Arderemos en lo prohibido

va

rentada acariciaba su cabellera. - Sin ti, nunca hubiera sabido lo que es el amor. - se estaba despidiendo y ella lo

cabeza recostada en las piernas del afamado asesino Matt Ángel, su esposo, tuvo la intención de disparar, pero apenas sostuvo su arma, sintió la diferencia de peso, cla

irse aún, no cuando cargaba la información qu

enos eso le permitieron a mis padres cuando los mataron, ¿no es así? - la burla en l

buscaran, te encontraran y te mataran. - el pelirrojo sabía que se refería a su hijo y nietos, todos y cada uno eran asesinos, ellos habían nacido para serlo. - Solo espero que mueras bajo las dagas de mi Ángel misericordioso, o inclusive el arma de mi Shofar, pídele a Dios y a tus padres, que mi bello Hades sea tu ejecutor, cualquiera de ellos te dará una muerte digna, mantendrán el pacto de asesino

de silencioso que cuando llego, y Matt no pe

tima caricia en el rostro blanquecino de Mel, quien sintió las gotas de sangre

, el nudo en su garganta al ver como los ojos de Matt se opacaba no se lo permitió, su esposo había muerto, si ella era la razón de vivir de Matt

de su esposo, hasta que Candy llego a su lado y tomo su rostro. - Todo estará bien Mel, lo juro. - queria decirle que nunca le pudo mentir,

and

espero al ver su abdomen, Melody estaba segura de

hacerlo Candy, no lo dejare, sabes que a Matt no se le da bien el estar solo y a mí

claro que pensaba en ellos, pero el que aca

elody sabían que iban a una emboscada continuaron con su misión, una que, para asombro de la familia, no habían querido dar ninguna información de que se t

ar cómo actuar, no podía solo ir por su nieto, o nieta, no solo porque no sabía cuál de los tres Zhao era su nieto, también estaba el hecho de que Felipe siempre pensó que el esperma que Ming le había quitado el día que lo violo había sido destruido. Candy sabía que, si daba un paso en falso, una guerra se podía desatar, en especial porque Melody había sido como una madre p

spués, aun viendo a sus padres, fríos, pálidos, per

ron sus destrezas, que el mundo sepa que mi Ángel guardián se fue con mi hermano a reunirse con Du

así será tí

en esta ocasión no fue por una boda, por lo que las personas no vestían atuendos llamativos, ni sus mejor

ombrada no solo por la vestimenta del

respondió en un susurro Walt

por venir de blanco, idiotas. - el desprecio e

no sabía ni lo más básico y eso estaba claro. - Son del país X, en su cultura el blanco representa el luto, Dios, madura Renzo, estudia, por lo que más quie

hermano y cuñada, pero también sabía que el dolor no la podía paralizar, me

siguió sin decir nada, se podría decir que solo Candy y Kimb

oyado en una de las vigas de la casa, se encontraban en el jardín trasero, y Candy tenía sus ojos fijos en

zbeth también dejo de respirar, pero tuvo la astucia justa para esconderse detrás de un arbusto, sabía que no debería estar allí, mucho menos escuchar

inero, sicarios, empresarios y asesinos, por lo que no le cabía en la cabez

hijo Eros hasta que yo lo decida. - su suegra le pedía un fa

r más que seamos famil

uien tome tu lugar, les da

que, si está en nuestras manos conseguirlo, lo hare. - Lucero

ADN de los tres jóvenes de la familia. - Lucero se instruyó por años para ser la gran señora, casi no

marlas ahora, cua

la ante el luto, no beberán ni comerán hasta que su ser querido sea llevado a su última morada, y sé que luego de que Me

a un secreto que casi nadie conocía, el hech

que trabajen en equipo y yo no lo puedo permitir, no cuando uno de los tres es hijo de Feli

os deberá un favor. - Candy sabia los riesgos, esa joven podía ser su nuera, pero la familia que repre

preparada para todo, nunca podías bajar la guardia,

stes en medio de un arbusto con tu alergia a las abejas

e no había hecho ruido, podía jur

n embargo, Lucero lo sabía. - Entre el cielo y la tierra no hay nada que un Bach no sepa. - dijo mientras sonreía con superioridad, porque podía leer la pregunta no formulada por la joven. - Y ya que estas involucrada en esto, felicidades

s que te hacen olvidar hasta el nombre, mientras Dalia se preguntaba