Placeres, amores prohibidos
Jacqueline, tenía un ringtone especial para ella. pero Elena
tima por culpa de ella terminó embriagada
tanció y le d
star la llamada?
rtante -dijo Elen
sa llamada
elular y contes
uego, estoy o
as, yo no tengo la culpa de que no tengas tolerancia al alcohol, tu padr
o que te ll
tomó el teléfono de Ele
vez, ¿pará q
un hombre estuviera al lado de Elena, y
ulpen por interrumpir,
cir eso la ll
mentario de mi amig
ando la verdad, esos consej
ue su jefe le dijera es
ue no, ella es
asesino. Giró de nuevo y presionó e
olo. El chófer les abrió la puerta y esperó que e
tía que no se podía control
quería ningún mal entendido, solo necesitaba estar sei
del vehículo, dándole
isto antes y has de haber fan
antes en asuntos de negocios, p
co un hombre poco
a mirada hacia su jefe, quien tenía una mirada muy hipnotiz
o que no soy suf
y muy profesional y no m
tus estudios, dime, ¿con cien
quién realmente ya conocía
te acuestas conmigo
que se vende y si me quiere solo para intentar acos
viera en un semáforo para intentar b
ntentas
etende algo conmigo que yo no voy a ceder,
si lo haces me encargaré de que nadie más te co
hantaje, lo está haciendo par
retaria, no vamos a tener sexo, no te preocupes
rueba? Porque ha sido
lestó por no haber conseguido lo que quería, sin embargo, le
n al ed
ordenó
pero las puertas de este se cerra
es que anhelaban acostarse con él, algunas inclusive llegaban ahí con la esperanza de tener a
or que un dios griego llegaba a ese bar para acostarse con una chi
asiones y no había tenido suerte, per
e! -orde
eres un caballero con las mujeres, pare
mento, pero por descuido su celular se cayó, el se agachó a recoger
ero cuando Ronald terminó su bebida sentía que su cuerpo com
Jacqueline y la
sorprendida, pero er
bitación habitual, está
eso -dij
luz exterior, sumiendo la estancia en una penumbra casi total. Apenas unos haces de luz se filtraban por las rendijas, creando sombras qu
la penumbra, se movía con la gracia y precisión de un depredador nocturno. Sin titubear, se lanzó directamen
da movimiento, controlando la situación con una facilidad que solo los años de práctica podían otorgar. Sus manos, fuertes
dose por completo a la voluntad del hombre. Podía sentir cada uno de sus movimientos, cada respiración, cada pequeño cambio en
lvente, se convirtió en un mundo propio, un lugar donde solo existían ellos dos. Jacqueline, en ese instante, se aband
acqueline era bella, pero para él, no era diferente a muchas otras que había co
demos repetir lo de anoche. -Ella se quitó las sábanas mostrando
re con una mezcla de sorpresa
o no era el dios griego que recordaba haber drogado ayer, sino un hombre poco agr
ué fue lo que me hicis
go pruebas de que no abusé de usted -respondió el hombre con una f
ró su camisa y salió de la habitación, dejándo
o esto? -se recriminó una y otra vez Jacqueli
menos esperada. Ahí estaba Ronald, su rostro era una máscara de fu
me llevó a esa habitación y me pidió que lo esperara. Pens
da más? -la voz de Ron
re -balbuceó Jacqueline, el
acía él aquí? La situación se volvía cada vez más insostenible. El recién llegado era un hombre