Señorita Ladrona, Paga la Cuenta
bre desconocido, cuyo cuerpo y rostro eran muy atractivos. De inmediato, la mujer pensó que estaba soñando, así que incrédulamente ex
a mientras se alejaba con rapidez. Al instante, notó qu
ó el hombre con voz ba
cordó las palabras resentidas que le dijo su amiga,
joven y guapo. ¡Disfrútalo!, así como yo disfrutaré convertirme en la nueva novia de Mason, porque e
individuo. Enseguida, su rostro se empalideció y se sintió tan irritada que inmediatamente agarró la almohada y se
ada tranquilamente y respondió campante: "Yo no te obligué a nada. Fuiste tú quien
razón. Al fin y al cabo, después de lo que ingirió, era demasiado probable que haya sido ella quien se le ofreció. Por este motivo, sabía que sería inútil co
chas rojas en la sábana y dijo en voz baja: "Aunque fuiste tú quien
erza, sintiendo que las palabras de este b*sta
nada. Luego, sacó una tarjeta de presentación de su bolsillo y se la
mientras arrancaba la tarj
o como cerró la puerta, escuchó los llantos de la mujer. En este momento, se
stidos de guardaespaldas lo saluda
mujer e infórmenme cuanto ante
uste