UN BEBÉ PARA EL CEO
1-El inic
ndra
izarse ante la escena frente a mí. Todo era cierto, Bruno
ité en un
ocediendo un par de pasos, mi prometido salió de la n
No es lo
ena de se*xo bastante entretenida, y chocando contra la puerta a mis espaldas, intenté hu
rte... Ella, no
o mi mano la impacté en su mejilla, y sintiendo el ardor e
dónde va
la salida de prisa, e ignorando el bullicio, y las luces incandes
una ton
spalda en la fría pared a unas cuantas cuadras del bar al que Bruno solía frec
me amaba, él solo fingía disfrutar de mi compañía, dar todo por
torrencial, y empapando toda mi ropa, esta empezó a escurrir e
buscar
gando por un salvador debido a la alta hora de la noche que era, y mi
as no
e quedé descolocada al notar que el auto no era un taxi, y mirando al inter
va? Yo l
í nada más a su vehículo, sin saber a dónde podría parar, por lo
é. Pensé que era algui
alguien que se preocupara por mí, solamente no sería tan tonta como para decírsel
mo para andar en la zona de quinta en la que me hallaba, se acerc
u novio, y dile que te llevaré a un
al recordar al idiota de Bruno y su mugrosa traición, y limpian
r llegar, de igual forma va
e no movió su auto de mi lado, y permaneciendo molesta po
a qué
un poco, porque de ser un depravado sex*ual, en lugar de hablar, solo me hubiese tomad
, y esta zona es peligrosa. Una vez vengan por ti,
si no lo conocía? Soltando una maldición, hice de mi mano un puño completamente mol
de llorar sola en la ca
oscuro, se quedó descolocado por mi pregu
destino, a las casi 12:00 am, pero alejándome de ese tipo, a
sar que deseaba casarme contigo,
decieron de nuevo al recordar sus promes
n prestar atención a nada, y llegando a otra parada de ta
juicio andaría en
aba alcoholizado, un par más como él, el acosador, y claro... Yo. Una p
entándome por mi mala fortuna, y escuchando de pronto el rechinar de unas llant
¡
s en el suelo a media calle, como si me hallase
del demente que venía del otro lado del volante, y notando cómo es