pasar inadvertidos ante cualquier otro ojo, con él no es así, el maestro sie